19 Años Después: Justicia Brasileña Condena a los Correntinos por el Brutal Crimen de Ariel Malvino en Ferrugem

Garopaba, Brasil – 30 de marzo de 2025
Casi dos décadas de espera llegaron a su fin. La Justicia brasileña condenó esta semana a Carlos Andrés Gallino Yanzi, Horacio Antonio Pozo y Eduardo Braun Billinghurst, tres ciudadanos argentinos oriundos de Corrientes, por el homicidio de Ariel Malvino, un joven estudiante de abogacía de 23 años asesinado el 19 de enero de 2006 en la playa de Ferrugem, Santa Catarina. El fallo, que resuena como un grito de justicia tras 19 años de lucha, impone penas que suman 21 años en régimen semiabierto, marcando el cierre de un caso que conmocionó a Argentina y Brasil.
Una Noche de Vacaciones que Terminó en Tragedia
Ariel Malvino, porteño y apasionado por el Derecho, disfrutaba de unas vacaciones con amigos en el paradisíaco balneario de Ferrugem cuando su vida fue arrancada en un acto de violencia sin sentido. Esa madrugada, una pelea entre veraneantes escaló hasta lo impensable. Según la acusación, Malvino observaba el caos y lanzó un comentario crítico: “Qué mal nos hacen quedar los argentinos en el exterior”. Sus palabras fueron el detonante. Gallino Yanzi y Pozo, enfurecidos, lo atacaron a golpes. Uno de ellos lo derribó con un puñetazo que hizo que su cabeza chocara contra el suelo. Pero el horror no terminó ahí: Braun Billinghurst, aprovechando que la víctima yacía inconsciente, levantó una piedra de 17,5 kilos y la dejó caer sobre su cabeza.
El peritaje fue contundente: un traumatismo craneoencefálico provocado por el impacto del objeto contundente segó la vida de Ariel en el acto. Los agresores, sin mirar atrás, huyeron en auto hacia Corrientes, dejando tras de sí un cuerpo sin vida y una familia destrozada.
Un Proceso Lento y Doloroso
El Tribunal de Jurado de Garopaba encontró a los tres culpables de “lesiones corporales seguidas de muerte”, un delito que degradó la imputación inicial de homicidio en grado de tentativa. La sentencia, dictada por un juez único, totaliza 21 años de prisión en régimen semiabierto: siete años para cada uno. Pero llegar a este veredicto no fue fácil. El Poder Judicial de Santa Catarina explicó que el proceso se alargó por la condición de extranjeros de los acusados y testigos, lo que requirió comisiones rogatorias entre Argentina y Brasil, sumado a las demoras por la pandemia de COVID-19.
Alberto Malvino, padre de Ariel, había anticipado en 2021 a Télam: “El Juzgado de Santa Catarina está digitalizando la causa. Con la pandemia de por medio, esperamos el juicio este año”. Sin embargo, las apelaciones de los acusados ante el Tribunal Superior de Justicia de Santa Catarina y la Corte Suprema en Brasilia retrasaron aún más el proceso. Todas fueron rechazadas, y en 2016, la Cámara Federal de Casación Penal argentina también desestimó un recurso para anular indagatorias, sellando el camino al juicio.
Los Condenados: Vidas en Libertad Hasta Hoy
Mientras la familia de Ariel clamaba justicia, los acusados rehicieron sus vidas. Gallino Yanzi se mudó a Neuquén, donde vive en pareja. Pozo, veterinario de profesión, trabaja en la constructora familiar en Corrientes, casado y con dos hijos. Braun Billinghurst, también casado y padre de dos hijos, dirige una empresa de maquinaria pesada junto a su hermano. Su madre, Nidia Billinghurst, es jueza en la Cámara de Apelaciones de Corrientes, un detalle que alimentó las críticas sobre el poder y las influencias detrás de los imputados.
En redes sociales, el silencio de los condenados fue casi absoluto, una actitud hermética que contrastó con el clamor de justicia que creció en plataformas como X, donde el hashtag #JusticiaPorAriel resurgió esta semana. “19 años y 2 meses para que estos tipos paguen. ¿Mucho culo o mucha plata?”, escribió un usuario, reflejando la indignación que aún late en la sociedad.
La Voz de las Redes: Entre Festejo y Bronca
El fallo desató una tormenta en X. “¡AL FIN JUSTICIA! Tres correntinos a la cárcel por matar a Ariel Malvino. Qué maravilla”, celebró un posteo, mientras otro disparó: “Si el juicio se hacía acá, les daban perpetua como a los rugbiers”. La comparación con el caso de Fernando Báez Sosa, otro joven asesinado por un grupo en 2020, fue inevitable. “Casi 20 años después, condenaron a estos hijos del poder. La Justicia tarda, pero llega”, tuiteó otro usuario, acompañado de una foto de Ariel que se hizo viral.
Un Cierre Agridulce
Para la familia Malvino, este es el epílogo de una batalla incansable. “Llevamos 19 años presos del dolor”, habían dicho Alberto y Patricia en el pasado. Ahora, con la condena en mano, el alivio se mezcla con la certeza de que nada devolverá a Ariel. Ferrugem, aquel rincón de playas doradas, quedará para siempre marcado por una noche de furia que, tras casi dos décadas, encontró un eco de justicia. Pero la pregunta persiste: ¿fue suficiente? En las redes y en los corazones de muchos, la respuesta aún flota en el aire.
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