Maderera De Corrientes Entró En Concurso De Acreedores Y Su Deuda Asciende A $11.500 Millones

Forestadora Tapebicuá SAU, uno de los mayores aserraderos del país y parte del grupo Celulosa Argentina afincada en la localidad correntina de Gobernator Virasoro, anunció que pidió el concurso de acreedores a causa de su “crítica situación financiera por falta de ventas”.

La deuda de la firma, especializada en la producción de compensados fenólicos, asciende a los $11.500 millones de pesos, según informó La Nación. Desde agosto pasado, Tapebicuá mantenía a su principal planta paralizada por falta de capital para funcionar.

“Nos dirigimos a Ustedes con el objeto de informarles que la sociedad controlada Forestadora Tapebicuá S.A.U. se ha presentado en Concurso Preventivo, conforme a lo establecido por la Ley Nacional N.º 24.522”, indicó la empresa en una carta enviada a la Comisión Nacional de Valores, el 23 de diciembre pasado.

“Dicha presentación fue radicada ante el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº14, Secretaría Nº 27, bajo el expediente “COM 25793/2025”, con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, añadió la misiva.

Aunque preocupa, esta situación no genera demasiada sorpresa teniendo en cuenta que la empresa viene en un proceso de achique y reestructuración desde hace tiempo, en línea con la crisis más amplia que atraviesa su controlante, Celulosa Argentina.

Esta última, con más de 100 años de trayectoria en el país y recientemente adquirida por el empresario Esteban Nofal (grupo CIMA), se encuentra también envuelta en un concurso preventivo. De acuerdo con su último balance semestral presentado, la papelera acusó pérdidas por más de 172 mil millones de pesos y una caída en sus ingresos del 44%.

Luego de desprenderse del aserradero de San Charbel por su baja escala, Tapebicuá salió en busca de un comprador que le permitiera seguir a flote. El Grupo Da Rosa, de San Vicente, fue uno de los interesados, aunque terminó por retirarse.

Fuentes de la empresa indicaron que la intensión es seguir adelante y retomar la actividad en los próximos 90 días, para lo cual siguen en busca de un socio estratégico. Actualmente cuentan con una planta de casi 400 trabajadores, que venían trabajando por debajo de su capacidad un cobrando cerca de un 60% de su salario.

“La empresa tiene una capacidad de producción de 4300/4500 m3/mes, pero en el último tiempo venía trabajando a 60/70% de su capacidad por falta de ventas”, dijeron a ese medio.

“La baja producida en el sector de la construcción más los altos costos en dólares para poder competir con la importación. Esto generó una grave crisis de capital de trabajo que llevó a la paralización total de actividades con el consiguiente perjuicio para los trabajadores y la empresa”, explicaron luego.

La Caída De Un Gigante Industrial Con Costo Social Y Económico

  • El Diagnóstico De Una Crisis Estructural (El Hecho Negativo): La entrada en concurso no es un episodio aislado, sino la cristalización de una crisis profunda y prolongada que afecta a toda la cadena (Celulosa Argentina y su filial). Las causas son múltiples y graves: crisis del sector construcción (su principal cliente), alta dolarización de costos, competencia desleal con importaciones y una caída del 44% en los ingresos del grupo madre. Esto refleja problemas macroeconómicos y sectoriales que aplastan a la industria nacional.
  • La Esperanza Y El Costo Humano (La Tensión Social): En medio de la debacle, la empresa señala la intención de reorganizarse y reactivarse en 90 días, buscando un socio estratégico. Sin embargo, este anuncio choca con la cruda realidad de casi 400 trabajadores que llevan meses cobrando un porcentaje reducido de su salario y con la planta paralizada. La promesa de reactivación pende de un hilo: encontrar un inversor que crea en el negocio en el actual contexto.

¿Cómo Interactuar Con Esta Información?

  1. Para Los Trabajadores Y La Comunidad De Virasoro: Esta noticia es un golpe devastador que confirma los peores temores sobre la continuidad laboral. Deben seguir de cerca el proceso concursal, que es el marco legal que ahora regulará los derechos laborales y crediticios. La búsqueda de un «socio estratégico» es su única esperanza cercana de recuperación.
  2. Para El Sector Industrial Y Las Autoridades: El caso es un síntoma emblemático de los desafíos de la industria nacional: falta de competitividad cambiaria, recesión en sectores claves como la construcción y presión de las importaciones. Debería impulsar un debate urgente sobre políticas sectoriales y de competitividad para evitar un efecto dominó en otras empresas.
  3. Para El Análisis Económico Y La Verificación: La información proviene de fuentes formales (presentación en la CNV). La verificación y el seguimiento serán clave en los próximos 90 días: ¿Se presenta efectivamente un socio inversor? ¿El juez concursal avala un plan de continuidad que proteja a los trabajadores? ¿O el proceso deriva en una liquidación? El destino de los 400 puestos de trabajo y una planta clave para la economía regional está en juego.

En síntesis, el concurso de Tapebicuá es más que una quiebra empresarial; es un caso testigo de la asfixia que sufre un segmento vital de la industria foresto-industrial. Muestra cómo una tormenta perfecta de factores externos e internos puede llevar a la paralización de una gigante, con un altísimo costo social y comunitario. La promesa de reactivación en tres meses suena a último esfuerzo por evitar la desaparición definitiva, pero en el actual clima económico, encontrar un salvador será una tarea titánica.