El gobierno transfiere a las provincias el control del brote de dengue.
El vocero presidencial salió a respaldar al ministro, de quien dijo que «desempeña su tarea en forma exquisita», y esto sorprendió a todos.
La gestión de Javier Milei asegura que está cumpliendo con todo aquello le compete a la Nación en el manejo de la epidemia del dengue, que está registrando un brote histórico, seis veces mayor que el año pasado.

Para el gobierno, el manejo de la enfermedad que transmite el mosquito es materia, eminentemente, de las provincias. «Son los distritos los que tienen que hacer frente al tema. Es un tema de las provincias», informó ayer el diario La Nación citando fuentes cercanas al jefe de Estado.
Esa es la línea oficial que comenzó a transmitir en las últimas horas el ministro de Salud, Mario Russo. La Casa Rosada habilita a muy pocos voceros de la gestión, y en materia sanitaria -más allá de los comunicados que emitía el ministerio de forma periódica en su portal- esta semana le pidió al ministro que levantara el perfil para hablar sobre el dengue.
LA EXPLICACIÓN DE RUSSO
Luego del llamativo silencio, Russo brindó en las últimas horas entrevistas en cinco medios nacionales, televisivos y gráficos y dijo que la función del Ministerio de Salud de la Nación es tener una «rectoría» ante las provincias con medicina «basada en la evidencia» y no «en factores externos que puedan condicionar las decisiones».
Así defendió, por ejemplo, la decisión de no incluir la vacuna contra el dengue en el Calendario de Vacunación Nacional.
Fuentes del gobierno señalaron: «Esta es una enfermedad que ataca en las casas, en los barrios. El trabajo de los gobiernos locales es el más importante de todos».
OFERTA Y DEMANDA
A raíz de la falta de repelentes en farmacias y otros puntos de venta, fuentes oficiales se limitaron a decir que hubo un contacto entre el Ministerio de Salud y el Ministerio de Economía para verificar que estuviera fluida la importación de insumos para la fabricación del producto.
Pero, para la concepción del gobierno, el problema de stock obedece a una cuestión de «oferta y demanda» que el mercado subsanará sin mayores intervenciones del Estado.
Respecto a las campañas de concienciación, además de la aparición del ministro del área en algunos medios, a comienzos de marzo, el gobierno hizo un spot para promover el descacharrado y prevenir la propagación del mosquito.
Se difundió en estaciones de transporte público y también en medios de comunicación audiovisuales, pero solo en los espacios cedidos por interés público. Es decir, que no se pautó con fondos públicos esta campaña, sino que se transmitió en los segundos cedidos por ley para campañas de bien público.
Paralelamente, distintas voces extraoficiales del ecosistema libertario en redes sociales salieron a cuestionar al laboratorio Takeda que produce la vacuna, por presuntas actividades de lobby a través de reconocidos infectólogos y epidemiólogos.