Cambio de huso horario en Argentina: Impacto en la rutina diaria y recomendaciones para adaptarse

Buenos Aires, 31 de agosto de 2025 – La Cámara de Diputados de Argentina otorgó media sanción al proyecto de ley impulsado por el diputado Julio Cobos para modificar el huso horario oficial del país, pasando del actual UTC-3 al UTC-4. La iniciativa, que ahora espera su tratamiento en el Senado, propone retrasar los relojes una hora en todo el territorio nacional, con el objetivo de alinear la hora oficial con la hora solar, optimizar el uso de la luz natural y reducir el consumo energético. De aprobarse, la medida tendrá un impacto significativo en la vida cotidiana, afectando horarios laborales, escolares y de transporte público.

Detalles del cambio propuesto

Si el Senado aprueba el proyecto, Argentina adoptará el huso horario UTC-4 durante el período invernal (de abril a agosto), con la posibilidad de retornar al UTC-3 en verano (de septiembre a marzo), según lo disponga el Poder Ejecutivo. Esto implica:

  • Atrasar los relojes 60 minutos: Por ejemplo, si son las 08:00, se ajustará a las 07:00.
  • Amaneceres y atardeceres más tempranos: En abril, el sol podría salir alrededor de las 06:10 en lugar de las 07:10, y el atardecer ocurriría cerca de las 17:00 en lugar de las 18:00.
  • Impacto en la rutina diaria: Los horarios de trabajo, clases y transporte público se adelantarán una hora respecto al reloj actual, lo que requerirá un período de adaptación para ciudadanos, empresas e instituciones.

El proyecto, que obtuvo 151 votos a favor, 66 en contra y 8 abstenciones en Diputados, establece que la implementación comenzaría el 1 de abril de 2026, de ser aprobado por el Senado.

Justificación de la iniciativa

El principal argumento del proyecto, respaldado por estudios como el de la investigadora del CONICET Andrea Pattini, es corregir el desfasaje histórico entre la hora oficial (UTC-3) y la hora solar, ya que la mayor parte del territorio argentino se encuentra geográficamente en el huso UTC-4, con la excepción de la zona cordillerana (UTC-5). Este desajuste genera:

  • Mayor consumo energético: El uso prolongado de iluminación artificial, especialmente en invierno, incrementa el gasto de electricidad en hogares y comercios.
  • Impacto en la salud: El actual UTC-3 provoca un “jetlag social”, afectando los ritmos circadianos, el rendimiento escolar y la productividad laboral debido a la falta de luz natural matinal.
  • Descoordinación regional: Países vecinos como Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile utilizan UTC-4, lo que facilita la integración comercial y logística al adoptar el mismo huso horario.

Según un informe del CONICET citado en el proyecto, el cambio a UTC-4 podría reducir el consumo eléctrico en aulas de 104,3 kWh a 59,7 kWh al aprovechar mejor la luz natural. Además, se espera mejorar el desempeño escolar, la salud pública y la seguridad vial al alinear las actividades diurnas con los ciclos de luz solar.

Críticas y preocupaciones

No todos los expertos respaldan la medida. El médico especialista en Medicina del Sueño, Facundo Nogueira, calificó el cambio como “una locura” que podría provocar una “catarata de casos de insomnio” debido a alteraciones en los ritmos biológicos. Nogueira advierte que, en verano, el amanecer temprano (por ejemplo, a las 04:45 en Buenos Aires) podría interrumpir el sueño, ya que la luz solar entraría por las ventanas, afectando el descanso. Además, señala que los beneficios energéticos podrían ser marginales y que el impacto variará según la región, siendo más favorable en el oeste del país, pero potencialmente contraproducente en el este, donde el anochecer temprano complicaría actividades recreativas y laborales.

Por otro lado, el científico Diego Golombek, investigador del CONICET, apoya el cambio a UTC-4, pero critica la alternancia estacional propuesta (volver a UTC-3 en verano), argumentando que un huso fijo sería más beneficioso para evitar disrupciones circadianas. Estudios internacionales, como uno publicado en JAMA Neurology, indican que los cambios horarios pueden reducir el sueño en 15-20 minutos, aumentando riesgos cardiovasculares y afectando a poblaciones sensibles, como niños con autismo.

Recomendaciones para adaptarse

Para minimizar el impacto del cambio en los ritmos biológicos, los especialistas ofrecen las siguientes recomendaciones:

  • Ajuste gradual del sueño: Adelantar la hora de acostarse y levantarse en incrementos de 15 minutos por día durante los días previos al cambio.
  • Exposición a la luz natural: Pasar tiempo al aire libre por la mañana para sincronizar el reloj biológico con el nuevo horario.
  • Reducir el uso de pantallas: Evitar la exposición a la luz azul de celulares y computadoras antes de dormir, ya que retrasa la conciliación del sueño.
  • Cenas livianas: Optar por comidas ligeras y tempranas para facilitar el descanso.
  • Actividad física moderada: Incorporar ejercicio durante el día, evitando actividades intensas cerca de la hora de dormir.

En cuanto a los dispositivos electrónicos, muchos ajustarán la hora automáticamente si tienen activada la función de sincronización automática (por ejemplo, en celulares Android e iPhone). Para relojes inteligentes, se recomienda verificar la sincronización con el teléfono o el GPS. Los relojes manuales deberán ajustarse atrasando una hora.

Contexto histórico

Argentina tiene un historial de cambios en su huso horario. En 1920, adoptó el UTC-4, pero en 1930 comenzó a alternar con UTC-3 en verano para aprovechar la luz natural. Esta práctica se abandonó en 1970, quedando el país en UTC-3 por error, según un estudio del CONICET. En 2007, la Ley 26.350 estableció un sistema de horarios estacionales (UTC-3 en invierno, UTC-2 en verano), pero fue suspendido en 2009, fijando permanentemente el UTC-3. La propuesta actual busca retornar al huso UTC-4, que se considera más acorde con la posición geográfica del país.

Implicaciones prácticas

De aprobarse, el cambio afectará:

  • Horarios laborales y escolares: Las jornadas comenzarán y terminarán una hora antes según el reloj, lo que podría generar confusión inicial en la coordinación de actividades.
  • Transporte público: Los cronogramas de trenes, colectivos y vuelos deberán ajustarse, especialmente en rutas internacionales coordinadas con países en UTC-3.
  • Integración regional: La alineación con el UTC-4 facilitará operaciones comerciales y logísticas con países del Mercosur, como Brasil y Paraguay.
  • Salud y bienestar: La mayor exposición a la luz matinal podría mejorar el ánimo, la alerta y el rendimiento, aunque la transición requerirá adaptación para evitar trastornos del sueño.

Próximos pasos

El proyecto aguarda su tratamiento en el Senado, donde se definirá si se convierte en ley o si se introducen modificaciones. De aprobarse, el Poder Ejecutivo comunicará la fecha exacta de implementación, prevista para el 1 de abril de 2026. Mientras tanto, el debate continúa, con opiniones divididas entre quienes ven en el cambio una oportunidad para ahorrar energía y mejorar la salud, y quienes advierten sobre sus posibles efectos negativos en la rutina diaria y el bienestar.