El Perrando alcanza su capacidad máxima por el aumento de demanda de atención

La institución recibe cada vez más pacientes con obra social o que perdieron la cobertura de salud por falta de trabajo.
El complejo contexto económico que atraviesa el país, y al que no escapa lógicamente la provincia, repercute en buena parte de las actividades vinculadas a la producción de bienes y servicios; y representa desafío cada vez más importantes en las redes de contención que supo tejer el Estado entre las cuales se encuentra la Salud Pública, que afronta una demanda creciente con recursos cada vez más escasos.

El fenómeno no es exclusivo del Chaco. En las últimas semanas, desde las carteras sanitarias de provincias con presupuestos más robustos como Buenos Aires o Córdoba, por caso, salieron a alertar sobre la tensión generada en los últimos meses sobre el sistema público, que tiene particular impacto en los hospitales.
«En el Perrando, estamos al tope de las posibilidades», alertó la directora del principal nosocomio provincial, María Laura Lescano, en diálogo con NORTE.
DEMANDA EN AUMENTO
Lescano señaló que desde febrero comenzó a notarse un aumento en la demanda de atención, fundamentalmente con el pico de brote de dengue. En ese momento se multiplicaron las consultas, pero a la vez «aumentó todo lo que tenía que ver con pacientes con obra social, que comenzaron a requerir asistencia en el hospital público.
Lejos de aminorar, con el transcurso del año el fenómeno se profundizó. «Para abril, ya comenzó a notarse ese aumento de demanda en internaciones y consultas ambulatorias con especialistas, sobre todo en pacientes que tenían prepagas pero se vieron obligados a dejar de pagar y hoy vienen al hospital. Lo mismo ocurre con quienes tienen obra social por los aumentos de los montos que les cobran en concepto de plus en las consultas», describió.
ALGUNAS CIFRAS
El aumento de la demanda se cuantifica en un proceso de análisis minucioso que se realiza a nivel ministerial. Sin embargo, Lescano notó que, desde principios de año, sólo la concurrencia de pacientes con obra social, que históricamente prefería las clínicas privadas, se ha incrementado en torno al 25%.
«La atención no se niega, que lógicamente estamos limitados en varios aspectos y por eso, intentamos que en estos casos se facilite la internación en un sanatorio, o bien se realicen los estudios complementarios en el sistema privado y luego que consulte nuevamente en el hospital», contó.
En líneas generales, la directora de Perrando consideró que si bien es necesaria una readecuación de la pauta de recursos, el principal nosocomio «no está desbordado». «Si no pudiésemos pagar a los proveedores o dar respuesta a todas las personas que concurren al hospital, podría decirse que hay una situación de desborde; hoy eso no ocurre, pero sí estamos dando lo máximo que se puede y esto requiere trabajar en las necesidades para evitar inconvenientes más importantes», cerró.