Egresado de la UNNE encabeza exitosa cirugía cardíaca en bebé de ocho meses.

El correntino Lisandro Díaz Beltrán comandó un equipo que completó con éxito una intervención para corregir una malformación congénita.

El cardiocirujano correntino Lisandro Díaz Beltrán lideró el equipo médico que llevó adelante un innovador procedimiento a una bebé de ocho meses de vida.

Nueve profesionales integraron el equipo que llevó adelante el procedimiento de intervención híbrido.

La intervención, realizada por primera vez en el Hospital El Cruce de la provincia de Buenos Aires, reunió a un equipo de profesionales de cardiocirugía, hemodinamia y ecografía congénita de ese centro sanitario.

La paciente -que al momento de la operación pesaba 5 kilogramos- tenía una malformación congénita denominada comunicación interventricular: presentaba entre las grandes cavidades del corazón un pequeño orificio (de 5 mm) que un órgano sano no posee.

La solución sugerida fue una intervención híbrida, ya que por la posición en la que se encontraba la malformación era de difícil acceso por medio de un abordaje quirúrgico estándar. De este modo, el procedimiento combinó pasos de una cirugía convencional y de hemodinamia (cardiología intervencionista).

«Lo que buscábamos era cerrar un defecto u orificio en el tabique o septum interventricular», explicó el doctor Díaz Beltrán. «En la gran mayoría de los casos se hace por cirugía convencional, con circulación extracorpórea y parada cardíaca. Este caso tenía una ubicación anatómica desfavorable para cirugía convencional, por lo que se eligió este procedimiento combinado, mediante el cual los cirujanos exponemos el corazón de manera convencional (pero sin conectarlo a circulación extracorpórea) y los cardiólogos hemodinamistas liberan el dispositivo que cierra el defecto que está en el tabique interventricular. Después los cirujanos cerramos el campo de trabajo, con lo que concluye la cirugía», amplió.

Entre 2010 y 2019, el doctor Díaz Beltrán volcó su experiencia en el Instituto de Cardiología de Corrientes.

DETALLES DE LA OPERACIÓN

Sobre el procedimiento que tuvo a su cargo, Díaz Beltrán explicó que «preparamos el corazón de la bebé para conectarlo a la máquina de asistencia circulatoria, con el propósito de utilizarlo en caso de emergencia. Posteriormente, ingresamos por el ventrículo derecho, y por el interior de la aguja de punción se pasó una ‘cuerda de piano’, guía que se introduce por el orificio en el septum interventricular que se quería cerrar». «En esa instancia intervino el cardiólogo hemodinamista, quien utilizando esa guía implantó el dispositivo oclusor del defecto que se quería sellar. Una vez ubicado el dispositivo en el orificio, se lo abrió y se lo liberó, siempre bajo visión de ecografía transesofágica manipulada por otra profesional cardióloga. Cuando el dispositivo estuvo bien ubicado y cerró el defecto, se lo liberó de la guía y se retiró ésta del corazón», agregó. Este procedimiento simplificado demandó dos horas y media de cirugía. Es un resultado notable, ya que usualmente, de haber estado en condiciones el paciente (en términos de ubicación del defecto), la operación hubiese llevado cinco horas.

Además de Díaz Beltrán, formaron parte del equipo médico el doctor José Alonso (especialista en hemodinamia); los cardiocirujanos Mauro Higa y Alejandro Jorajuría; el anestesista doctor Francisco Guzmán; en la parte de ecocardiografía las doctoras Paula Manso, Julia Peña y Florencia Strawich; y como instrumentadoras las licenciadas Melani Saronno y Nahir Bravo.

La operación se llevó a cabo en el Hospital de Alta Complejidad en Red «El Cruce», en provincia de Buenos Aires.

La trayectoria del doctor Díaz Beltrán

El doctor Lisandro Díaz Beltrán, quien en el procedimiento ocupó el rol de cirujano principal, es uno de los 30 cirujanos cardiovasculares pediátricos que tiene el país. Nació, creció, estudió y trabajó en Corrientes. Se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste, y su proceso de formación lo llevó a España, Francia, San Pablo y Buenos Aires.

Luego de sus instancias de formación en centros de la especialidad, Díaz Beltrán se incorporó al staff de cirujanos del Hospital Sor María Ludovica, de La Plata. Allí fue discípulo del doctor Carlos Antello, pionero de la especialidad de cirugía cardiovascular pediátrica.

Entre 2007 y 2009 se sumó en el ámbito privado al equipo del Hospital Garrahan. «En esos años me ofrecen desarrollar la especialidad en el Hospital El Cruce en Florencio Varela, pero la tarea quedó inconclusa al recibir una propuesta que no podía rechazar: incorporarme para ampliar el servicio en el Instituto de Cardiología de Corrientes».

De junio de 2010 a abril de 2019, el doctor Díaz Beltrán volcó su experiencia en Corrientes, desarrollando un trabajo tan destacado que volvió a ser requerido por el Hospital Garrahan, donde trabajó hasta 2021. Actualmente es subjefe del equipo encargado de las ablaciones e implantes de corazón de pacientes pediátricos en el Hospital de Alta Complejidad en Red «El Cruce», en la provincia de Buenos Aires.

Ventajas del procedimiento

En contacto con NORTE, el doctor Díaz Beltrán destacó que «es una gran noticia el éxito de esta intervención. Se concretó en noviembre pasado, pero esperamos la evolución de la paciente para difundir los resultados en estos días. La conclusión es que el procedimiento híbrido demostró ser menos invasivo y más preciso que el tradicional, con lo que se logran dos objetivos fundamentales: por un lado, afectar menos al paciente y reducir de esta manera el tiempo de observación a 72 horas (cuando de la forma tradicional se requieren 15 días en terapia intensiva) y los riesgos, ya que no se efectúa parada cardíaca; por otro, brindar una solución definitiva a la cardiopatía, algo que no se lo lograba en un ciento por ciento de la manera clásica, ya que siempre quedaban como secuelas lo que denominamos residuos del defecto. Todo esto mejora la efectividad de las intervenciones, algo muy positivo, sobre todo teniendo en cuenta que tratamos con pacientes pediátricos».

Sobre las expectativas que despierta este logro, el profesional indicó que «esperamos la consolidación a partir de la experiencia. El Hospital El Cruce está tratando casos provenientes de Entre Ríos, Santiago del Estero, toda la provincia de Buenos Aires y el sur del país. En la medida en que los profesionales mejoren su entrenamiento, las respuestas serán cada vez más satisfactorias».