La Economía Volvió A Caer En Noviembre Y La Inflación No Afloja Con Fin De Año Estancado Y Suba De Precios
El cierre del año consolida un escenario incómodo para el Gobierno de Milei: la inflación vuelve a ganar velocidad mientras la actividad económica se estanca. Consultoras líderes advierten por un escenario de retroceso económico con inflación persistente y qué dicen para 2026. Para la consultora de Ferreres, los datos de noviembre fueron “decepcionantes”.
Relevamientos privados indican que los precios de diciembre se movieron en línea con el 2,5 por ciento mensual de noviembre que difundió Indec días atrás. Al tiempo que tres consultoras registraron una caída de la actividad económica en noviembre respecto de octubre, una combinación que vuelve a tensionar el frente social y productivo de cara al 2026.
Las consultoras Orlando J. Ferreres, Analytica y Equilibra anticiparon en base a indicadores de alta frecuencia que el dinamismo económico se contrajo en noviembre, con un guarismo de -0,8 por ciento en el primer caso, de -0,7 y -0,5 por ciento, respectivamente, en los últimos dos estudios privados.
“A pesar del registro decepcionante de noviembre, las perspectivas para 2026 son positivas”, apuntaron desde OJ. Ferreres y apoyaron sus expectativas en que “la agenda de reformas del gobierno nacional debería redundar en una baja del riesgo país, en mayores niveles de inversión y de acceso al crédito, y en mejores ingresos de las familias, impulsando la actividad económica”.
Estas tendencias se soslayaron en 2025. Pese a la mejora del riesgo país desde mediados de diciembre, no consigue perforar la barrera de los 570 puntos básicos. El ministro de Economía, Luis Caputo, ha sido explícito en señalar que la meta para 2026 es que este indicador converja a la zona de los 400 puntos básicos, lo cual permitiría al país acceder al crédito voluntario a una tasa de un dígito (entre 8 y 9 por ciento). La inversión privada en tanto no consigue marcar una trayectoria positiva y se contrajo consecutivamente en los últimos dos trimestres.
Por el lado de la recuperación del crédito existen grandes desafíos, como planteó el último informe de CP Consultora. Si bien destacan que el crédito doméstico es la principal apuesta del oficialismo para impulsar la economía, la mora y el deterioro en la calidad de cartera de los bancos se transformó en un costo adicional que los bancos trasladan sobre la tasa de interés. “El dinamismo del crédito fue una pieza fundamental del proceso de recuperación del segundo semestre de 2024”, reconocen, en un contexto de estagnación del nivel general de ingresos.
De acuerdo al informe de Analytica el retroceso de noviembre está determinado por caídas en la mayoría de los indicadores, particularmente los de actividades industriales y ligados al consumo. “Se observaron retrocesos significativos en la producción de bienes durables, así como en las ventas de autos al mercado interno (-9,1 por ciento) y los patentamientos de autos (-4 por ciento) y motos (-6,7). También se debilitó el frente externo y fiscal, con descensos en las importaciones de bienes (-6,9) y en la recaudación de IVA (-7,6) y de la seguridad social (-1,2 por ciento)”.
En tanto que “la actividad vinculada a la construcción cayó, tanto el Índice Construya (-7,9 por ciento) como el consumo de cemento (-3,7 por ciento), mientras que el complejo agroindustrial exhibió bajas en la molienda de oleaginosas (-6), la producción de aceites (-7,4) y de harina (-3,5), junto con una menor faena bovina (-3,1 por ciento)”.
En el caso de Equilibra apuntaron a las proyecciones de crecimiento del PIB en base al resultado del índice de actividad privado: sostienen que “habría crecido 4,5 por ciento interanual en los primeros 11 meses del año y esperamos que finalice 2025 apenas por encima del 4 por ciento anual”. Es decir un punto porcentual por debajo de los pronósticos oficiales de comienzos de año. En tanto, en el Presupuesto 2026 la meta de crecimiento es de 5 por ciento. Mientras que, optimista, el ministro de Economía ha llegado a sugerir que si las reformas estructurales se profundizan, el país tiene potencial para crecer hasta un 10 por ciento.
Al cierre de 2025, la actividad económica pierde dinamismo y se inclina a la baja, mientras la inflación transita el camino opuesto y vuelve a acelerarse. Desde mayo de 2025 la tendencia de los precios fue claramente al alza, y los pronósticos del último mes del año ubican a la inflación minorista en torno al 2,5 por ciento, sobre la base de los cálculos de Analytica. Se mantendría en el mismo nivel que en noviembre según datos de Indec.
“Durante la cuarta semana de diciembre registramos una variación semanal de 0,5 por ciento en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires. De esta forma, el promedio de cuatro semanas es de 3,1 por ciento”, indicaron desde la consultora, específicamente sobre el rubro de alimentos y bebidas. Así, la inflación en este rubro tan sensible para el consumo hogareño se habría acelerado, ya que en noviembre marcó un aumento del 2,8 por ciento en territorio bonaerense, según fuentes oficiales. Las carnes y las frutas lideran la suba tal como ocurrió en noviembre.
Un Diagnóstico Complejo Que Define El Desafío Del 2026
- La Combinación Tóxica (El Problema Inmediato): El informe describe el peor escenario para la gestión económica: estanflación. Por un lado, la actividad se contrae en casi todos los frentes (consumo, industria, construcción, agroindustria), con caídas significativas en noviembre. Por otro, la inflación se mantiene terca y se acelera en rubros clave como los alimentos. Esto configura un círculo vicioso donde el menor poder adquisitivo frena la economía, y los precios altos profundizan esa caída.
- La Esperanza En Las Reformas Y El Crédito (La Apuesta Futura): Frente al panorama gris, las consultoras y el gobierno esbozan una salida basada en expectativas: la baja del riesgo país, las reformas estructurales y la reactivación del crédito como motores para 2026. Sin embargo, el propio informe reconoce los obstáculos: el riesgo país se estanca, la inversión privada cae y el crédito está trabado por la mora y las altas tasas. La meta oficial de crecimiento del 5% para 2026 parece ambiciosa frente a estos datos de cierre.
¿Cómo Interactuar Con Esta Información?
- Para Comprender La Coyuntura Económica: Este análisis es un balance crudo del segundo año de gestión. Muestra que, a pesar de logros en el frente fiscal y cierto orden macro, los problemas de fondo (inflación, recesión) persisten y se combinan, generando un malestar social y productivo que tensiona la gobernabilidad.
- Para Empresas Y Trabajadores: El mensaje es de prudencia extrema. La contracción en la construcción, la industria y el consumo de bienes durables anuncia un primer trimestre de 2026 complicado. Las familias, con el golpe de la inflación en alimentos, verán aún más presionados sus ingresos. La reactivación prometida para 2026 depende de variables (reformas, crédito) que aún no son realidad.
- Para Evaluar La Política Económica: Los datos obligan a un debate sobre la efectividad de la estrategia. ¿El ajuste y las reformas, aunque dolorosos, están sentando las bases para la recuperación, como argumenta el gobierno? ¿O están profundizando una recesión que terminará por hacer inviable el propio plan, como sugieren las cifras de noviembre? El 2026 será el año de la verificación.
En síntesis, el cierre de 2025 encuentra a la economía argentina en una encrucijada dolorosa: atrapada entre la recesión y una inflación que se resiste a ceder. El gobierno apuesta todo a que el potencial de 2026 se concrete a través de reformas y crédito, pero el presente de 2025 se despide con datos «decepcionantes» que recuerdan que el puente entre la estabilización y el crecimiento aún no está construido, y la sociedad lo está pagando caro.
