¡Adiós al pollo barato! En Resistencia, todas las carnes se van al cielo: entre $8.000 y $12.000 el kilo

Resistencia, 20 de marzo de 2025 – Si pensabas que el pollo seguía siendo el salvavidas del bolsillo, prepárate para un baldazo de realidad: en la capital chaqueña, el kilo de cualquier carne ya ronda entre $8.000 y $12.000, y las diferencias entre vaca, cerdo, pollo o pescado se achican como nunca. Según un relevamiento de NORTE, la inflación, el clima y los vaivenes del mercado borraron la ventaja histórica de las «alternativas económicas». ¿Resultado? La mesa argentina está más cara que nunca, y las redes ya lloran la pérdida del asado accesible.
El pollo, que por décadas fue el plan B de la carne vacuna, ya no es tan amigo: el kilo entero va de $3.900 a $4.500, pero las milanesas trepan a $8.100 (o $7.700 si llevás más de dos kilos) y la suprema pega en $8.500. El cerdo no se queda atrás: costilla y vacío a $9.400, matambre a $10.500, y carré o bondiola entre $8.000 y $9.500. La vaca, reina cultural, tiene sus altibajos: el vacío «barato» está en $6.500, pero el especial sube a $9.500, y las pulpas llegan a $12.000-$13.000. Hasta el surubí, con Semana Santa a la vista, saltó de $6.500 a $9.000. «Ya no hay carne barata», sentencia el relevamiento.
Combos: la salida para no quedar en cero
En todas las carnicerías de Resistencia, las pizarras gritan combos: dos kilos de milanesas de cerdo por $9.800, o mezclas de costeleta, molida y pulpa para tentar a los clientes. ¿Por qué? Los carniceros explican que cortes premium como asado y lomo siguen volando entre los que pueden pagar, dejando un resto que hay que mover rápido en un contexto donde la clase media y baja apenas llegan a fin de mes. «Es una estrategia para no perder ventas», confirman desde el sector, y los combos se convirtieron en el anzuelo del momento.
Las redes, entre memes y bronca
En X, el tema es un incendio. «El pollo a $4.000 y la suprema a $8.500, ¿qué nos queda?», se queja un usuario. Otro tira con humor: «Vacío a $6.500, pero de una vaca jubilada». Hay memes de billeteras vacías y algún nostálgico que suspira: «Antes con $10.000 hacías un asado, hoy no te alcanza ni para el carbón». La uniformidad de precios entre carnes descoloca: «¿Entonces da lo mismo pollo que bondiola? Esto es el fin».
¿Y vos cómo la encarás?
¿Seguís comprando carne o ya tiraste la toalla? ¿Los combos te salvan o son un parche? Dejá tu comentario abajo y compartí esta nota para que todos se sumen al lamento (o a las ideas para sobrevivir). Porque si el pollo dejó de ser barato, el menú argentino está pidiendo un milagro.