«El Centro Conin en Barranqueras atiende a 30 niños en tratamiento»

Para conocer más sobre su labor cotidiana y los resultados logrados, NORTE visitó ayer el Centro de Prevención y Asistencia a la Desnutrición Infantil de Conin en Barranqueras.
Para conocer más sobre el funcionamiento habitual de Conin, NORTE visitó ayer su Centro de Prevención y Asistencia a la Desnutrición Infantil ubicado en Barranqueras. Su coordinadora, María Luisa Ruiz , contó durante la recorrida por las dependencias ubicadas en avenida 9 de Julio al 5400, que en este momento están en tratamiento para superar el estado de malnutrición 30 niños y niñas, con sus madres.

El equipo que lidera y coordina María Luisa está conformado por profesionales de varias áreas: una psicopedagoga, una estimuladora temprana, una asistente social, nutricionistas, una pediatra y una maestra jardinera (mientras buscan otra más para sumarse al staff y reforzar esa área).
Conin recibe niños y niñas de 0 a 3 años y medio. «Las madres asisten con sus niños para control de talla y peso», describió sobre la tarea vertebral del Centro. «A partir de ahí se hacen consultas en consultorio médico y nutricional», agregó. Previous


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En el proceso desde que un niño es recibido en el lugar y atraviesa esos primeros controles, es la evaluación que hace la asistente social la que determina si será ingresado para su tratamiento. Se analiza lo que denominan «riesgo social», y lo que las profesionales buscan es «fortalecer» a los niños para que antes de los 4 años de edad no lleguen a un estado de desnutrición.
«Hacemos hincapié en esos primeros años de vida, hasta los cuatro años y medio, porque es lo que determinará que puedan adaptarse a la sociedad y trabajar. Después de esa edad, si el niño no se recupera, tiene sus capacidades de aprendizaje disminuidas», explicó la coordinadora.
Limitaciones presupuestarias

En este momento, el Centro Conin de Barranqueras funciona dos días por semana (lunes y miércoles, separando a los niños por edades). Pero en otras épocas la atención era durante tres días. La principal limitante hoy es presupuestaria, ya que la institución no puede solventar todos los honorarios de la multiplicidad de profesionales que prestan allí sus servicios.
La coordinadora destacó por eso la necesidad de seguir contando con la colaboración de la comunidad. Pero además, recordó que desde marzo cuentan con aportes del convenio firmado entre la Fundación Conin y Capital Humano, vigente por tres meses. «Por los niños que tenemos, nos dan una orden de compra, y cada Centro Conin distribuye a diez comedores», recordó, y comentó que cada comedor asistido hace un requerimiento de los alimentos según las familias que asiste.
Fechas de vencimiento
Según su visión, resulta «muy exagerado» lo planteado en distintos medios sobre la fecha de vencimiento de las mercaderías destinadas a la asistencia social. «Nosotros estamos acostumbrados a recibir mercadería por vencer. Pero se llega perfecto con el tiempo en que la recibimos, se las damos a las madres y la consumen», ratificó María Luisa Ruiz.
Talleres y charlas
«Se engancharon de algo viejo que no tiene nada que ver», sostiene la coordinadora al hablar sobre una noticia publicada en medios nacionales que daba cuenta de talleres que se dictaban en los centros Conin, donde se les enseñaba a las mujeres a controlar su fertilidad.

María Luisa, que fue una de las primeras voluntarias que trabajó junto al doctor Adolfo Andreotti, aseguró que ese tipo de talleres no se dictan aquí. Es más, repasó uno por uno los que actualmente se ofrecen a las madres de los niños en tratamiento.
Por caso, destacó los conocimientos que las mujeres adquieren en el taller de cocina (los lunes), que es dictado por una nutricionista, y en el de manualidades (costura, tejido, pintura entre otras son las actividades que se ofrecen). Además, se ofrecen charlas a cargo de la pediatra y de la nutricionista.

Para el taller de cocina, cada mamá recibe un bolsón semanal de alimentos que contiene arroz, fideos, yerba, azúcar, huevos, maicena, harina y aceite. Aparte, reciben una caja de leche de un kilo. «Hacemos en el taller platos nutritivos para que las madres repliquen en sus casas», reveló. También hay algunas elaboraciones que sirven para la venta, para que cada mujer reúna sus propios recursos.
«Buscamos educar a las madres para que sus niños tengan una mejor vida que la que tienen ellos. Y también que se sientan empoderadas, que tengan autoestima y sientan que lo que hacen, sirve», resumió.
Buscamos educar a las madres para que sus niños tengan una mejor vida y para que se sientan empoderadas, que tengan autoestima.
El aprendizaje y compromiso de una madre

Silvia Navarro es una de las madres que asisten al Centro Conin Barranqueras. Lo hace desde 2015. Tres de sus hijos (Osvaldo, Juan y Ama Bella) pasaron por allí y lograron recuperarse.
«Aprendí de todo un poco. Primero en manualidades, con telas, a hacer una muñequita soft. En un año vendí 350», contó a NORTE sobre su primer microemprendimiento. Flores, guantes y mochilas son otros productos que también aprendió a hacer y que pudo vender para generar sus propios recursos. «No hay nada imposible, todo se puede mientras haya salud y con compromiso», resaltó.
«En el taller de cocina nos enseñaron a hacer torrejas de acelga, masitas de avena y ahora estamos haciendo un bizcochuelo de maicena. Primero es para consumo familiar y luego para vender», relató.