A tres días de la tragedia vial, pobladores viven una conmoción
Un día después de la despedida a los tres jóvenes fallecidos en el siniestro vial en Margarita Belén, NORTE recorrió algunas calles de la ciudad para tomar contacto con sus habitantes.
Después de que un hombre alcoholizado atropelló con su vehículo a seis personas, se van conociendo detalles e impresiones comunitarias.
Uno de ellos es Alberto Toledo, reside hace 20 años a pocos metros del acceso.
Cuenta que una de sus hijas conocía a Carla Meza, una de las víctimas que falleció luego de ser atropellada.
También dice que la muerte de alguien en esas circunstancias lo remonta a la pérdida reciente, en otra provincia.
«Mi hijo era repartidor de carne, murió en un choque de frente contra un camión. Tenía 24 años y solía conducir pero ese día iba de acompañante», describe.
Otra mirada
Cerca de la plaza central una trabajadora de Sameep contó que en general la población estaba mal con lo que pasó.
Además se comenta que el velocímetro del auto quedó en 170 kilómetros por hora y que como iba alcoholizado no pudo maniobrar.

«Si ingresaba a esa velocidad en la ruta iba a hacer un desastre», dice.
En cuanto a la presencia del grupo cerca de una vía de circulación, aclara: «Acá a la salida de un boliche se acostumbra ir a esa parte para seguir charlando un rato más».
La mujer considera que falta hacer con más controles de alcoholemia a quienes salgan a la ruta e ingresen. «Tienen que ser a tiempo, de madrugada. Se puede ir en moto o con la familia en el auto para encontrarse con un chico así, es tremendo».
Eran pareja
Dos de las personas que fallecieron, Carla Meza y Franco Cardozo, eran pareja y vivían juntos. En la despedida que amigos y familiares dieron el lunes hubo conmovedoras muestras de dolor.
Una de las vecinas comentó a NORTE que Carla además había integrado una comparsa local, por lo que muchas chicas de su generación la conocían de compartir ensayos y desfiles.
De hecho el domingo estaba por realizarse una actividad preparatoria del carnaval local que finalmente se suspendió. La decisión fue por la repercusión de la tragedia para las familias, también por la proximidad temporal y porque el lugar donde estaba previsto el ensayo era cercano a los hechos.
«La sociedad está consternada, fue muy impactante todo porque nunca tuvimos un suceso tan feo como el del domingo», agregó otro residente.
Una fuente confió a este medio que en Margarita Belén la mayoría de los chicos son amigos o se conocen.
Así que a diferencia de lo que vivirán en ciudades más grandes, cree que la noticia los golpeó por tratarse de «algo que en un pueblo no se acostumbra a ver».