«En cuatro meses, los salarios perdieron un 24% de su poder adquisitivo.»
Superaron el piso mínimo de la convertibilidad, que fue del 20%
Según los datos del indicador de Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (RIPTE), los salarios de los trabajadores argentinos acumulan una caída del 24% respecto a la suba de precios.
De esta manera, superaron el mínimo histórico que habían alcanzado al final de la convertibilidad, que fue del 20%.
Los datos indican que, en febrero, los salarios aumentaron un 11,5%, frente a una inflación del 13,2%, según informó el Indec a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Así, el salario promedio en febrero fue de $619.007,05, por debajo de la canasta familiar de pobreza, que se ubicaba en $690.901,57 para un matrimonio con dos hijos menores.
Los datos de 2023 indican que el salario promedio había terminado en $484.298,40, con un crecimiento del 149,4% en comparación con el año 2022, cuando era de $194.175,11 aunque el aumento no alcanzó para ganarle a la inflación, que trepó al 211,4% acumulado durante todo el año pasado.
En términos de poder adquisitivo, esa diferencia significó un 20% de pérdida para los trabajadores formales que estudia el RIPTE.
El RIPTE mide la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de trabajadores en relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.