Futuro incierto para YPF: Un tercio de los hidrocarburos y el mercado local en juego tras el juicio

Buenos Aires, Argentina. El futuro de YPF , la petrolera estatal argentina, se encuentra en vilo tras el reciente fallo de la jueza neoyorquina Loretta Preska, que puso en jaque su control. Esta situación genera una profunda preocupación en Argentina, ya que la compañía es clave en la producción de hidrocarburos del país, el mercado local de combustibles y fue fundamental en el desarrollo de Vaca Muerta , el yacimiento que permitió a Argentina pasar del déficit al superávit energético.

El rol estratégico de YPF: De Vaca Muerta al mercado de combustibles

Desde su nacionalización en 2012 bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, YPF asumió el riesgo de invertir y desarrollar Vaca Muerta, una apuesta que ninguna firma privada se atrevía a tomar en ese momento. Este liderazgo fue crucial para el crecimiento de un yacimiento con potencial conocido desde hace 80 años, pero que carecía de la tecnología de explotación adecuada.

Actualmente, YPF produce el 36% del petróleo nacional y el 29% del gas . A pesar de que la administración de Javier Milei, quien en campaña abogó por su reprivatización, se desprendió de áreas en Santa Cruz y Chubut para concentrarse en Vaca Muerta, la petrolera sigue siendo un referente en la fijación de precios internos de naftas y gasoil, colaborando con la política de desinflación. Sin embargo, también se ha señalado el uso de sus recursos para financiar pausa en medios y periodistas, incluso a los niveles más altos desde la reestatización.

En el mercado local, YPF controla el 56% de los combustibles . Si los tribunales superiores estadounidenses ratifican las sentencias de Preska contra la nacionalización, todo este control podría pasar a manos de los fondos de inversión buitre Burford Capital (Reino Unido) y Eaton Park (EE. UU.).

Producción, exportación y otras empresas del grupo

De los 261.000 barriles diarios de petróleo que extrae YPF, el 87% se destina al mercado doméstico y el 13% a la exportación. En cuanto al gas, de los 37 millones de metros cúbicos producidos, el 94% se consume internamente, vital para hogares e industria, y el 6% se exporta. Si bien la exportación de hidrocarburos es aún incipiente, ha sido suficiente para revertir el déficit energético del país, que se equilibró en 2023 y se convirtió en superávit en 2024 gracias a menores importaciones y mayores ventas al exterior de Vaca Muerta. La promesa del gas natural licuado (GNL) proyecta un mayor porcentaje de la producción gasífera hacia la exportación en los próximos dos años.

YPF posee más del 50% de la capacidad de refinación de petróleo de Argentina, operando tres plantas con una capacidad de 340.000 barriles diarios. Parte de esta producción abastece a sus 1.680 estaciones de servicio, que controlan el 31,9% del mercado interno. La compañía también opera poliductos de 2.140 kilómetros para transportar crudo y productos refinados.

En el ámbito petroquímico, YPF lidera la producción con una capacidad de 1,7 millones de toneladas anuales (sin incluir Profertil, su productora de fertilizantes). Sus principales productos como BTX, metanol y propileno se utilizan en diversas industrias, desde la estética y medicina hasta la indumentaria y elaboración de combustibles.

El conglomerado de YPF también incluye otras empresas clave:

• Profertil : Fábrica de fertilizantes.
• Metrogas : Distribuidora de gas en el AMBA.
• YPF Luz : Empresa de energía solar.
• Y-Tec : Centro de desarrollo tecnológico.
• YPF Gas : Empresa de garrafas.
• Oiltanking : Almacenamiento.
• Oldelval : Transporte de crudo.
• Mega : Empresa química.
• Refinor : Refinación y estaciones de servicio en el norte.

Pasivos ambientales y el argumento de la soberanía energética.

A pesar de sus activos, YPF también arrastra pasivos ambientales derivados de décadas de extracción de petróleo y gas convencionales, con tierras contaminadas que ahora salen a la luz, como en el caso de las áreas devueltas en Santa Cruz. La técnica del fracking, utilizada en Vaca Muerta, también ha generado críticas por impactos como sismos y derrames. Además, la industria petrolera es un importante contribuyente al calentamiento global y la crisis climática, y las instalaciones de combustibles suman a la polución, como en la cuenca del río Matanza-Riachuelo.

Los defensores de la estatización de YPF, incluidos peronistas, radicales y otros sectores, argumentan la importancia de mantener la soberanía energética del país. Sostienen que disponer de recursos propios es fundamental en un mundo donde estos recursos han sido causa de conflictos. Además, defienden que una empresa estatal puede orientarse al desarrollo nacional , articulando la exportación de materia prima con las necesidades de las industrias locales, y marcando tendencia tanto en nuevos desarrollos extractivos como en la fijación de precios internos.

El consultor Nicolás Arceo, durante la campaña electoral de 2023, señaló que «la ventaja de tener una YPF estatal o bajo control del Estado es que el portafolio de inversión de la compañía no compite con un portafolio a nivel global». Esto implica que YPF tiene un enfoque en la inversión local, a diferencia de las multinacionales que pueden priorizar oportunidades de ganancia en el exterior.

A pesar de las antiguas críticas a la ineficiencia y politización de la YPF estatal, hoy con el 49% de capital privado y cotización en bolsa, ya no se la acusa de inoperante. Sin embargo, la petrolera sigue siendo utilizada por los gobiernos para financiar medios y periodistas. Las ventajas de contar con una petrolera nacional podrían perderse si la justicia de EE.UU. UU. ratificar las sentencias de Preska.

¿Cómo crees que una posible pérdida de control sobre YPF podría impactar en la política energética, económica y social de Argentina a largo plazo?