¡Atención, productores! Vuelven a subir las retenciones a la soja y el maíz desde el 1° de julio

Buenos Aires, Argentina. El Gobierno confirmó hoy, 27 de junio de 2025, a través del decreto 439/2025 publicado en el Boletín Oficial, que a partir del 1° de julio volverán a subir las retenciones para la soja y el maíz, una medida que era fuertemente resistida por los productores agropecuarios. En contraste, se prorrogó la baja de alícuotas para el trigo y la cebada, generando un escenario mixto para el sector.

La soja volverá a tributar un 33% (desde el 26% actual), mientras que la alícuota para el maíz y el sorgo pasará del 9,5% al 12%. El girasol también se ajustará, regresando al 7% (desde el 5,5% que mantuvo los últimos cinco meses).

Trigo y cebada con beneficio, pero con condiciones

La novedad del decreto 439/2025 es la prórroga del esquema reducido del 9,5% para el trigo y la cebada hasta el 31 de marzo de 2026. Sin embargo, este beneficio viene con una condición: los exportadores de estos cultivos invernales deberán liquidar al menos el 90% de las divisas en un plazo de 30 días hábiles desde la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) correspondiente. Este nuevo plazo duplica los 15 días hábiles establecidos previamente. Quienes no cumplan con este requisito perderán el beneficio y tributarán la alícuota más alta.

Desde el Gobierno explicaron que esta extensión para trigo y cebada busca «garantizar la eficacia en su exportación», dado que la campaña 2025/2026 de ambos cultivos ya está en marcha. La prórroga no alcanzó a la soja y el maíz, cuya cosecha ya está avanzada.

Reacciones del campo y panorama de siembra

La decisión no fue bien recibida por las entidades rurales. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) manifestó su «preocupación ante la continuidad y el impacto negativo que tendrá restablecer los Derechos de Exportación (retenciones) aplicados a los granos», aunque también reconoció avances económicos. Por su parte, Coninagro advirtió que la finalización de la rebaja «genera suma preocupación y desigualdad», destacando que «muchos procesos productivos se encuentran inconclusos al 30 de junio». Ambas entidades reclaman «certezas y reglas claras y duraderas» para el sector.

En cuanto a la siembra de cultivos invernales, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires reporta que el 72,7% del área proyectada de trigo (6,7 millones de hectáreas) ya fue sembrada, y la implantación de cebada cubre el 50,8% de las 1,3 millones de hectáreas previstas. Estos cultivos, junto con la harina de trigo (que mantendrá su alícuota del 5,5%), representan ingresos anuales por unos 4.000 millones de dólares en exportaciones y son estratégicos para las economías regionales.

La preocupación de los productores se centra en el maíz, cuya cosecha aún no ha terminado (el 45% del área falta recolectar), lo que significa que una parte significativa de la producción se comercializará bajo el nuevo esquema tributario. Analistas de mercado ya advierten que la suba de retenciones podría frenar la comercialización de soja y maíz en los próximos meses, impactando las decisiones comerciales y la liquidez del sistema agroindustrial.

Contexto político y económico

La publicación de este decreto se da a pocos días del inicio de la tradicional exposición de La Rural, un evento emblemático para el sector agropecuario, y con la expectativa de una posible participación del presidente Javier Milei en la ceremonia de inauguración.

El Gobierno, por su parte, mantiene su enfoque en la consolidación de las cuentas públicas, la recuperación del superávit fiscal y el refuerzo de las reservas del Banco Central. La actualización del esquema de retenciones se enmarca en este objetivo de equilibrio macroeconómico, aunque las tensiones con los productores continúan latentes.

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