Era Milei: Desempleo Juvenil en Argentina Alcanza un Pico de Cuatro Años, con 62% de Jóvenes en Pobreza

23 de junio de 2025, Argentina – Los últimos datos del mercado laboral, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y procesados por centros de investigación como Centro RA (UBA-CONICET), revelan una crisis alarmante para la juventud argentina. En el primer trimestre de 2025, la desocupación juvenil alcanzó su nivel más alto en cuatro años, con tasas de 19.2% para mujeres y 15.1% para varones entre 14 y 29 años, superando ampliamente la tasa general de desempleo (7.9%). Este panorama, agravado por un 62% de pobreza juvenil y un aumento de la informalidad al 58.8%, refleja el impacto devastador de las políticas económicas de la gestión de Javier Milei, que han profundizado la precarización laboral y la exclusión social de este segmento etario.
Una Crisis Laboral con Fuerte Impacto en los Jóvenes
El mercado laboral argentino enfrenta un deterioro significativo bajo la administración libertaria. Entre noviembre de 2023 y marzo de 2025, se perdieron cerca de 200,000 empleos registrados, mientras que el número de monotributistas creció en 75,000, muchos en condiciones de fraude laboral, según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP). La informalidad, que afecta al 42% de la fuerza laboral total, se dispara al 58.8% entre los jóvenes, con un 59.7% de mujeres y un 57.9% de varones trabajando sin aportes jubilatorios. Este escenario, combinado con una tasa de actividad juvenil más baja (52.9% para varones y 42.3% para mujeres) que la general (70% para varones y 51% para mujeres), evidencia una exclusión estructural de los jóvenes del mercado formal.
Las mujeres jóvenes son las más afectadas, con una tasa de desempleo que creció 1.9 puntos interanuales (de 17.3% en 1T2024 a 19.2% en 1T2025), superando en 11.3 puntos la tasa general. Los varones jóvenes, con un desempleo del 15.1% (+1.0 punto interanual), también duplican la tasa general de 7.9%. Estas cifras, las más altas para un primer trimestre desde la crisis de la pandemia, reflejan una dificultad creciente para que los jóvenes accedan a empleos estables, especialmente en un contexto donde sectores clave como la construcción (-19%), la industria manufacturera (-17%) y el comercio (-7.3%) han colapsado, según datos de ARCA.
Informalidad y Precarización: El Modelo “Changa”
La reforma laboral incluida en la Ley Bases de 2024, que extendió los períodos de prueba, fomentó el monotributo en lugar de relaciones de dependencia y facilitó los despidos, ha agravado la precarización. La reciente reglamentación de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que permite reemplazar indemnizaciones por fondos de inversión, traslada el riesgo financiero a los trabajadores, reduciendo aún más la estabilidad laboral. Como señaló el economista Federico Pastrana, “la creación de empleo registrado está en niveles muy bajos y viene cayendo”, mientras que la informalidad, disfrazada de “trabajo independiente”, se consolida como un modelo de “changa” que perpetúa la precariedad.
El 58.8% de los jóvenes trabaja en la informalidad, lo que limita su acceso a derechos laborales, salud y jubilación. En sectores populares, la situación es aún más grave: según Fundar, el 43% de los jóvenes de barrios vulnerables comenzó a trabajar antes de los 15 años, y el 90% lo hace en empleos informales. Esta precariedad se traduce en ingresos 30% inferiores al promedio de la población general, con las mujeres jóvenes enfrentando una doble desventaja debido a las tareas domésticas no remuneradas, que ocupan más del doble de su tiempo diario en comparación con los varones.
Pobreza Juvenil: Dos de Cada Tres Jóvenes Bajo la Línea de Pobreza
La crisis laboral tiene un correlato directo en los niveles de pobreza. Según Centro RA (UBA-CONICET), el 62% de los jóvenes argentinos vivía en hogares pobres en 2024, un aumento significativo respecto al 52.9% general reportado por INDEC para el primer semestre de 2024. La indigencia juvenil alcanza el 20%, superando los niveles de la pandemia. Este deterioro se explica por la combinación de desempleo, informalidad y la caída del poder adquisitivo tras la devaluación del peso en diciembre de 2023, que disparó la inflación mensual al 25.5% y redujo los ingresos reales.
En regiones como Gran Resistencia, la pobreza alcanzó el 60.8%, una de las tasas más altas del país, según INDEC. Los jóvenes, sobrerrepresentados en los deciles de menores ingresos (donde constituyen casi el 50%), enfrentan barreras para acceder a la vivienda: 4 de cada 10 viven con sus padres o abuelos, y el 50% son hijos de inquilinos, según datos de Fundar. La falta de empleo formal y los bajos ingresos perpetúan un círculo de pobreza estructural, especialmente en sectores populares.
Contexto Nacional: Austeridad y Desigualdad
Las políticas de austeridad de Milei, que lograron un superávit fiscal en enero de 2024 pero a costa de recortes en programas sociales y obra pública, han profundizado la crisis. La inflación, aunque reducida al 2.4% mensual en diciembre de 2024, sigue proyectada en 62.7% para 2025, según el FMI, erosionando el poder adquisitivo. La pérdida de 11,000 empresas en sectores ligados al mercado interno, como la construcción y la industria, ha limitado las oportunidades laborales, mientras el crecimiento en sectores extractivos (agro, minería, petróleo) no compensa la destrucción de empleo formal.
Las brechas de género agravan la situación. Las mujeres jóvenes, con una tasa de actividad del 42.3% frente al 52.9% de los varones, enfrentan mayores obstáculos para insertarse laboralmente debido a la división sexual del trabajo, que las carga con responsabilidades domésticas. Como señaló CIPPEC, “las mujeres jóvenes pobres no tienen opción de contratar servicios de cuidado infantil”, lo que limita su participación en el mercado laboral.
Voces Críticas y Perspectivas
El aumento del desempleo juvenil ha generado críticas en redes sociales. Usuarios como @leandrobusatto destacaron que “el desempleo juvenil tocó el pico más alto para un primer trimestre en cuatro años”, cuestionando las afirmaciones de Milei sobre la creación de empleo. @TOPOarg señaló que “el modelo de Milei destruye empleo”, con una caída en la tasa de empleo del 45.7% al 44.4%. Estas voces reflejan un creciente descontento con un modelo económico que prioriza el equilibrio fiscal sobre la generación de empleo de calidad.
Expertos como Pastrana advierten que la situación podría empeorar si se mantiene el “ancla salarial” para controlar la inflación, limitando el consumo y el acceso a bienes esenciales. El IPYPP, por su parte, critica la apertura importadora y la pérdida de competitividad, que han achicado el mercado interno y consolidado un modelo de informalidad estructural.
Un Llamado a la Acción
La crisis del desempleo juvenil en Argentina no es solo un problema económico, sino una emergencia social que afecta las perspectivas de futuro de millones. Con dos de cada tres jóvenes en la pobreza y un mercado laboral que ofrece cada vez menos oportunidades formales, urge implementar políticas que promuevan el empleo registrado, combatan la informalidad y reduzcan las brechas de género. ¿Qué medidas crees que podrían revertir esta situación? ¿Es posible equilibrar el ajuste fiscal con la protección de los jóvenes? Compartí tu opinión en los comentarios o en redes con el hashtag #JuventudSinTrabajo2025. ¡Tu voz puede impulsar el cambio hacia un futuro más inclusivo!