El alcohol siempre juega en contra y más aún cuando vamos envejeciendo

Durante siglos el consumo de alcohol fue romantizado como inspirador e incluso saludable en ciertos casos. No es así.

Suele suceder que los problemas con el alcohol en las personas mayores se confunden con otros trastornos relacionados con el envejecimiento, por ejemplo, un problema con el equilibrio. Pero la manera en la que el cuerpo maneja el alcohol puede cambiar con la edad.

El alcohol puede actuar de manera diferente en las personas mayores que en las personas más jóvenes. Nuestra respuesta al consumo de alcohol, entonces, puede ser muy diferente a la de diez, veinte o treinta años antes.

UN MAL AMIGO

Cada vez más, los profesionales de la medicina desaconsejan el consumo de bebidas alcohólicas cualquier edad y en cualquier cantidad. Beber demasiado alcohol durante mucho tiempo puede:

-Conducir a algunos tipos de cáncer, daños al hígado, trastornos del sistema inmunológico y daños cerebrales.

-Empeorar algunas condiciones de salud como la osteoporosis, diabetes, presión alta, derrame cerebral, úlceras, pérdida de memoria y trastornos del estado de ánimo.

-Dificultar que los médicos identifiquen y traten algunos problemas médicos.

Por ejemplo algunas personas mayores pueden sufrir olvido o confusión a raíz del alcohol y esos síntomas ser considerados como signos de Alzheimer.

«YO TOMO, PERO POCO»

Es común que alguna gente justifique el consumo de alcohol diciendo que lo hacen en dosis bajas. Pero incluso una pequeña cantidad de alcohol puede conducir a situaciones peligrosas o incluso mortales.

Beber puede afectar el juicio, la coordinación y el tiempo de reacción de una persona. Esto aumenta el riesgo de caídas, accidentes domésticos y choques automovilísticos.

El alcohol es un factor presente en 30 por ciento de los suicidios, en 40 por ciento de los choques automovilísticos y quemaduras, en 50 por ciento de los ahogos y homicidios, y en 60 por ciento de las caídas.

Los estudios demuestran que la tasa de fracturas de cadera en adultos mayores aumenta con el consumo de alcohol. En su punto extremo, beber en exceso puede contribuir a la violencia doméstica y al abuso o negligencia infantil.

El consumo de alcohol a menudo está involucrado cuando las personas se vuelven violentas, así como cuando son atacadas violentamente.

Si siente que el alcohol está poniéndolo en peligro a usted o a otra persona, busque ayuda. Lo malo no es tanto caer en una situación inmanejable y riesgosa, como tapar el problema por vergüenza social o temor a la reacción del entorno.