«El Centro Breñense: Su Misión Principal es Brindar Alojamiento a Nuestros Compueblanos»
Sus integrantes contaron cómo trabajan todo el año para acompañar a quienes acuden a la capital chaqueña por tratamientos para la salud, entre otras necesidades.
La función primordial del Centro de Residentes Breñenses es dar alojamiento a las personas que necesitan alojarse en Resistencia y no tienen recursos como para pagar un hotel.

El lugar tiene capacidad para 58 personas y la tarifa que se abona por día es de $500; un monto simbólico que se destina fundamentalmente a gastos de limpieza.
EL SOSTÉN
Lo primero que el presidente de la Asociación Civil, Germán Garmaz, menciona a NORTE es que se puede seguir cumpliendo un objetivo solidario gracias a la comunidad de Las Breñas.
«Ellos sostienen todo, porque no dependemos de ayuda estatal», destaca. Si bien en algún momento recibieron el compromiso del gobierno provincial para refaccionar el edificio, lo concreto es que 80% de la ayuda proviene de socios.
Otra fuente de recursos son los eventos gastronómicos en los que venden porciones de locro, tallarines, lasaña, torta parrilla, pastelitos y varios tipos de postres. Si bien no representa una parte importante de los ingresos, solo ayuda para pagar algunas cuestiones domésticas.
POR SALUD
También se firman convenios con municipios como Charata, Corzuela, Taco Pozo y Fuerte Esperanza por aportes fijos de $40.000 mes que se destinan al mantenimiento de las instalaciones.
Como el centro breñense está en Yrigoyen 1645, a pocas cuadras del hospital Perrando, la mayoría de las personas que se alojan es porque acuden por tratamiento para alguna enfermedad. Y en menor medida acuden delegaciones de niños y jóvenes; el sábado había un equipo de vóley de Las Breñas que participaba en una competencia.
Por todo esto, Garmaz remarca que toda ayuda y donación es bienvenida para seguir funcionando en las mejores condiciones posibles.
Historias personales y familiares que se comparten como propias
Tres de los trabajadores que están permanentemente en el centro breñense son Basilio González, Mirta López y Paulina Saavedra. Son el personal estable que recibe y conoce a todos, «ellos son el corazón del lugar», dice Germán Garmaz. El presidente de la comisión habla de la gratificación de la gente que pasó por el lugar.

Basilio es albañil e intervino en muchas de las mejoras del edificio; Mirta trabaja como encargada de organizar tareas y Paulina se ocupa de otras labores cotidianas.
«Tenemos recuerdos de varias familias. Principalmente las que vinieron con problemas graves de salud», dice Mirta.
Hubo casos en los que tuvieron que cuidar y sostener a alguien que vio fallecer a un ser querido y pasar por dolorosos trámites en la morgue, por ejemplo. «Hacer gestiones para trasladar un cuerpo es un momentos muy duro y más en pandemia», cuenta.
Para Paulina esas experiencias son cercanas por haberlas vivido con su hija. Aunque también rescata momentos alegres, como abrazarse durante el Mundial de Fútbol. «Acá todo es como en una casa, una gran familia con integrantes de diferentes pueblos que nos saludamos por redes», dice sonriente.