Cuáles son las perspectivas para el otoño 2023
Durante los últimos días desde distintas fuentes se ha anunciando el final del ciclo de «La Niña», y con ello la posibilidad de la vuelta de las tan deseadas precipitaciones, en esta parte del país. La licenciada Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua del INTA, nos ilustra con conceptos básicos e informa sobre los pronósticos esperados para el próximo otoño 2023.

¿Qué es el fenómeno de La Niña?
La Niña es una de las fases o estados del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (Enos), que se caracteriza por un enfriamiento a gran escala de las aguas del Pacífico ecuatorial, además de cambios en la circulación atmosférica tropical en los vientos, la presión y las precipitaciones, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima opuestos a los de El Niño, que constituye la fase cálida del fenómeno Enos. También existe una fase neutral.
Después de tres años consecutivos con la presencia de La Niña, los modelos internacionales indican que hay un 80 % de probabilidad de tránsito a un período de neutralidad del fenómeno.
Ahora bien, ¿son todos los otoños neutrales? ¿Qué factores provocan la lluvia en esta estación? El Niño-Oscilación del Sur (Enos), se observa en el océano Pacifico Ecuatorial y ocurre año a año a una distancia de 9.000 km desde la provincia de Córdoba. «Es como ir ida y vuelta desde Tierra del Fuego a Jujuy», nos explica Gattinoni. Este fenómeno se caracteriza por cambios en los valores de las temperaturas del océano y además de cambios de la circulación de la atmósfera (vientos y precipitaciones).
El Enos tiene tres fases: cuando las aguas persisten en valores más fríos estamos en presencia de la fase La Niña; cuando las aguas se mantienen por un largo tiempo más cálidas se la conoce como El Niño. Y la tercera fase es la fase Neutral, donde la temperatura del agua no alcanza la condición necesaria para definirse como Niño o Niña.
Algo que ocurre tan lejos, ¿puede influir en las lluvias y temperaturas de nuestro país?
Definitivamente sí, porque la atmósfera es una sola y a partir de lo que en el ámbito de la meteorología se conoce como teleconexiones, nos une y hace que el fenómeno Enos nos influya, haciendo cambiar el comportamiento climático en nuestro país. Cabe aclarar que no siempre se da de la misma manera y tampoco en las mismas zonas, pero tiene en la mayoría de las veces un importante impacto.
Que el Enos esté en una fase Neutral, ¿significa que está inactivo?
En esta fase generalmente no existe una señal tan clara; en la etapa Neutral existen posibilidades de que las lluvias se comporten según la climatología de la región y la época, en este caso el otoño. Sin embargo, se genera incertidumbre sobre lo que pueda suceder, ya que existieron años Neutrales donde no se registraron lluvias en algunos períodos y otros en los que sí. Al encontrarse en cierta manera inactivo, serán otros los fenómenos climáticos que puedan determinar las condiciones meteorológicas, será importante el conocimiento que se tenga de estos fenómenos y su probabilidad de ocurrencia a escala regional, o quizás un poco más lejos de nuestro país y de los pronósticos a corto y mediano plazo.
Si observamos datos históricos podemos ver que cuando está presente La Niña las lluvias resultan, en general, menores a las esperadas en el Este argentino, por ejemplo, esta última campaña. Y todo lo contrario en El Niño, podemos citar El Niño 2015-2016, cuando fue una campaña agrícola con abundantes lluvias en algunos sectores del país.
¿Cómo se realiza el seguimiento del fenómeno del Enos?
Como decíamos anteriormente, para seguir la evolución de este fenómeno debemos ver qué sucede con la temperatura en el océano y la circulación de los vientos. Las condiciones oceánico-atmosféricas se estudian a través de distintos índices. El más utilizado es el índice Oceanic Niño Index (ONI) elaborado por la NOAA, el cual describe cómo cambia la temperatura actual del océano con respecto a lo histórico en una de las regiones del océano, a este cálculo se lo conoce como anomalía. De esta manera, nos permite tener información de qué tan frías o tan cálidas se encuentran las aguas superficiales del océano. Cuando este índice es menor a -0.5 °C por un largo tiempo, es cuando se define como La Niña. Hay que tener en cuenta que este índice solo mira lo que va ocurriendo con el océano. Sin embargo, es el más usado y el más simple de entender.
