Reconocido odontólogo que sufrió un ACV pide que no le saquen su casa

El profesional de la salud, de hoy 73 años con su salud deteriorada, ruega a la Justicia que suspenda el desalojo de la vivienda, que es una herencia de sus padres.

Un verdadero drama familiar atraviesa el reconocido odontólogo de Resistencia, Eduardo Prieto, de hoy 73 años pero que 43 de ellos los dedicó a atender pacientes tanto en hospitales como en su consultorio.

Prieto se comunicó con NORTE para poder transmitir una situación que lo está consumiendo. Desde el año 2003, cuando falleció su madre Ana María, un conflicto familiar no lo deja en paz. Eduardo apunta contra su hermano que, según expresó, quiere «dejarlo en la calle».

Es tanto el estrés que vive que sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) en 2015 que le dejó serias secuelas. Necesita ayuda para poder manejarse en su vida cotidiana, cuestiones que supera gracias a la ayuda de su esposa. Pero caminar le genera agudos dolores en la columna, le cuesta hablar y padece una avanzada artritis en sus manos.

Eduardo asegura que su abogado le informó que el Juzgado Civil y Comercial N° 19, a cargo de la jueza Marta Aucar de Trotti, definió el desalojo para el martes 2 de mayo. Ruega a la justicia que lo dejen seguir viviendo en su casa (está ubicada en zona de Ayacucho 200 de Resistencia).

«Pido a la jueza que vean los detalles de la sucesión, que no recibí herencia de mis padres, que no tengo otra casaMi hermano tiene varias propiedades, yo sólo éstaSi me sacan de acá, ya prefiero morir«, sostuvo. Previous

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Frente de la vivienda ubicada en zona de Ayacucho 200 de Resistencia. Eduardo pide que suspendan el desalojo.

Familiares de Prieto señalaron a este medio que Eduardo «ponía de su plata para ayudar a sus pacientes, sobre todo a los del Hospital Odontológico. A miles atendió gratis en su consultorio y hasta les dio plata para que sigan el tratamiento». 

El desalojo no es lo único estrés que pasa por Eduardo, sino que además la Justicia subastaría la casa, ubicada en pleno centro de Resistencia. Se trata de otro procedimiento que Eduardo busca, con sus pocas fuerzas, frenar.

Este odontólogo apela a la humanidad tanto de su hermano como de la Justicia, algo hasta el momento no recibido. Hasta el día de hoy, aún sigue sorprendido por lo que está atravesando y utilizó palabras como «estafa» y «traición«.

Lamenta «haber tenido tanta confianza» y no haber definido estas cuestiones cuando su madre aún vivía. «No quería que ella piense que se iba a morir, o que yo buscaba que suceda eso», dijo. Según comentó, quien administra la sucesión es su hermano y no hay papel en el que Eduardo figure como heredero de esa vivienda. Sin embargo, siempre vivió ahí. 

Esperaba quizás que la frialdad judicial se solucionara con los lazos familiares. O que la ambición de su hermano se solucionara con una decisión judicial humana y contemplativa. No ocurrió ninguna de las dos hasta ahora. Pero aún hay tiempo. 

La esperanza del odontólogo es que la Justicia suspenda el desalojo y la subasta, y poder vivir sus últimos años en paz.