El respeto por la diversidad: Día de la Cero Discriminación

Estamos próximos al comienzo de las clases y muchos padres, madres o tutores/as tal vez estarán inquietos por la aplicación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral ¿Qué les enseñarán? ¿De qué hablarán este año?

A 16 años de la sanción de la Ley, deberíamos estar ya en pleno conocimiento de lo que la misma implica y tranquilos/as y felices de su existencia.

La Ley de ESI es hermosa. Cualquiera puede bajarla de Internet para conocerla.

Y para analizarla debemos tener en cuenta los cinco ejes transversales que abarca; a saber:

  • El cuidado del cuerpo y la salud
  • La valoración de la afectividad
  • El respeto por la diversidad
  • La perspectiva de género
  • El conocimiento de nuestros derechos

Me voy a referir al tercero de los nombrados, si bien todos se interrelacionan en cualquier abordaje que se realice en una clase o en una situación que irrumpe en la escuela.

Desde el Nivel Inicial, las niñas y los niños van a percibir que son distintas/os de quienes tienen al lado: Luis es alto, Sofía está en silla de ruedas, Lulú tiene ojos azules, Marcos es venezolano, Pedro usa audífonos…y tantas otras diferencias entre unos/as y otros/as que, de ninguna manera, significan o justifican desigualdad en el trato u oportunidades.

Si a Juan le gusta jugar a la pelota y a Liliana también, pues a compartir el patio se ha dicho. Luego irán ampliando sus miradas a las familias propias y ajenas y verán que la familia de Pedro está formada por mamá, papá y un hermanito/a por nacer, la de Miriam por su abuela y ella, la de Rodrigo por dos papás, la de Ignacio por una mamá y un papá que viven en casas diferentes y él comparte un tiempo con cada uno, etcétera.

Si desde la infancia ayudamos a “educar la mirada”, a valorar que la diversidad nos enriquece como sociedad, que las desigualdades biológicas no implican inequidades de trato, esta mirada respetuosa continuará desarrollándose en la pubertad, adolescencia y adultez.

La orientación sexual y la identidad sexual de los pares serán parte de esta diversidad natural de los seres humanos. Los estereotipos corporales que tanto daño hacen a nuestras/os jóvenes desaparecerán. No habrá lugar para el bullying ni la violencia de cualquier tipo.

Como dije antes, este es sólo uno de los ejes de la ESI. Todos son importantes y se relacionan entre sí. Necesitamos la plena aplicación del Programa Nacional creado a tal efecto, el compromiso de las escuelas y el apoyo de las familias.

Hoy, en el Día Internacional de la Cero Discriminación, y tras la tragedia de las gemelas argentinas en Barcelona, nunca más apropiado el slogan de la ONU para este día: “La discriminación pone en peligro la vida de las personas”.

Cultivemos la cero discriminación desde temprana edad. Eduquemos nuestras miradas.