«El Presidente no se puede enamorar de un proyecto que sólo busca bajar la inflación»
El exministro de Hacienda analiza la sostenibilidad del modelo económico, repasando las acciones aplicadas para contener la inflación, que hasta febrero tuvo una tendencia fuerte a la baja, pero en marzo volverá a subir.
«El proceso inflacionario, con este modelo y descontando marzo que tendrá un rebote, tiene una tendencia a la baja inexorable producto del estancamiento de la economía . Lo que nos preguntamos es hasta dónde la gente lo podrá resistir «, planteó el exministro de Hacienda del Chaco, Cristian Ocampo -hoy al frente de la Consultora Ocampo&Asoc-, al analizar el dato de inflación de febrero conocido el martes. Además, más allá de la coyuntura, expuso su visión sobre la sostenibilidad del plan propuesto por el gobierno nacional.

En febrero se plasmó una marcada desaceleración de la inflación mensual , tanto en el índice general (13,2%) como en el que refleja lo ocurrido en el NEA (10,9% con respecto a enero, 8,6 puntos porcentuales menos).
«De enero a febrero, la inflación bajó un 35% , con un diciembre de 2023 que tuvo el pico máximo», reflejó el economista en diálogo con NORTE, observando la tendencia decreciente del indicador.
En ese marco, advirtió que «el estancamiento de la economía significa menos ventas, cierre de pymes y micropymes –algo que ya está ocurriendo-, desempleo y pérdida de alquileres» . Por eso sostuvo que «recuperar el nivel de actividad tras una caída no es automático, ya que la decisión de producir lleva más tiempo que la de cerrar». Justamente ese es el punto más débil del modelo, según su opinión: «El Presidente no se puede enamorar de un proyecto que sólo busca bajar la inflación, descuidando el desenvolvimiento de la actividad productiva y comercial».
Ocampo también resaltó la necesidad de «barajar y dar de nuevo en la gestión pública». «Una de las apuestas del gobierno es recuperar la credibilidad en el plano internacional para volver a acceder al crédito destinado a la obra pública, y lograr ayuda de organismos para atención a sectores vulnerables en lo social», expuso. En suma, esta nueva configuración del Estado buscará tener fuentes de financiamiento internacional y no por la vía de la emisión monetaria que genera inflación.
De enero a febrero, la inflación bajó un 35%, con un diciembre de 2023 que tuvo el pico máximo.
Marzo con rebote

En cuanto a marzo, el economista recordó que es un «mes estacional donde hay subas de precios por la salida del período vacacional, porque se encienden los motores de la producción, y la sociedad comienza a movilizarse en lo laboral e inicia el período lectivo». De ahí que estimó el rebote con respecto a febrero ubicando el número del tercer mes entre 15 y 17%.
Que el dato de marzo estimado hoy por los privados esté por debajo del 20% se explica porque los aumentos en Transporte ya impactaron desde febrero, igual que en Comunicaciones.
Con respecto al desempeño de los rubros que componen el índice, Ocampo marcó lo ocurrido en febrero con Alimentos y bebidas no alcohólicas , que en el NEA fue el que menos subió (8,7%), luego de meses en que había sido uno de los más impactados por la fuerte suba.
Sobre los motivos, explicó que «la caída en el consumo» derivada de la pérdida de poder adquisitivo traccionó los precios a la baja.«En febrero no hubo prácticamente paritarias . En el sector público el gobierno nacional no convocó, y entre los privados dejó más liberado a lo que resolvieran la patronal y los empleados. En marzo, en cambio, comenzará el proceso paritario sobre todo en el sector público, y puede haber una recuperación del poder adquisitivo», indicó.
En esa línea, recordó que en el Chaco el 50% de la población activa empleada es estatal . «En marzo veremos movimientos paritarios con docentes y la administración central. Estimo que cualquier movimiento paritario estará por encima de los 13 y hasta los 20 puntos, superando la inflación, lo que podría ayudar a vitalizar nuevamente el consumo», trazó.
El Estado se retiró del consumo
El exministro explicó que marzo, como mes estacional, presenta un problema: «No hay pesos. El gobierno ajustó el déficit fiscal, cortó el financiamiento al Tesoro y está bajando fuertemente la emisión de la deuda cuasi-fiscal, con una reducción fuerte de la tasa de política monetaria que la llevó al 80%. Esto tiene consecuencias: el Estado se retiró del consumo», graficó.
Dentro del PBI –expuso- uno de sus componentes es el consumo, que se divide en público y privado. «El Estado está sólo con gastos de funcionamiento, pero se retiró se programas de salud y sociales , y de la obra pública; y el consumo privado también está desacelerado fuertemente por la pérdida del poder adquisitivo del 36% en dos meses «, reveló.
Apelar a esos instrumentos para cortar la suba general de precios «es algo deliberado del gobierno, que tiene como única y prioritaria misión bajar la inflación, al costo que sea, comprimiendo el gasto fiscal en niveles máximos, con las consecuencias que ello implica, por ejemplo, en la suba de tarifas por la quita de subsidios», repasó Ocampo. Del mismo modo marcó lo que ocurre en el sector de la construcción, que tuvo un gran dinamismo en su actividad y hoy registra caídas históricas.
El estancamiento significa menos ventas, cierre de pymes y micropymes, algo que ya está ocurriendo, y desempleo.
Estabilización en un dígito y recuperación
Según el análisis de Ocampo «el gobierno espera que la estabilización de la inflación en un dígito haga que la recuperación real del salario -vía acuerdos paritarios- pueda nuevamente motorizar el consumo , con un BCRA que está recuperando reservas y un sector público en equilibrio que no demande financiamiento vía emisión monetaria».
Al respecto, mencionó un dato no menor: la emisión monetaria no está acompañando la evolución de la inflación. «Lo normal es que cuando hay inflación, el BCRA emita moneda al mismo ritmo inflacionario para que la cantidad de dinero circulante acompañe el valor de los bienes en el mercado. Pero el gobierno no está haciendo eso, con lo cual el enfriamiento y la contracción monetaria son muy fuertes , y se están sintiendo y reflejando en la caída de la actividad industrial, en la venta de electrodomésticos y de automóviles», indicó.

