Recarbonización del suelo: una estrategia clave para mejorar rendimientos y sostenibilidad agrícola

Buenos Aires, Argentina – 13 de agosto de 2025
La recarbonización del suelo, un enfoque estratégico para aumentar el contenido de carbono orgánico, se posiciona como una práctica esencial para mejorar los rendimientos agrícolas y la sostenibilidad en Argentina. Durante el panel y conversatorio “Estado actual, perspectivas y estrategias para el COS en Argentina”, organizado por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), especialistas destacaron el potencial de manejos agronómicos como la rotación de cultivos, el uso de cultivos de servicio y la fertilización integral para recuperar la calidad del suelo y potenciar la productividad.
La importancia del carbono orgánico en el suelo
María Beatriz “Pilu” Giraudo, presidenta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y consejera técnica del INTA, abrió el conversatorio subrayando que la conservación del suelo y el agua es la base de una red de trabajo que impulsa un salto productivo. “Si fortalecemos esta red, integrando nuevas herramientas, podemos avanzar hacia suelos más resilientes y productivos”, afirmó. Giraudo destacó que las regiones con mayor contenido de carbono orgánico, como la Región Pampeana, el Noroeste Argentino (NOA) y el Noreste Argentino (NEA), coinciden con las zonas de mayor producción agrícola y ganadera, gracias a un clima favorable que promueve la producción vegetal.
El carbono orgánico, incorporado al suelo a través de procesos de humificación, se une a las arcillas y forma una fracción estable que mejora la calidad física, química y microbiológica del suelo. Sin embargo, Giraudo advirtió que “las reservas actuales están por debajo de los niveles potenciales”, lo que subraya la urgencia de implementar prácticas de recarbonización para recuperar y acumular carbono. Estas prácticas no solo incrementan la fertilidad del suelo, sino que también contribuyen a mitigar el cambio climático al secuestrar carbono atmosférico.
Estrategias para la recarbonización
Los especialistas del INTA y Aapresid recomendaron un conjunto de manejos agronómicos para aumentar el carbono orgánico en el suelo:
- Rotación de cultivos: Incorporar gramíneas (como maíz o trigo) en las rotaciones agrícolas para incrementar la biomasa vegetal, que aporta carbono al suelo. La diversificación de cultivos evita el agotamiento de nutrientes y mejora la estructura del suelo.
- Cultivos de servicio y cobertura: El uso de cultivos de cobertura de invierno, como vicia, centeno o avena, protege el suelo de la erosión, reduce la proliferación de malezas y aporta materia orgánica al descomponerse. Estos cultivos son clave para mantener la cobertura del suelo y fomentar la actividad microbiológica.
- Manejo integral de la fertilización: Optimizar el uso de fertilizantes nitrogenados, fosforados y orgánicos para maximizar la producción de biomasa sin degradar el suelo. La fertilización equilibrada mejora la eficiencia de los cultivos y su aporte de carbono.
- Rotación con pasturas: Integrar pasturas perennes o temporales en sistemas agrícolas-ganaderos para estabilizar el suelo, aumentar la materia orgánica y mejorar la capacidad de retención de agua.
Marcelo Beltrán, investigador del Instituto de Suelos del INTA Castelar, enfatizó que estas prácticas no solo incrementan los rendimientos, sino que también fortalecen la resiliencia del suelo frente a eventos climáticos extremos, como sequías o inundaciones. “La recarbonización es una inversión a largo plazo que beneficia tanto al productor como al medio ambiente”, afirmó.
El rol de la red colaborativa
El conversatorio, que contó con la participación de Marcelo Torres (presidente de Aapresid), Marcos Bradley (director general para Latam Sur de Syngenta), Guillermo Delgado (Sustainability Head Latam de Syngenta), Florencia Moresco (coordinadora de la Red de Carbono de Aapresid) y Jorge Gambale (director adjunto de Aapresid), resaltó el potencial de la colaboración entre instituciones públicas y privadas. Giraudo destacó que esta red, que incluye al INTA, Aapresid, Syngenta y otros actores, permite integrar herramientas innovadoras, como tecnologías de siembra directa y monitoreo de suelos, para avanzar hacia una agricultura más sostenible.
La Red de Carbono de Aapresid, liderada por Moresco, está trabajando en la medición y certificación de carbono secuestrado en suelos agrícolas, un paso clave para que los productores puedan acceder a mercados de carbono y recibir incentivos económicos. “La recarbonización no solo mejora la productividad, sino que posiciona a Argentina como líder en agricultura regenerativa”, señaló Moresco.
Impacto en el Chaco y el NEA
En el NEA, una región clave para la producción de cultivos como algodón, soja y maíz, la recarbonización del suelo es especialmente relevante debido a la vulnerabilidad de sus suelos a la erosión y la pérdida de materia orgánica. La adopción de cultivos de servicio, como los promovidos por el INTA y Gensus S.A. en el cultivo de algodón, y la rotación con pasturas pueden transformar los sistemas productivos del Chaco, mejorando los rendimientos y reduciendo la dependencia de insumos químicos.
El reciente lanzamiento del evento biotecnológico de Gensus, que combina tolerancia a herbicidas y resistencia a plagas en el algodón, complementa estas estrategias al facilitar la integración de cultivos de cobertura y la rotación con otros cultivos tolerantes a herbicidas, como el sorgo o la soja. “La recarbonización, junto con tecnologías como las de Gensus, abre un nuevo camino para el NEA, haciendo al algodón y otros cultivos más competitivos y sostenibles”, destacó un técnico del INTA Sáenz Peña.
Una decisión estratégica para el futuro
La recarbonización del suelo no solo responde a la necesidad de aumentar la productividad agrícola, sino que también alinea a Argentina con los objetivos globales de sostenibilidad, como los establecidos en el Acuerdo de París. La mejora de la calidad del suelo, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas agrícolas posicionan a estas prácticas como una prioridad para productores e instituciones.
¿Qué opinás sobre la recarbonización del suelo como estrategia agrícola? ¿Creés que estas prácticas pueden transformar la producción en el Chaco y el NEA? Dejá tu comentario y sumate a la conversación.
Fuentes: INTA, Aapresid, NORTE