En este último año hemos transitado una de Las Niñas más prologadas que se tenga recuerdo. Esta fase del Enos se extendió desde mediados del 2020 hasta el primer trimestre de 2023, siendo la tercera Niña más larga que se tenga registro a partir del ONI. Las dos anteriores fueron por ejemplo La Niña 1973-1976 y la 1998-2001, también hubo otra en la década del ‘50, cuando se empezó a medir este indicador. Gráfico N°1.
Como podemos observar, en el gráfico se muestran las tres últimas Niñas más prolongadas, desde sus inicios hasta su final. Una particularidad que podemos ver es que cuanto más fría están las aguas, más intensidad tiene el fenómeno. Con lo cual, podemos ver que las dos Niñas anteriores a la actual han sido más intensas en algún momentos de sus períodos. Otro aspecto, las Niñas analizadas tienden a finalizar entre marzo y abril, período en los cuales el fenómeno se dispersa.
¿Qué sucederá con las lluvias en los próximos meses?
El fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (Enos), al cual todos conocimos en su estado La Niña, transita la neutralidad. Según los pronósticos, se espera que continúe allí durante los próximos meses. Este es el principal indicador de cómo podrían comportarse las lluvias y las temperaturas en nuestro país. Pero al estar en estado Neutral se encuentra inactivo y por lo tanto nos trae más dudas que certezas de lo que pueda suceder en este otoño 2023.
Sin embargo, para responder a las expectativas de los lectores, en los próximos meses podemos recurrir al pronóstico climático trimestral elaborado por el SMN que indica que para el Norte argentino es más probable transitar un otoño con lluvias normales o según la climatología del lugar, así como lluvias algo deficitarias sobre el Noreste del país. Esta situación tiene mayores chances de estar acompañada por temperaturas en promedio más cálidas.
Por su parte, en el área agrícola pampeana, este otoño no se define claramente en cuanto a lluvias, mientras que en cuanto a temperaturas es claro que hay más chances de un otoño más cálido. Es así que las lluvias podrían comportarse según la climatología (según los datos históricos) del lugar o estar influenciadas por otros fenómenos meteorológicos (como los sistemas frontales), para los cuales necesitamos seguir los pronósticos a corto y mediano plazo.
Este pronóstico climático trimestral se actualiza hacia el final de cada mes, se elabora teniendo en cuenta distintos modelos de pronósticos, la evolución de los distintos fenómenos climáticos y la experiencia de los profesionales.
El 23 de marzo fue el Día de la Meteorología y el 26 de marzo Día Mundial del Clima, dos efemérides relevantes. La climatología y la meteorología juegan un rol importante en la medición y estudio de los principales elementos del clima, como la temperatura, la humedad, la presión, la precipitación y los vientos, algo que ha preocupado al hombre desde siempre ya que todas sus actividades dependen del estado del tiempo sea en la ciudad o en el campo.
Actualmente la temperatura media del Planeta ha aumentado de manera acelerada, lo cual ha sido atribuido a la actividad humana y teniendo como resultado el Cambio Climático. Contar con registros e información es fundamental para analizar y comprender las variaciones climáticas, del mismo modo la elaboración y difusión de pronósticos meteorológicos y climáticos son claves para la toma de decisiones y el futuro de la región.
Los invitamos a sumarse a conmemoraciones como estas todos los días, con acciones cotidianas sencillas: disminuyendo el consumo de plásticos de un solo uso, sembrando un árbol, efectuar el mantenimiento preventivo y correctivo de tu vehículo para disminuir la emisión de gases tóxicos, y evitar el uso de aerosoles.