Más de un millón de hectáreas de cultivos de segunda aguardan la cosecha.

La ola de calor dejo más de 17.000 hectáreas de soja perdidas. En algodón, maíz y sorgo superaron las 15.000 hectáreas, haciendo caer las expectativas de rindes. Hay zonas muy comprometidas como en Villa Angela y Sáenz Peña.

La ola de calor golpeó esta vez más fuerte que la sequía: entre soja, algodón, maíz y sorgo, en el Chaco se perdieron más de 35.000 hectáreas.

La ola de calor golpeó esta vez más fuerte que la sequía: entre soja, algodón, maíz y sorgo, en el Chaco se perdieron más de 35.000 hectáreas.

«Había zonas que tenían humedad el suelo, podían haber aguantado, pero el calor al que estuvieron expuestas las plantas durante quince días, con temperaturas de más de 40 grados entre las 12 y las 16 de esos días, generó un achicharramiento de las hojas y posterior pérdidas totales y disminución de los rindes esperados en los cultivos», dijeron a NORTE RURAL los técnicos consultados.

En soja se perdieron en forma total 17.100 hectáreas, según consigna el informe de la Subsecretaría de Agricultura del Ministerio de Producción de Chaco.

En algodón se perdieron casi 5 mil hectáreas, en maíz, 5.700 hectáreas, lo mismo que en el cultivo de sorgo.

LA SOJA MANDA

El ranking de superficie sembrada en cultivos de segunda una vez más lo lleva la soja, con 567.524 hectáreas, seguido por el maíz con 237.703 hectáreas; el algodón con 205.000 hectáreas, luego el sorgo con 109.000 hectáreas para luego sumar a los cultivos alternativos con 35.368 hectáreas.

Hubo una intención de siembra entre algodón, maíz, sorgo, soja, arroz y otros cultivos, de 1.448.000 hectáreas y se implantaron 1.154.000, de las cuales se cosecharon 7.000 y se perdieron en total 35.700 hectáreas a causa de la falta de lluvias y el intenso calor.

En la provincia del Chaco, que viene de soportar tres años y medio de sequía, encuentra en la campaña agrícola 2023-2024 más de 1 millón de hectáreas de cultivos de segunda que según las zonas, podrían tener un aceptable promedio de rinde donde la siembra se produjo de manera tardía, ya que en los restos de los lotes el golpe de calor causó efectos negativos.

Sin embargo, como señalamos más arriba, las expectativas de cosecha han disminuido notablemente, al encontrarse en plena etapa de desarrollo los cultivos de soja y maíz con una ola de calor que expuso a los lotes a temperaturas de más de 40 grados, que fue generando pérdidas en distintos porcentajes.

En la provincia del Chaco, que viene de soportar tres años y medio de sequía, encuentra en la campaña agrícola 2023-2024 más de 1 millón de hectáreas de cultivos de segunda que según las zonas, podrían tener un aceptable promedio de rinde, aunque por zonas, ya que la ola de calor impactó en los lotes sembrados en forma temprana.

ESTADO DE LOS CULTIVOS

De acuerdo al informe semanal de estimaciones agrícolas de la Secretaría de Bioeconomía de la Nación, en cuanto a la soja dice que el cultivo implantado en la provincia, aún se encuentra en etapas de crecimiento vegetativo, por lo que la ocurrencia de precipitaciones, serían muy beneficiosas para permitir atravesar la siguiente etapa crítica sin limitantes.

En cuanto a maíz, señala que las precipitaciones registradas en los primeros días de la semana anterior, que oscilaron entre los 30 y 100 milímetros, según las zonas, trajeron alivio a la situación hídrica estresante del cultivo el cual, aún, atraviesa etapas vegetativas. Asimismo, la mejora en la condición de los suelos permitirá continuar con la implantación.

Sobre el algodón, el cultivo implantado en la zona norte de la provincia correspondiente a la delegación Roque Sáenz Peña, se encuentra en etapas entre vegetativas hasta plena floración con algunos más adelantados en inicio de capsulado.

Hacia el sur, en la zona comprendida por la delegación Charata, la mayoría de los lotes se presentan en la etapa entre inicio a plena floración con algunos lotes adelantados ya en madurez, en donde se han realizado las labores para la misma, arrojando rendimientos de 1.400 kilos por hectárea de fibra bruta. Estos lotes han sufrido un gran estrés hídrico en las primeras etapas, aunque luego se han podido recuperar.

Por Hipólito Ruiz

Periodista. Jefe de Chaco Adentro.