Golpe al narcomenudeo en Resistencia: incautaron casi 20 kilos de cocaína y desarticularon dos bocas de venta
Un operativo conjunto entre policías antinarcóticos y el Ministerio de Seguridad chaqueño logró un importante secuestro de drogas y detenciones en pleno barrio Niño Jesús, demostrando la estrategia de ataque a las redes de microtráfico que afectan la convivencia barrial.
En una operación de alto impacto contra el narcotráfico a nivel local, el Departamento Antinarcóticos Metropolitano desarticuló durante la noche del martes y la madrugada del miércoles dos puntos activos de venta de estupefacientes en el barrio Niño Jesús de Resistencia. El procedimiento, realizado bajo los lineamientos del Gobierno del Chaco y el Ministerio de Seguridad, resultó en la detención de tres personas y el secuestro de una cantidad récord de casi 20 kilos de cocaína, junto con vehículos, dinero en efectivo y elementos logísticos del negocio ilícito.
Los allanamientos simultáneos se concretaron en dos viviendas ubicadas sobre la avenida Bogotá, tras una investigación que permitió identificar estos focos de microtráfico. La presencia de las máximas autoridades de seguridad provincial en el operativo —incluyendo al ministro Hugo Matkovich y a la cúpula de la Policía del Chaco— subraya la importancia estratégica asignada a este golpe contra el narcomenudeo.
El botín del operativo: desde cocaína fraccionada hasta una contadora de billetes
La magnitud del secuestro refleja una operación de escala considerable, que supera el mero expendio callejero para adentrarse en una logística de almacenamiento y distribución. Entre los elementos incautados destacan:
- 19 kilos y 438.2 gramos de cocaína, presentada en diferentes formatos de venta:
- 18 «ladrillos» (bloques compactos para mayoristas).
- 45 bolsas y 66 «bochitas» (formato de fraccionamiento minorista o «menudeo»).
- 18 gramos de marihuana.
- Una suma considerable de dinero en efectivo (el monto exacto no fue divulgado).
- Elementos logísticos clave: balanzas digitales de precisión, recortes de polietileno para el empaquetado y una máquina contadora de billetes.
- Medios de transporte: dos motocicletas, una camioneta y un automóvil.
- Teléfonos celulares, cruciales para rastrear redes de contactos.
«La diversidad del secuestro es reveladora», analizó una fuente cercana a la investigación. «No solo hay droga lista para la venta al detal (‘bochitas’), sino también stock mayorista (‘ladrillos’), herramientas para el fraccionamiento y el pesaje, y hasta una contadora de billetes. Esto indica un punto de distribución activo, no solo un pequeño expendedor».
Una estrategia con sello político y operativo
La presencia del ministro de Seguridad, Hugo Matkovich, junto al jefe de la Policía, Javier Fernando Romero, y otros altos mandos, no fue meramente protocolar. Fue una demostración de la prioridad política que el gobierno provincial asigna al combate contra las redes que operan en los barrios.
«Este procedimiento forma parte de una estrategia sostenida de combate al microtráfico», destacaron desde el Ministerio de Seguridad. El objetivo declarado es «desarticular redes de narcomenudeo que afectan la convivencia y la seguridad en los barrios», reconociendo el impacto corrosivo que estos puntos de venta tienen en la trama social, la seguridad cotidiana y la salud pública.
El operativo también fue presentado como un modelo de trabajo coordinado entre la Policía, la Justicia (con ayudantes fiscales presentes) y las áreas especializadas de la provincia, un eje de gestión que las autoridades buscan consolidar.
El mensaje hacia la comunidad y las redes
Más allá de las detenciones y la droga incautada, el operativo busca enviar dos mensajes claros:
- A la ciudadanía: Que existe una capacidad operativa desplegada en el territorio para responder a focos delictivos que deterioran la calidad de vida.
- A las organizaciones criminales: Que los puntos de venta son vulnerables y están en la mira de una estrategia conjunta y persistente.
El barrio Niño Jesús, ubicado en una zona céntrica y populosa de Resistencia, representa un botín estratégico para el narcotráfico por su densidad poblacional. Golpear allí implica un esfuerzo logístico y de inteligencia significativo por parte de las fuerzas.
El desafío posterior: de la incautación a la desarticulación permanente
Si bien el operativo representa un éxito táctico indudable, expertos en seguridad suelen señalar que el verdadero desafío es sostenido. La desarticulación de un punto de venta a menudo crea un vacío temporal que otras facciones o la misma red, si no se desmantela por completo, pueden intentar ocupar.
El valor de la investigación ahora podría ampliarse al análisis de los celulares secuestrados, el rastreo del dinero y los vehículos, y la indagatoria de los detenidos, en busca de eslabones superiores en la cadena de suministro que conectan a Resistencia con otras provincias o países.
¿Un golpe como este significa un alivio duradero para un barrio o es solo un paréntesis mientras el narcotráfico se reacomoda? La respuesta puede depender de qué tan profunda sea la investigación que ahora sigue a las detenciones. ¿Podrán las autoridades convertir este importante secuestro en la puerta de entrada para desbaratar una red más amplia, o el microtráfico en el barrio encontrará pronto nuevos canales? La comunidad del Niño Jesús espera que la incautación de hoy sea el primer paso, no el último.