«Bien pensado»
Para el exministro, el plan que está en la cabeza del Presidente «está bien pensado» en términos de contención de la inflación y una salida posible al estancamiento económico. «El gobierno quiere que los pesos (en depósitos a plazo fijo, que no rinden versus inflación) salgan del sistema financiero . Si van a compra de bienes, motorizan la economía e inyectan consumo. Y si no, van al dólar (blue o financieros), cuyo precio viene bajando y puede volver a subir por la mayor demanda», trazó.
A la vez, el Banco Central «viene acumulando reservas» por la liquidación de importadores y, con los niveles actuales, el país se acerca a la posibilidad de liberar el cepo cambiario. «Se podrá liberar cuando haya dólares suficientes para que no existan más restricciones a la compra de la divisa», explicó.
Frente a ese escenario de unificación del tipo de cambio, Ocampo marcó que será necesaria una nueva devaluación para llevar el dólar del valor oficial de 868 pesos a los niveles que tengan los dólares financieros. «Si la población aguanta, esa devaluación corrige definitivamente el balance del Banco Central por la licuación», afirmó.
Si la población aguanta, una nueva devaluación podrá corregir definitivamente el balance del Banco Central por la licuación.
Importaciones de alimentos: mucho en contra y poco a favor
Entre las medidas para contener la inflación, sobre todo en bienes básicos, el gobierno nacional anunció la apertura de las importaciones de alimentos. «Es discutible, porque es una herramienta de corto plazo para controlar los precios internos y disciplinar a sectores concentrados ; pero Argentina no es un país importador de alimentos sino productor y exportador», subrayó Ocampo al respecto.
Y compartió un ejemplo: «He visto en Bolivia lo que hicieron con su régimen de importaciones, que permite comprar hasta U$S 10.000 a cada ciudadano de manera libre. Esto genera una regulación de precios casi automática, porque no hay capacidad de concentrar los precios dada la libertad de ingresar productos desde el exterior. Esto funciona para contener precios y evitar la concentración. Pero como contrapunto, en Bolivia no encontrás ninguna otra industria que no sea la de explotación de gas».
Aunque no existen certezas, el economista sostuvo que es esperable que esta sea una medida de shock, temporal y para «darle otro golpe a la inflación», tras las reuniones que mantuvo en los últimos días el ministro de Economía, Luis Caputo, con industriales del sector alimenticio y con grandes cadenas de supermercados, sin lograr un consenso general para bajar los precios por fuera del esquema de promociones.

En ese punto, consideró que las cuestionadas promociones de los grandes supermercado s (2×1 o el segundo producto al 50 o 70%), no son la causa de la elevada inflación del país. «El problema es la inercia inflacionaria que traíamos, los altos niveles de tasas de interés que encarecían el crédito y que son todavía altísimos, y el proceso electoral incierto con precios de cobertura que pueden verse en productos que en estos días bajaron hasta un 30% de precio», enumeró.
Allí, Ocampo se refirió al comportamiento empresarial: «No hay que culpar al empresario en un contexto de tanta incertidumbre como vivimos el año pasado. Muchos se stockearon y subieron precios como para no vender. Hoy, esos precios de cobertura quedaron muy altos y los empresarios quedaron con stock que se tienen que sacar de encima».
En esa línea, el economista habló de un tema poco abordado: los márgenes empresariales de los grandes actores del sector productor y de comercialización de bienes básicos. «La inflación provoca que haya una distorsión de precios , que nadie tenga un parámetro claro de los límites. Una suerte de ‘a río revuelto, ganancia de pescadores’. Todo eso, en un escenario de enfriamiento de la actividad económica, desaparecerá porque, quienes no se muevan más rápido y administren sus costos y márgenes reales, quedarán fuera del mercado «, aseguró.

Por Leticia Muñoz
Prosecretaria de Redacción.