“Adolescencia”: la serie que sacude las redes y pone en jaque a los padres modernos

«Los padres pensamos que tenemos el control de muchas cosas y no sabemos lo que significa un emoji», advierte una especialista. Emojis, presiones y adolescentes solos en internet: ¿y si lo que creemos inocente no lo es?

En un mundo donde las pantallas dominan y el tiempo en familia escasea, una miniserie de Netflix está revolucionando la conversación global: Adolescencia. Este fenómeno televisivo, descarnado y emotivo, no solo se ha convertido en el furor del momento, sino que ha destapado una realidad inquietante: los adolescentes están más conectados que nunca, pero también más solos. Con un guion que atraviesa las capas de la salud mental, el bullying y los códigos indescifrables de la era digital, la serie ha desatado un debate viral en redes sociales que no deja indiferente a nadie. ¿Qué está pasando con nuestros chicos? ¿Y qué hacemos los adultos al respecto?

Un grito silencioso en la era de los emojis
Adolescencia no es solo una historia: es un espejo. La trama expone cómo las pequeñas dosis de frustración, aislamiento y soledad se acumulan en la mente de los jóvenes, tejiendo una celda invisible que los atrapa. Mientras los padres trabajan más horas fuera de casa, los adolescentes se refugian en internet, un submundo donde un corazón o una carita sonriente pueden esconder bullying, autolesión o algo aún más oscuro. «Pensamos que tenemos el control de muchas cosas y no sabemos ni qué significa un emoji», sentencia Lucía Szymansky, licenciada en Psicología y madre de dos adolescentes, en una entrevista exclusiva con NORTE.

Szymansky, quien analizó el impacto de la serie, explica cómo los adultos subestiman el peso de los códigos digitales. «Un ‘me gusta’ o un corazoncito pueden ser interpretados como amistad por un padre, pero en realidad pueden ser un mensaje de maltrato o una señal de algo mucho peor», asegura. La serie lo deja claro: lo que para un adulto es un gesto inocente, para un adolescente puede ser un «dog whistle» —un silbato de perro—, un código velado que oculta significados perturbadores.

El idioma secreto que los adultos no entienden
La brecha generacional nunca fue tan evidente. Los adolescentes han creado un metalenguaje propio, donde una rosca confitada puede aludir al sexo anal, un erizo a ideologías neonazis o una bola 8 a la cocaína. Estos símbolos, que circulan en chats y redes sociales, son un portal a un universo complejo y a veces aterrador que los adultos no logran descifrar. «Es un muro casi infranqueable», describe Szymansky. «Los padres necesitamos bajarnos del pedestal del ‘saberlo todo’ y preguntar: ¿qué significa esto? ¿Me enseñás?».

El aislamiento, potenciado por la falta de diálogo familiar y las presiones del bullying, es el «combo de alto riesgo» que la serie pone bajo la lupa. «No es normal que un adolescente esté días encerrado o en silencio. Algo pasa, y tenemos que verlo», advierte la psicóloga. Pero Adolescencia va más allá: muestra cómo incluso en familias «funcionales» —con papá, mamá y una rutina aparentemente estable— las disfunciones sutiles, como la ira mal manejada o roles desdibujados, pueden detonar tragedias.

Redes en llamas: un debate que no para
Desde su estreno, Adolescencia ha encendido Twitter, TikTok e Instagram. «#AdolescenciaSerie» y «#SaludMental» son tendencia, con miles de usuarios compartiendo reacciones viscerales. «Lloré con el capítulo 3, no puedo creer lo ciegos que estamos los padres», escribió @MamaDespierta. Otros, como @PsicoFan, aplauden: «Por fin una serie que no romantiza la adolescencia, sino que muestra el caos real». Los memes no se hicieron esperar: un emoji de tijeras con la leyenda «Cuando entendés el código y te querés cortar las venas» ya tiene miles de compartidos.

Pero no todo es conmoción; también hay acción. La fundación «For Working Parents» lanzó un «machete para padres» con una guía de emojis y sus significados ocultos, desde la píldora roja de los «incels» hasta la puerta que señala a negacionistas del Holocausto. «Es hora de actualizarse», dice el comunicado que acompaña el QR descargable, un recurso que ya circula masivamente.

Un llamado urgente a escuchar
«Si no entramos en su mundo, no los vamos a entender nunca», reflexiona Szymansky. Ella recomienda retrasar el acceso a dispositivos personales hasta los 15 años y a redes sociales hasta los 17, siempre con acompañamiento activo. «¿Control parental? Sí, pero también involucrarse sin sentirse un policía. Preguntar, aprender, estar ahí».

Adolescencia no solo es la serie del momento: es un despertador. Nos obliga a mirar lo que no queremos ver, a cuestionar lo que damos por sentado y a escuchar a quienes, detrás de una pantalla, piden ayuda sin palabras. En un mundo hiperconectado, el verdadero viral no es la serie, sino el debate que desató. Y tú, ¿ya la viste? ¿Qué emoji usarías para describirla?

Por Marcelo López

Periodista de diario NORTE. Plataformas multimediales, web y redes sociales.