Estalla la polémica: 36 gremios desafían los números oficiales de inflación

La brecha entre la realidad cotidiana y las cifras oficiales se vuelve insostenible. Más de 30 organizaciones gremiales salieron con los tapones de punta a cuestionar el índice de inflación publicado por el INDEC. Con una solicitada contundente, advirtieron: “Los datos no coinciden con el impacto en nuestros bolsillos”.

El gobierno anunció que la inflación de enero 2025 fue del 2,2%, marcando el registro mensual más bajo en dos años. Sin embargo, los sindicatos afirman que esa cifra es un espejismo que no refleja la brutal pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.

“Existió un desfasaje cercano al 15% en contra de los salarios entre los datos oficiales y la inflación sufrida en 2024”, aseguran los firmantes, entre los que se encuentran la Federación de Trabajadores Aceiteros y Desmotadores, La Bancaria, ATE, la Federación de Judiciales, los Jerárquicos de Energía, los Metrodelegados, Sipreba y gremios docentes, entre muchos otros.

Un índice que no cierra

Para los sindicatos, la diferencia entre la inflación oficial y la real tiene una explicación clara: “El INDEC utiliza una metodología de cálculo desactualizada que no refleja el verdadero impacto en el bolsillo de los trabajadores”. Y van más allá: “El gobierno no se atreve a modificarlo porque develaría que la inflación es mayor que la publicada”.

Este desfasaje no es solo un número frío. Según los gremios, la capacidad de compra de los salarios se desplomó un 50% en los últimos años, mitigado apenas por las negociaciones paritarias y los conflictos salariales.

“El Salario Mínimo, Vital y Móvil está cada vez más lejos de cubrir las necesidades básicas. Para asegurar alimentación, vivienda, educación, vestimenta, salud, transporte y esparcimiento, a finales de 2024 un trabajador debía percibir al menos $1.900.000 brutos mensuales”, advierten los gremios en su solicitada.

El bolsillo canta claro

La bronca en la calle es palpable. Lo que hasta hace poco era un murmullo entre consumidores en supermercados y estaciones de servicio, hoy se convierte en un grito organizado. “Tenemos los datos, las causas que explican las diferencias entre la realidad y el dibujo oficial, y el veredicto de la mayoría de la población que comprueba mes a mes que los números oficiales no son ciertos”, remarcan los sindicatos.

Y lanzan una advertencia: “El futuro ya llegó. El bolsillo canta claro. Necesitamos unirnos para reparar esta injusticia”.

La pelota ahora está del lado del gobierno. ¿Responderá a este masivo cuestionamiento o redoblará la apuesta? Mientras tanto, los trabajadores siguen haciendo cuentas que no cierran y la incertidumbre sigue en alza.