En verano, los perros suelen enfrentar problemas como golpes de calor, quemaduras en las patas, alergias a picaduras de insectos y riesgos de deshidratación.

En esta época del año el cuidado de las mascotas debe extremarse, ya que están expuestas a insectos y altas temperaturas.

El verano es una época especial, ya que en nuestra región, además de coincidir con las fiestas de fin de año, es el período de las vacaciones escolares y laborales.

Las costumbres propias de la estación tienen que ver más con el ocio, las salidas y los viajes, pero esto no debe llevar a descuidar las rutinas imprescindibles para que el hogar siga su marcha a diario, a fin de no tener sorpresas desagradables.

Y el cuidado de las mascotas es uno de los hábitos que no solo no debe dejarse de lado, sino que hay que incrementar su frecuencia estos meses.

Además de las garrapatas, cuya presencia aumenta en estas semanas cálidas, las altas temperaturas, la humedad y las moscas son factores que pueden dar luz verde a la aparición de enfermedades entre los perros.

TRES PROBLEMAS PRINCIPALES

Claudio Ayala, profesional propietario de la Veterinaria Barranqueras -ubicada en avenida San Martín 1490 de la localidad portuaria-, recibió a NORTE en su local y sintetizó los casos más usuales que se ven en su consultorio por estos días.

«Además de la garrapata, las afecciones más comunes en verano en perros son tres. Por un lado está la miasis, conocida popularmente como «bichera». Es fácil de reconocer porque aparecen manchones con pérdida de pelo y un grave daño en la piel del animal.

Se presenta en las zonas húmedas del cuerpo -hocico, zona genital, boca, ojos-. Las moscas son las grandes responsables de este padecimiento. Se posan y dejan huevos que se transforman en larvas que parasitan, como parte de su ciclo reproductor».

«Por otro lado, en perros que habitan en ámbitos semirrurales o rurales suelen verse úlceras en las orejas, heridas típicamente producidas por la llamada «mosca de los cuernos». Este insecto es muy parecido a la mosca común, pero se alimenta de sangre y tejidos, y a este fin deja en la zona lastimada una sustancia que impide la cicatrización de la herida, lo que atrae a otros individuos de la especie y empeora el cuadro del animal enfermo», añadió.

«La otra patología que se dispara en el verano por nuestro clima es la dermatitis bacteriana o «parche caliente«. Aparece a consecuencia del calor y la humedad. Como los perros no tienen una buena administración de la sudoración debajo de la piel, las razas de pelo largo lo sufren más. Se forma ese «parche caliente», que puede tener unos 10 cm de diámetro, y delimita zonas enrojecidas, que arden en exceso como si estuvieran quemando, por lo que el animal se lame mucho, lo que complica la situación.Por eso hay que impedir que lo haga», explicó.

PREVENCIÓN, FACTOR GRAVITANTE

Respecto de qué tener en cuenta para evitar estos trastornos, Ayala detalló: «Para las dos primeras es fundamental la prevención con lociones, repelentes de insectos y collares que sirven para ese propósito. Para evitar el «parche caliente», lo mejor es que al bañar al perro o cuando se moje, se controle que tenga un buen secado. Debemos estar atentos a nuestras mascotas, observarlas diariamente para verificar que estén bien, y ante cualquier problema concurrir al veterinario de confianza, dado que en la salud la fase de detección de una enfermedad incide directamente sobre las posibilidades de recuperación».