El contrabando se expande por todo el país y amenaza a la producción local

6 de agosto de 2025

El contrabando en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, expandiéndose más allá de las provincias del norte y afectando a regiones donde antes era un fenómeno marginal, como Mendoza, San Luis y La Pampa. Esta situación, impulsada por un dólar «barato» y la desregulación del comercio exterior, está poniendo en jaque a la producción local y alimentando un circuito comercial paralelo que agrava la competencia desleal.

Impacto del contrabando

Según Fabián Hryniewicz, director de la Comisión de Fronteras e Ilegalidad de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la situación se ha agravado notablemente. «Hoy ingresan más productos ilegales que legales», afirma Hryniewicz, destacando que las bandas transnacionales operan con una logística bien aceitada, utilizando vehículos de gran porte y aprovechando pasos fronterizos secundarios y servicios de courier clandestino.

El contrabando no solo afecta a productos tradicionales como cigarrillos y bebidas alcohólicas, sino que también incluye zapatillas, juguetes, heladeras, alimentos, marroquinería y textiles. Esta diversificación del contrabando está generando una competencia desleal que perjudica a los productores locales y pone en riesgo la salud de los consumidores.

Sector calzado y juguetes

El sector del calzado es uno de los más afectados. Operativos recientes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, La Matanza y la zona de Flores han detectado locales que comercializan calzado deportivo importado de manera irregular, sin etiquetado obligatorio ni registros de importación ante la AFIP. Estas marcas «truchas» llegan desde China, Chile o Perú y se venden a precios imposibles de igualar para los fabricantes locales.

«El fraude marcario es una amenaza estructural», sostiene Horacio Moschetto, de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC). Este fraude no solo implica evasión impositiva, sino también una competencia desleal que debilita toda la cadena de producción local, desde diseñadores hasta comercios y proveedores.

En la antesala del Día del Niño, la Cámara del Juguete también ha lanzado una alerta por la creciente circulación de productos inseguros y de baja calidad. Se estima que el 30% del mercado de juguetes está compuesto por artículos ingresados por contrabando o vendidos en canales ilegales, como ferias, redes sociales y plataformas de e-commerce. «La informalidad no solo pone en riesgo a los fabricantes nacionales: también puede ser fatal para un niño», señala un comunicado de la cámara, que detalla casos de juguetes eléctricos sin protección, peluches inflamables y productos con piezas pequeñas o sustancias tóxicas.

Medidas y soluciones

Desde CAME, se proponen medidas anticíclicas en las ciudades fronterizas: aumentar los impuestos cuando el dólar favorece y reducirlos a tasa cero cuando no. Además, se insiste en la necesidad de una política integral que proteja la producción nacional, simplifique el sistema impositivo y garantice una red efectiva de controles en fronteras y comercios, tanto físicos como online.

La Unión Industrial Argentina (UIA) también ha mantenido reuniones con el Ministerio de Seguridad para plantear la necesidad de combatir y frenar el ingreso de mercadería por contrabando. Advierten que el aumento de la informalidad es un riesgo para los consumidores y genera una competencia desleal y una presión adicional sobre el sector formal de la economía, ya muy penalizado por la alta presión tributaria vigente.

Conclusión

El contrabando en Argentina no solo desincentiva la inversión y empuja al cierre de comercios, sino que también aumenta el desempleo y genera un efecto bumerán en la economía. La solución requiere de un enfoque integral que combine operativos puntuales con políticas de protección a la producción nacional y simplificación impositiva. La expansión del contrabando es un llamado de atención para las autoridades y la sociedad en su conjunto, que debe trabajar para proteger la economía formal y garantizar la seguridad de los consumidores.