Desafiante panorama para la siembra de girasoles: la campaña enfrenta dificultades en su perspectiva

El año para el girasol está presto a iniciarse «pero no se observa una perspectiva de muchas hectáreas, al contrario podrían ser poca la superficie» es lo que analizan profesionales de la agronomía que consideran que el factor humedad, como en todos los cultivos, será el que defina la campaña.

La ventana de siembra del grano aceitero se inicia el 15 de julio y se extiende, como tiempo ideal, hasta el 15 de agosto, «pero las perspectivas girasoleras no suman muchas hectáreas si sigue sin llover». «La duda es qué pasará si llueve», refiere el ingeniero agrónomo Martín Canteros, integrante de la mesa técnica del Grupo Agroperfiles.

El ingeniero agrónomo Martín Canteros, de la mesa técnica del grupo Agroperfiles, advirtió sobre sus reservas respecto del optimismo por la siembra de girasol en el Chaco.

En el «punto de vista» del profesional «no es un gran negocio el girasol a 300 dólares, siendo decisiva la necesidad del productor de tener un ingreso de dinero en diciembre». «En el hoy no es un gran negocio, comparándolo con la soja o un buen maíz porque ese girasol no nos está rindiendo económicamente con una oferta de 300 dólares a diciembre», analiza.

EL 10 DE AGOSTO SERÁ CLAVE

La respuesta que definirá el precio de campaña girasolera se podría dar a partir del 10 de agosto «ya que si se siembra poco en el Chaco, la cotización posiblemente se eleve». «El Norte argentino, Chaco y Santa Fe, siempre son primicia de cosecha en el grano del aceite y la superficie sembrada en esa área suma el veinte por ciento del total nacional», detalla.

La conclusión de Canteros es que «no se observa una gran campaña de girasol para el año agrícola 2023 que está por iniciarse». «No hay ganas por el precio y a esto se agrega que la humedad tampoco es suficiente», agrega.

¿VOLVER A LA SOJA?

En la pesimista campaña girasolera, los observadores del comportamiento del cultivo entienden que «los lotes van a volver a la soja». «Las chacras están con rastrojos de soja para hacer girasol, que es la rotación convencional, pero si no se hace el grano aceitero se volverá a implantar con el poroto», remarca Canteros.

El algodón no es una opción para esas tierras que queden sin sembrar con girasol «porque el textil no es un cultivo del que se entra y se sale cuando se quiere». «El que sabe y entiende sobre un manejo adecuado de sus chacras, es consciente de que no puede destinar más de un treinta por ciento de la superficie al algodón porque en el sistema de rotación no le funciona», dice. «En la región la mejor opción que tenemos es hacer soja-maíz: cincuenta y cincuenta por ciento, y el maíz entrega los lotes con la mayor cobertura de rastrojos posible entre los cultivos de renta, sin contar con los que son exclusivos para cobertura», detalla.

TRIGO: PLAGAS FUERA DE TEMPORADA

El trigo es un cultivo que «ocupa la misma superficie de siempre, debiéndose esperar lo que pueda ocurrir con esos sembrados dentro de un mes si no se dan las lluvias». El profesional indica que «son muchos los lotes que se sembraron con poca humedad en el perfil y necesitan lluvias para poder terminar siendo un cultivo económicamente rentable, lo que significa un rendimiento necesario de más de 1500 kilos por hectárea».

«Los campos están implantados y nacidos pero habrá que esperar porque además se está observando ataque de plagas, de orugas, que es muy raro que aparezcan en julio pero lo están haciendo», dice Martín Canteros. «La novedad en la presencia de insectos es que en los trigos aparecen ahora un barrenador y las mariposas, que parecen perdidas por el comportamiento del tiempo porque siempre aparecen en verano, con sequía y el suelo movido», menciona.