Investigan la muerte de un joven saenzpeñense en la Ciudad de Buenos Aires

Buenos Aires / Sáenz Peña. – La muerte de Lautaro Antuñano, un joven de 23 años oriundo de Presidencia Roque Sáenz Peña, ocurrida el último sábado en el barrio porteño de Palermo, es investigada bajo la figura de homicidio, según lo confirmó el abogado de la familia, Roberto Casorla Yalet.

El letrado explicó que se busca esclarecer las circunstancias en las que Lautaro perdió la vida entre las 5.38 y 5.40 de la madrugada, en inmediaciones de Niceto Vega al 4800, donde habría intervenido al menos un oficial de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

“Descartamos que Lautaro se haya quitado la vida o que haya sufrido una muerte natural. Estamos claramente frente a un homicidio”, aseguró Casorla Yalet.

La intervención policial y las dudas

Según el relato de la querella, el joven llevaba una pulsera de monitoreo electrónico impuesta tras un conflicto con su pareja. El dispositivo se habría desprendido accidentalmente, lo que activó una alerta y motivó la llegada de agentes policiales.

De acuerdo con la denuncia de su madre, Mónica, Lautaro fue reducido con golpes y durante esa intervención habría sufrido un episodio cardiorrespiratorio. Pese a ser trasladado al Hospital Fernández, tuvo nuevas descompensaciones y falleció horas después.

El abogado cuestionó que, pese a que Lautaro tenía consigo sus documentos y teléfono, fue internado como NN, lo que retrasó la notificación a sus padres, quienes recién se enteraron de su deceso al día siguiente.

Pruebas y autopsia

La investigación cuenta con videos de cámaras de seguridad públicas y privadas, que registrarían la secuencia del procedimiento policial.

La autopsia, iniciada este viernes, será clave para establecer la relación entre la intervención y la muerte. El informe preliminar estaría listo a fines de la próxima semana.

“Nos interesa probar la relación causal entre el deceso y los acontecimientos previos. Lautaro era futbolista, tenía un excelente estado físico. No estaba desvanecido, estaba vivo”, remarcó el abogado.

Acciones judiciales

La familia se presentó como querellante ante la Fiscalía N°19 de la Ciudad de Buenos Aires y pidió la intervención de Procuvin (Procuraduría contra la Violencia Institucional), además de la colaboración de ONG.

“Carlos y Mónica están convencidos de que a su hijo lo mataron. Si la última persona con la que Lautaro estuvo con vida fue un policía, ese agente tendrá que rendir cuentas”, sostuvo Casorla Yalet.

La investigación avanza mientras la comunidad saenzpeñense acompaña a la familia en el reclamo de justicia y verdad sobre las circunstancias que rodearon la muerte del joven.