Deflación en Carnicerías: La Caída del Consumo de Carne Mantiene Estables los Precios

2 de junio de 2025
En un contexto económico complejo, el consumo de carne en Argentina está experimentando una notable disminución, a pesar de que los precios se mantienen estables. Luis Alberto Sotelo, presidente de la Cooperativa de Trabajo del Frigorífico Resistencia, ha explicado esta paradoja en el mercado de la carne, donde la gente está comprando menos carne a pesar de la estabilidad en los precios.
Situación Actual del Mercado de la Carne
Según Sotelo, aunque la venta de carne ha disminuido, esta caída no ha sido drástica. Los precios se mantienen estables porque cualquier aumento resultaría en una menor cantidad de ventas. «Lo que pasa es que la carne cada vez se vende menos. Aunque bajó la venta, no lo hizo mucho. Y los precios están quietos porque justamente si se aumenta, se vende menos», aseguró.
El último incremento en los precios de la carne se dio en dos tandas: una del 10% y otra del 15% entre febrero y marzo. Desde entonces, no ha habido nuevas subas. «Llegó la temporada de los feedlot, que es lo que más se consume, y por ahora va a quedar quieto», aclaró Sotelo. Además, mencionó que los productores de feedlot necesitan vender su producción para evitar pérdidas.
Influencia de la Política Económica
Sotelo también destacó el impacto de la política económica nacional en el consumo de carne. «El gobierno lo que está haciendo es no emitir billetes y congelar los sueldos. El precio de la mercadería sube poco, pero la gente puede comprar menos. No hay plata en la calle», explicó. Esta situación ha llevado a los consumidores a ajustar sus hábitos de compra.
Cambio en los Hábitos de Compra
Se ha observado un cambio silencioso pero constante en los hábitos de compra de carne. «La gente se administra para que le alcance. Algunos que compraban dos kilos, hoy compran uno», señaló Sotelo. Los días en que repuntan las ventas son al principio del mes, cuando la gente cobra sus sueldos. Además, hay un uso intensivo de tarjetas de crédito, especialmente en los días de promociones. «Se nota mucho el uso de tarjetas y de billeteras virtuales», remarcó.
Ante la caída del poder adquisitivo, la demanda se orienta hacia cortes más accesibles. «Piden mucha molida, sobre todo en temporada de frío, donde se consume mucho guiso», dijo Sotelo. Afortunadamente, todos los cortes se venden de manera pareja, aunque en años anteriores algunos cortes como la pulpa se acumulaban y se procesaban en milanesas.
Preferencias del Consumidor
Existe una preferencia cultural por la carne de feedlot, que es más blanda y clara. «La gente se acostumbró a comer esa carne rosada y blanquita. Si la ve un poquito muy roja, ya cree que no es tierna», indicó Sotelo.
Impacto en los Frigoríficos
Mientras el consumo se ajusta y los precios no suben, los frigoríficos atraviesan un momento complejo. «Actualmente estamos en una situación muy difícil, porque el recupero —que es el cuero— viene en bajante. Entonces a veces hay que subir el servicio para poder recaudar», advirtió Sotelo. Este «servicio» se refiere a la faena a terceros, una práctica común entre los frigoríficos chaqueños. «La mayoría faena para su carnicería, pero también para terceros. Al bajar el precio del cuero no tenemos recupero y tenemos que aumentar el precio del servicio», detalló.
Finalmente, Sotelo puntualizó que, aunque la mayoría de los productores chaqueños siguen los precios del Mercado Agroganadero de Buenos Aires, los novillitos y vaquillas de campo que no pasan por el feedlot permiten precios algo más bajos. «Desde luego que en la batea sale un poquito más barato», concluyó.
Este panorama refleja los desafíos actuales en el mercado de la carne en Argentina, donde los consumidores y productores se adaptan a un entorno económico difícil, buscando estrategias para mantener la estabilidad y la viabilidad del sector.