Embargo millonario: la justicia de EE.UU. congela activos de Argentina por deuda en default

La jueza Loretta Preska ordenó el embargo de u$s210 millones correspondientes al colateral de los Bonos Brady y la congelación de otros u$s100 millones en un nuevo revés judicial para Argentina. La medida se ejecutará mañana y se suma a la reciente ejecución de una garantía por u$s325 millones en Londres relacionada con el caso del Cupón PBI.

El trasfondo del conflicto

El fallo favorece a Attestor Master y Bainbridge Fund, dos grupos de acreedores que reclaman el pago de bonos en default desde 2001. La Corte Suprema de EE.UU. había rechazado en enero una apelación de Argentina, permitiendo que avanzara la orden de embargo de la jueza Preska.

El litigio involucra activos ligados a los bonos Brady, utilizados como garantía en la reestructuración de deuda de los años 90. Aunque Argentina terminó de pagar esos bonos en 2023, algunos acreedores que no aceptaron los canjes de 2005, 2010 y 2016 siguen litigando para recuperar su inversión mediante embargos.

Un escenario de presión financiera

Este nuevo embargo refleja la persistencia de los holdouts en su estrategia de recuperar deuda impaga. La negativa de la Corte Suprema estadounidense a revisar el caso deja a Argentina sin margen de maniobra legal inmediata, sumando presión en un contexto económico complejo.

Mientras el país busca estabilizar su economía y liberar activos financieros, el fallo de Preska evidencia que las consecuencias del default de 2001 aún afectan las finanzas nacionales más de dos décadas después.