Caída alarmante: ventas minoristas pyme se hunden 9,1% en noviembre

Las ventas minoristas de las pymes argentinas registraron una caída mensual del 9,1% en noviembre, con seis de siete rubros en retracción y una percepción empresarial que se deteriora, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). A pesar del panorama sombrío, el sector mantiene expectativas optimistas para 2026.

Los números del desplome comercial

Comparativas clave:

Interanual (nov 2025 vs. nov 2024): -4,1% (a precios constantes)
Mensual (nov vs. oct 2025): -9,1% (desestacionalizada)
Acumulado año 2025: +3,4% (pero tendencia claramente negativa)

Anatomía de la caída: rubro por rubro

Los más golpeados:

Perfumería: -17% (caída catastrófica)
Bazar y decoración: -9,7% (consumo postergable primero en cortarse)
Alimentos y bebidas: -5,9% (alarmante, muestra ajuste en lo básico)
Otros rubros no especificados: También en rojo

Único crecimiento:

Farmacia: +1,8% (consumo esencial, no opcional)

Percepción empresarial: optimismo vs. realidad

Encuesta CAME a comerciantes:

54,2%: Reporta estabilidad vs. año anterior
37%: Señala deterioro en condiciones (↑4 puntos vs. octubre)
Solo ~9%: Mejora (implícito)

Interpretación:

Retroceso: En octubre mejoraba la percepción, noviembre revierte
Realismo pesimista: Casi 4 de cada 10 comerciantes ven empeoramiento
Estancamiento: Más de la mitad siente que no avanza ni retrocede

Diagnóstico de CAME: «consumo dual» y «cautela extrema»

Fenómeno del «consumo dual»:

«Brecha entre demanda de bienes esenciales y consumos postergables»

Mecanismos:

Restricción presupuestaria: Hogares con menos dinero real
Financiación agotada: Límites de tarjetas, préstamos alcanzados
Priorización: Solo lo indispensable (farmacia crece, perfumería cae 17%)

Comportamiento empresarial:

«Fuerte cautela operativa»: Frenan decisiones de inversión
Motivos: Incertidumbre de costos + competencia feroz
Resultado: Actividad en «lógica de transición» (esperando mejoras)

El desacople intrigante: mala realidad vs. buenas expectativas

Paradoja detectada:

Presente: Contracción márgenes + deterioro percepción
Futuro (2026): «Proyección optimista» sostenida

Explicación posible:

Fe en el plan: Creencia que ajuste actual dará frutos próximos
Comparación base baja: «No puede empeorar más»
Señales positivas aisladas: Inflación baja (relativamente), riesgo país cae
Psicología empresarial: Resiliencia típica del sector pyme

Contexto macroeconómico que explica la caída

Factores convergentes:

Salarios reales caídos: 72% trabajadores gana menos de $1M (ver informe anterior)
Crédito caro: Tasas altas para combatir inflación
Incertidumbre política: Reformas en discusión generan espera
Fin de promociones: Ahora 12, etc., perdieron potencia
Ahorro forzoso: Dinero va a servicios (luz, gas subieron 175% en participación salario)

Impacto diferenciado por tipo de comercio

Pequeños comercios de barrio:

Ventaja: Conocen clientes, pueden flexibilizar
Desventaja: Menos capital de trabajo para aguantar
Tendencia: Sobrevivencia día a día

Medianos comercios:

Mayor estructura: Costos fijos altos (empleados, alquiler, impuestos)
Dependencia crédito: Más afectados por tasas altas
Vulnerabilidad: Caídas del 9% mensual pueden ser fatales

Rubros específicos:

Alimentos: Caen pero menos (5,9%) → necesidad básica
Perfumería/lujo: Se desploman primero (17%) → postergable absoluto
Farmacia: Crece (1,8%) → necesidad ineludible

Perspectiva regional: ¿cómo le fue al Chaco?

Datos no desagregados pero inferibles:

Chaco: Probablemente caída mayor que promedio nacional
Razones:

Menor poder adquisitivo: Salarios provinciales más bajos
Informalidad alta: ~40% sin ingresos estables
Estacionalidad agrícola: Zonas rurales dependen de cosechas
Menos crédito: Banca más restrictiva en interior

Rubros chaqueños más golpeados:

Electrodomésticos: Postergables en crisis
Textiles: Ropa no esencial primero se recorta
Muebles: Inversiones hogar congeladas
Alimentos básicos: Podrían resistir mejor

Expectativas para 2026: ¿optimismo justificado?

Argumentos a favor del optimismo:

Inflación descendente: Proyectan ~15% para 2026 (vs. 30% 2025)
Reactivación crédito: Si baja inflación, bajan tasas
Reformas estructurales: Si se aprueban, podrían atraer inversión
Base baja: Cualquier mejora se nota mucho

Argumentos en contra:

Salarios deprimidos: Recuperación tomará años
Hábitos cambiados: Consumidores aprendieron a vivir con menos
Competencia digital: Comercio electrónico gana terreno
Costos estructurales: Impuestos, servicios siguen altos

Recomendaciones para comerciantes pyme

Corto plazo (supervivencia):

Ajustar inventarios: Menos stock, rotación más rápida
Focalizar en esenciales: Lo que realmente se vende
Flexibilizar pagos: Cuotas sin interés aunque sea difícil
Reducir costos fijos: Renegociar alquileres, servicios

Mediano plazo (preparar recuperación):

Digitalización acelerada: Ventas online, redes sociales
Diferenciación: Experiencia de compra que grandes cadenas no dan
Alianzas estratégicas: Con otros comercios del barrio
Capacitación: Vendedores que sepan asesorar realmente

Implicancias para la economía general

Efecto multiplicador negativo:

Menor ventas → menos producción → despidos
Despidos → menor consumo → menor ventas (círculo vicioso)
Menor recaudación → menos obra pública → menos actividad
Quiebras comerciales → desalojos, cadena de pagos rota

Riesgo sistémico:

Pymes = 70% empleo privado en Argentina
Comercio = gran parte de ese 70%
Conclusión: Si comercio pyme colapsa, empleo masivo en riesgo

Comparativa con otros indicadores

Consistencia con datos previos:

Ventas pyme caen 9,1% → coincide con 72% trabajadores pobres
Perfumería -17% → coincide con servicios 11% del salario (menos para lujos)
Farmacia +1,8% → coincide con consumo esencial prioritario

Desacople interesante:

Macro «mejora»: Riesgo país baja, mercado de capitales vuelve
Micro empeora: Ventas caen, salarios reales bajan
Explicación: Mejora financiera no llega a economía real aún

Reflexión final:
Un desplome del 9,1% en ventas minoristas pyme no es un «ajuste»; es el sonido de un motor económico que se detiene. Cuando perfumería cae 17%, no es que la gente dejó de perfumarse; es que eligió entre perfume y comida. El optimismo para 2026 parece más un acto de fe que una proyección basada en datos. La pregunta crucial: ¿cuántos comercios sobrevivirán hasta que esa esperada mejora llegue?

¿Vos qué notás?: