Épica en la definición: Estudiantes grita campeón ante Racing en una final de infarto definida desde los 12 pasos
En una final con más corazón que fútbol, el Pincha remontó con un gol de Carrillo a los 93′ y se impuso 5-4 en los penales. Racing dominó, pero no pudo sellar su ventaja. Maravilla Martínez y Guido Carrillo escribieron su nombre en la historia.
CRÓNICA DE UNA NOCHE QUE SE DECIDIÓ EN LA ÚLTIMA PIEDRA
SANTIAGO DEL ESTERO. — Fue una final que se negó a terminar. Una noche donde el talento a veces titubeó, pero el coraje nunca se apagó. Estudiantes de La Plata es el nuevo campeón del fútbol argentino tras vencer a Racing Club por 5 a 4 en los penales, luego de un apretado 1-1 en los 120 minutos reglamentarios y suplementarios. Un triunfo que corona una campaña épica del Pincha, que durante todo el torneo luchó contra pronósticos y adversidades.
La síntesis: un Racing dominador, un Estudiantes superviviente
Durante la mayor parte del partido, la lógica indicaba un triunfo académico. Racing, con más ritmo e ideas, controló el centro del campo y generó peligro constante por la izquierda, donde Duván Vergara le complicó la vida a Román Gómez. Sin embargo, Mariano González fue un faro solitario en ataque, incapaz de retener y generar juego colectivo.
Estudiantes, por su parte, salió expectante, cediendo la iniciativa. Guido Carrillo, claramente disminuido físicamente, fue un lastre en presión. Pero en este equipo, los ‘9’ son monumentos que se levantan cuando todo parece perdido. Primero lo hizo Maravilla Martínez, conectando un zurdazo magistral para abrir el marcador. Después, cuando Racing ya celebraba y las jugadoras de la selección holandesa de hockey (presentes en el estadio) se tapaban la cara, llegó la hora de Guido Carrillo: a los 93 minutos, de cabeza, clavó el empate épico y rescató a su equipo de las tinieblas.
Los penales: el calvario donde se forjó el campeón
La tanda desde los 12 pasos fue un tratado de nervios, errores y heroicidades. Pasó de todo:
- Atajadas claves de Geronimo Rulli y Gabriel Arias.
- Una falla increíble de Jonatan Gómez que le regaló la vida a Racing.
- La definición fría de Benjamín Rollheiser para sellar la consagración.
Estudiantes, que arrancó pateando, mantuvo la cabeza fría cuando más ardía la presión. Fue justo premiar su fe inquebrantable.
Los héroes y la narrativa perfecta
Esta consagración tiene nombres propios:
- Maravilla Martínez y Guido Carrillo: Los ‘9’ demostraron que su oficio trasciende la lógica. Uno con un gol para el museo, otro con el cabezazo que cambió la historia.
- Eduardo Domínguez: El DT bancó a su gente hasta el final, confió en sus referentes y supo leer el momento para dar el giro táctico necesario.
- La Hinchada: En desventaja numérica, pero no en volumen. Su aliento constante fue el combustible extra en los momentos más críticos.
El broche simbólico: un triunfo contra viento y marea
La imagen final lo dijo todo: el presidente de la AFA, Claudio ‘Chiqui’ Tapia, entregando las medallas al equipo que más le ha cuestionado. Fue el broche de oro perfecto para una campaña donde Estudiantes se erigió como el gran luchador, desafiando estructuras y ganándose el respeto a pura garra. No fue el mejor fútbol, pero sí la mayor muestra de corazón. Y en una final, a veces eso es lo único que cuenta.
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