El Gobierno Absorbe el Costo de la Devaluación para Controlar la Inflación

El reciente aumento del dólar a $1,300 ha puesto al Gobierno en una encrucijada: controlar las tarifas de servicios públicos para evitar un impacto significativo en la inflación, especialmente en un contexto preelectoral. El ministro de Economía, Luis Caputo, ha decidido absorber el costo de la devaluación y no trasladarlo a las tarifas de luz y gas durante el invierno.

Impacto de la Devaluación en los Costos de Energía

Los costos de la energía en Argentina están directamente vinculados a la evolución del dólar debido a la dolarización de la producción de gas, los costos de generación eléctrica y los precios de los combustibles derivados del petróleo. La suba del dólar de $1,150 a $1,300 en el último mes y medio ha incrementado estos costos, lo que podría haber llevado a un aumento en las tarifas de servicios públicos.

Medidas del Gobierno

Para evitar un fuerte aumento en las boletas de servicios públicos, el Gobierno ha decidido asumir un mayor gasto en subsidios durante el invierno. Por ejemplo, el gas de producción nacional tiene un costo de 3.13 dólares por millón de BTU en promedio entre octubre y abril, y casi US$4 el resto del año, a lo que se suma el costo de las importaciones.

El Gobierno ha ordenado que el Estado se haga cargo por completo del costo de importar gas de Bolivia y Gas Natural Licuado (GNL) por barcos a unos US$14, sin trasladarlo a las tarifas. Además, se ha reducido el precio del gas en dólares a US$3.07 en junio y a US$3.045 en julio, lo que compensa parcialmente la suba del tipo de cambio.

Objetivo de las Medidas

El objetivo de estas medidas es que las tarifas tengan un incremento final en línea con la inflación, compensando las bajas en dólares, las subas del tipo de cambio y las actualizaciones mensuales por inflación pasada de los componentes regulados, como el transporte y la distribución.

Compensación de Subsidios

El mayor gasto en subsidios durante estos meses se verá compensado por el reempadronamiento de 2.1 millones de usuarios que dejaron de recibir la ayuda del Estado y un mayor recupero de los costos en verano. Además, en el primer semestre, los subsidios a la energía tuvieron un ajuste real del 62% en comparación con el período enero-junio de 2024.

Situación de los Combustibles

Por el lado de los combustibles, el Gobierno no interviene directamente en los precios. Sin embargo, la suba del dólar y el alza del petróleo en los últimos 50 días han generado un atraso en la nafta súper que rondaba el 15% hasta el sábado previo al ajuste de YPF. Las petroleras entienden que su demanda no puede convalidar los precios de mercado y absorben pérdidas, mientras se amplía la brecha entre los valores de YPF y sus competidores.

Conclusión

La estrategia del Gobierno de absorber el costo de la devaluación y no trasladarlo a las tarifas de servicios públicos es un intento por controlar la inflación y mantener la estabilidad económica en un contexto preelectoral. Sin embargo, esta medida implica un mayor gasto en subsidios que deberá ser compensado en el futuro. La situación de los combustibles, por otro lado, refleja la complejidad de manejar los precios en un mercado influenciado por factores internacionales y locales.