«Cualquier mujer con dos dedos de frente»: consternación nacional por lo que expuso Javier Milei sobre Julieta Prandi

Nadie lo esperaba.

Toda la Argentina celebró el gran logro de Julieta Prandi: después de una larga lucha finalmente logró hacer Justicia. Por el cargo de abuso sexual en el matrimonio, Claudio Contardi, su ex marido y padre de sus hijos, recibió una condena de 19 años. 

“Hoy empiezo a vivir”, fue la frase de Julieta Prandi, que inicia un antes y un después en su vida. Sin embargo, en medio de tanta celebración, apareció un aberrante mensaje. Se trata de Nicolás Marquez, un hombre muy cercano al gobierno de Javier Milei. Este cuestionó el abuso sexual, psicológico, económico y físico del que fue víctima la modelo.

«Julieta Prandi: no me agrada la farándula ni los escándalos «mediáticos», peo el tema caló tan alto que es imposible no enterarse. No conozco ni tengo referencias personales de la actriz en cuestión y mucho menos conozco quien ha sido el ex marido de ella, hoy judicialmente contra las cuerdas», escribió el autor de la biografía de Javier Milei.

«Pero sinceramente me cuesta creer que una mujer mediática, mayor de edad, que 25 años atrás hacía una sátira con Francella en torno a una relación de tinte pedofílica, con autonomía económica, notoriedad pública y vínculos sobrados, haya vivido «secuestrada» y abusada sexualmente durante años por su propio marido”, siguió. 

“Cualquier mujer con dos dedos de frente y cierto nivel cultural, al ser golpeada o abusada por su esposo, se separa en el acto y hace la denuncia pertinente. Cómo hizo para vivir por años bajo «secuestro» sin escaparse? ¿Cómo se prueba que fue «abusada» si no es por testimonios de sus amigos o de su actual pareja. Un tal Emanuel Ortega que bien podría declarar por celos contra su pareja anterior-?”, escribió. 

“Sospecho mucho de las denuncias tardías de suyo improbables, solo sustentada en el apoyo del lobby de actores, de los amigos de la denunciante y de la actual pareja de la persona supuestamente dañada. De los cuales ni una solo fue «testigo» presencial de «el secuestro» ni mucho menos de los abusos sexuales denunciados. Su única prueba es el testimonio de la persona que dice haber padecido tal cosa. CONCLUSIÓN: NO ME CIERRA NADA», cerró desde sus redes sociales.