Un enigma para la ciencia: tumor benigno de origen desconocido
No se sabe con certeza qué lo causa, aunque aparece más en bebés de raza blanca, y especialmente en niñas antes que en varones.
Causado por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos, el hemangioma es uno de los tumores más comunes en la infancia. Tiene una alta prevalencias. En España, por ejemplo, el 20% de los recién nacidos prematuros con peso inferior a 1500 gramos lo padecen. Aunque este porcentaje baja al 10% en el primer año de vida.
PUEDE IRSE SOLO
La buena noticia es que es un tipo de tumoración benigna. Es decir, tal y como afirma Juan Carlos López Gutiérrez, jefe de Servicio de Cirugía Pediátrica en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, «se trata de un tumor que crece durante el primer año de vida y posteriormente involuciona dejando secuelas de diferente intensidad en función del tamaño y el área afectada». La desaparición de estos tumores puede durar entre 3 y 10 años. De hecho, según la Clínica Universidad de Navarra, no se recomienda el tratamiento de los hemangiomas pequeños o los no invasivos, porque lo normal es que desaparezcan de manera espontánea.
Sin embargo, en otros casos pueden «causar problemas de hemorragias, dificultades respiratorias o en la alimentación, alteraciones en el crecimiento o un deterioro de la visión que quizás requiera una intervención médica o quirúrgica». En un 80% de los casos se localizan en la cabeza y en el cuello, aunque también pueden aparecer en el tronco y las extremidades. Son los denominados hemangiomas capilares, a los que a veces se les llama marca de nacimiento roja o de frutilla, por su aspecto: lesiones planas y rojizas, aunque a veces pueden sobresalir de la piel. En realidad, los hemangiomas pueden salir en cualquier parte del cuerpo. Incluso en los órganos internos o alrededor del ojo. Esto se denominan hemangiomas cavernosos.
SIN CAUSA CONOCIDA
Aunque algunas investigaciones sugieren que ciertas proteínas de la placenta durante el embarazo podrían estar involucradas, la realidad es que no se sabe qué lo causa. Sí se sabe, en cambio, que es más habitual en bebés de raza blanca y el triple de frecuente en bebés de sexo femenino. Pero aún queda mucho por saber.
De ahí que los especialistas reclamen más investigación. «Es importante continuar investigando sobre el origen molecular y genético de estos tumores, además de en el descubrimiento de nuevas terapias, como el tratamiento con propranolol, que ha demostrado salvar vidas y reducir en un 90% la necesidad de intervenciones quirúrgicas», según López Gutiérrez.
AVANCES
En los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento del hemangioma infantil. De hecho, José Ignacio Leal Lorenzo, responsable del servicio de Cirugía Vascular de la Clínica Universitaria de Navarra, afirma que en el pasado se utilizaba la radioterapia para tratarlos, algo que ahora está totalmente descartado. En la actualidad, el tratamiento se basa, en primer lugar, en el propranolol, un bloqueador beta que se suministra por vía oral y que funciona mejor que los esteroides, también utilizados en estos casos. Si no funciona, se puede recurrir a la cirugía por láser, con la que se extirpan los hemangiomas pequeños y delgados.
Así como en «las fases iniciales de lesiones superficiales y en la porción superficial de un hemangioma profundo. También están indicados en los hemangiomas ulcerados de determinadas localizaciones. Tienen la limitación de la profundidad, ya que ninguno de ellos alcanza más allá de 2-3 milímetros», afirman en la Clínica Universitaria de Navarra.
En algunos casos (los menos habituales), por su localización, los hemangiomas pueden suponer un peligro para el bebé. En estos casos está indicada la cirugía. Es el caso de los hemangiomas nasales, cuya extirpación, según los responsables de la Clínica de Navarra, debe realizarse «tan pronto como sea posible para evitar el desplazamiento y destrucción de los cartílagos y favorecer el desarrollo normal de la nariz».
La realidad es que aún quedan muchos aspectos por descubrir en el manejo óptimo de los hemangiomas infantiles complicados.
Factores que pueden influir para que la enfermedad se desarrolle
Los hemangiomas infantiles son tumores benignos causados por la proliferación de células endoteliales en los vasos sanguíneos. ¿Qué factores están asociados?
En principio, sexo y raza, porque los hemangiomas son más comunes en bebés de sexo femenino y de piel blanca.

También influye la prematuridad y bajo peso al nacer. Los bebés prematuros o con bajo peso al nacer tienen una mayor propensión a desarrollar hemangiomas.
Hay además algunas asociaciones clínicos, ya que algunos hemangiomas pueden estar asociados con otras condiciones médicas o síndromes.
Y aunque no se comprende completamente por qué, parece existir una predisposición genética en algunos casos.
Cómo identificar los síntomas y en qué situaciones recurrir al médico
Un hemangioma infantil, también conocido como hemangioma de la infancia, es una marca de nacimiento de color rojo brillante. Tiene el aspecto de un bulto gomoso o una mancha roja plana y está formado por vasos sanguíneos adicionales en la piel.
CÓMO SE MANIFIESTA
Aquí están los síntomas más comunes:
Lesión cutánea: El hemangioma aparece como una marca plana y roja en el cuerpo, generalmente en la cara, el cuero cabelludo, el pecho o la espalda.
Crecimiento rápido: Durante el primer año de vida del bebé, la marca roja puede crecer rápidamente hasta convertirse en una protuberancia esponjosa y de aspecto gomoso que sobresale de la piel.
Fase de reposo y desaparición: Después de esa fase de crecimiento, el hemangioma entra en reposo y comenzará a desaparecer lentamente. La mayoría de los hemangiomas desaparecen antes de los 10 años.
Si estas manifestaciones se producen en un niño de su familia, y nota que el hemangioma sangra, forma una llaga o parece infectado, o si afecta la visión, la respiración u otras funciones corporales importantes, es necesario consultar con un médico.
Pero, afortunadamente, en general no se necesita tratamiento para el hemangioma de un bebé, ya que suele desaparecer con el paso de los primeros años de vida.