El Gobierno Gastó US$390 Millones para Frenar la Disparada del Dólar: ¿Devaluación a la Vista?

En un intento por contener la feroz escalada del dólar, el Gobierno de Javier Milei ha intervenido con ventas por US$390 millones este lunes. Sin embargo, la medida, que se ejecutó a través del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y otros organismos como el Banco Nación y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS, no logró frenar la creciente tensión del mercado financiero.

A pesar de los esfuerzos por tranquilizar a los inversores, con el Presidente emitiendo un comunicado asegurando que no habrá devaluación, el mercado reaccionó con escepticismo. La intervención con dólares de las reservas se realizó en los mercados de títulos públicos mediante operaciones con los bonos AL30 y GD30, claves en la definición del valor del dólar. Además, la liquidación de exportaciones en el Contado con Liquidación (CCL) contribuyó a desatar la presión sobre el tipo de cambio, con una intervención que superó los US$400 millones.

El Peso Sigue a la Baja

En el contexto de estas operaciones, la tensión en el mercado se mantiene. Aunque el Gobierno lo niega, fuentes del mercado confirmaron que se realizaron compras masivas de dólares líquidos por parte de entidades vinculadas al Banco Central. Esto demuestra que, aunque el Presidente se empeñe en asegurar lo contrario, la especulación sobre una devaluación sigue creciendo.

El riesgo país, que se había mantenido bajo control, se disparó a 677 puntos, el nivel más alto en casi dos meses, lo que indica una falta de confianza en las medidas adoptadas y una creciente percepción de inestabilidad. El tipo de cambio sigue fluctuando, y el mercado ya considera probable una devaluación, sea con o sin acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La Devaluación: Un Rumor que Gana Fuerza

La reciente misión del FMI encabezada por Luis Cubeddu, que recomendó devaluar y levantar el cepo cambiario, ha sido otro factor determinante en la creciente expectativa de una devaluación. A pesar de los intentos del Gobierno por contrarrestar esta presión, las últimas decisiones del BCRA, como el crédito REPO por US$1.000 millones con una tasa de 8,8% y un plazo de 28 meses, terminaron siendo un descalabro. De los US$1.000 millones, solo ingresaron US$800 millones, lo que obligó al Gobierno a entregar garantías por bonos propios y bonos del Tesoro de Estados Unidos. Esta operación dejó al país en una situación económica aún más comprometida.

El Papel de las Empresas y el Mercado de Créditos

Por si fuera poco, las estadísticas muestran una caída dramática en los créditos en dólares que las empresas solicitan al sistema financiero. En enero, el promedio fue de US$66 millones diarios, pero en febrero bajó a solo US$20 millones. Este enfriamiento en el ritmo de los créditos refleja una mayor desconfianza en el futuro inmediato, mientras el Gobierno se enfrenta a un dilema económico crucial: devaluar para cerrar el acuerdo con el FMI o resistir la presión con menos dólares en las reservas.

¿Devaluación Imminente?

Con la presión internacional y local en aumento, las expectativas de devaluación son casi inevitables. El mercado ya percibe que, más temprano que tarde, el Gobierno se verá obligado a ajustar el tipo de cambio. En este escenario, la única duda que persiste es si la devaluación será ordenada o impuesta por el mercado.

Mientras tanto, el Presidente Javier Milei, al defender públicamente a su ministro de Economía, Luis Caputo, y asegurar que no existe un atraso cambiario, aumenta la percepción de que la devaluación es solo cuestión de tiempo. La estrategia de «negar lo innegable» está generando una mayor convicción en los mercados: el dólar sigue subiendo y, en algún momento, la única salida será una devaluación.

¿La devaluación se acercará de manera controlada o será el mercado quien imponga su ritmo? Los próximos días serán decisivos para conocer si el Gobierno podrá frenar la presión del dólar, o si la estrategia de intervención quedará atrapada en la creciente desconfianza de los inversores.