Animales heridos y muertos antes del matadero

El sector ganadero sufre las consecuencias de la sequía que en la mayoría de los campos aún persiste quedando expuestas en los remates las malas condiciones corporales de los animales, «muchos de los que se caen antes de ser subidos a los camiones».

«Llovió, pero no llovió en toda la zona agropecuaria y son muy pocos los lugares donde el perfil de humedad tiene la posibilidad de recomponerse», afirma el presidente de la Fechasoru, Marcos Vitter.
La provincia, con emergencia por el desborde de los ríos en la región Este, continúa crítica en la mayor parte del territorio por el déficit hídrico, «lo que obliga a la venta de ganado».

LA MORTANDAD DE ANIMALES ES REAL

«La mortandad también es una realidad que les está tocando a todos por falta de agua, de alimento o por las intoxicaciones provocadas por el duraznillo», agrega reflejando lo que ocurre en las chacras ganaderas de la provincia.
El bloqueo que evitaba las lluvias pareciera haberse roto, el fenómeno de El Niño comienza a generar precipitaciones, pero «no llueve pasto y las aguadas tardarán en recargarse». En la zona de montes los animales se mantienen comiendo hojas o brotes de los árboles. «Nuestras vacas ya no van con la cabeza agachada, van con la cabeza hacia arriba comiendo los brotes de los algarrobos o de lo que encuentran, pero a pesar de la adaptación sigue siendo malo su estado», comenta Vitter.

CAER POR DEBILIDAD

El dirigente rural y productor de la zona de Pampa del Indio, a modo de ejemplo menciona que en el último remate a finales de octubre en la Rural de su localidad «se vendió hacienda en un estado que no era el ideal». En los corrales se podían ver terneros de bajo peso, livianos y vacas de conserva «que si seguían dos o tres semanas más en el campo se morían».

«Es lamentable, pero algunos animales no alcanzan a subir al camión y eso es triste de verlo», relata Marcos Vitter. En esos casos el productor propietario del animal trata de levantarlo y llevar el bovino caído al campo nuevamente para su recuperación o, si no queda otra opción, para su sacrificio. El agua y el alimento que faltan son los ocasionantes del drama que atraviesa el ganadero, sin que se detecten acciones por parte del Estado para mitigar el daño.

SIN RESERVAS

La dirigencia ganadera remarca que se tiene identificados a los productores que «hoy están acarreando agua porque si el camión no les provee en dos días los animales se quedan sin hidratación».

«Con las redes estamos todos conectados y es muy fácil identificar quiénes son los que están en peores condiciones y necesitan que se llegue con una ayuda urgente», dice Vitter.

Vale remarcar que los productores que están viendo a sus animales deteriorarse cada día, llegando a la muerte por la debilidad en muchos casos, tienen en sus campos represas o perforaciones en las que invirtieron para pasar los períodos secos «pero hoy está todo agotado».

PERFORACIONES SIN AGUA

«Las perforaciones no tienen agua porque se secaron las napas, los reservorios están vacíos y no es que el productor no haya invertido porque el perfil del ganadero chaqueño cambió mucho en los últimos años y se realizaron inversiones, así todos en mayor o menor medida han buscado incorporar tecnología», refiere el ganadero de Pampa del Indio. «Son varios años de presión impositiva fuerte y si eso no fuese así, en estos momentos tendríamos que tener más herramientas para enfrentar estos momentos críticos», añade.

CON EL CORAZÓN EN EL CAMPO

La adversidad de la sequía tiene además el adicional de los precios que se pagan por el kilo de animal en pie al productor, que están muy debajo del alto nivel inflacionario que se tiene en el país. La situación queda expuesta en los valores que se están pagando hoy: «El ternero a un dólar el kilo, mientras que hace cinco años la cotización promedio era de un dólar con cincuenta centavos».

«El productor que aguanta es con pasión y todas las vicisitudes que atravesamos están forjando nuestra fortaleza, pero desde la dirigencia tenemos que ayudar para que los que están más agobiados y asfixiados no dejen los campos para que no se continúe dando el desarraigo», señala finalmente el presidente de la Fechasoru. «Trabajamos por puro amor al campo», remató.

Contando los días de la transición

La dirigencia de la Fechasoru, ante la situación que continúa siendo grave en el Chaco adentro, plantearon a las autoridades que aún están a cargo de la gestión provincial la posibilidad de prorrogar la emergencia que tuvo su punto final hace un par de meses. «Es solamente una acción que no soluciona nada pero que es necesario hacerla», señalan los dirigentes.

La problemática tendrá impacto también en las nuevas autoridades provinciales que asumirán el 10 de diciembre y que «están al tanto del pedido y de la emergencia». «Es complicado porque se está en un período de transición, así que estamos contando los días para que se empiece a trabajar con fuerza», recalcó el presidente de la Fechasoru.