Javier Milei vetó la ley que repartía los ATN entre las provincias

El presidente ya le comunicó al Senado su decisión porque considera que la norma pone en peligro el equilibrio fiscal.
La Casa Rosada venía resistiendo la norma desde su debate inicial, bajo el argumento de que afectaba de lleno al equilibrio fiscal. Finalmente, este jueves el presidente Javier Milei firmó el decreto de veto de la ley que repartía de manera automática los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) entre las provincias y lo remitió al Senado para su tratamiento. De este modo, la Cámara Alta tendrá la potestad de volver a discutir el texto y definir si rechaza la decisión presidencial para ratificar la ley.
El documento firmado por el jefe de Estado insiste en que la medida comprometía las cuentas nacionales y que el Gobierno debía priorizar la disciplina fiscal. «Dichos aportes consisten en un fondo complementario del régimen automático de coparticipación, destinado a preservar el equilibrio federal frente a contingencias excepcionales», señala el texto que fundamenta la decisión.
El trasfondo del veto se relaciona con el modo en que se buscaba reforzar los recursos de las provincias frente a situaciones extraordinarias. La oposición defendió la norma como una herramienta para equilibrar las desigualdades entre distritos y dar alivio financiero en un escenario de crisis económica. La Casa Rosada, en cambio, argumentó que la creación de nuevos fondos ataba de manos al Ejecutivo en la búsqueda del equilibrio presupuestario.
¿Cómo sigue ahora la ley de ATN?
La definición del Senado será clave. Si la Cámara logra los votos necesarios para insistir con la sanción original, la ley quedará firme pese al veto presidencial. En ese caso, el Gobierno sufriría un nuevo revés legislativo tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, en un contexto en el que la relación con el Congreso ya aparece tensa y atravesada por las discusiones sobre los vetos al financiamiento universitario y al Hospital Garrahan.
El debate promete exponer nuevamente la fractura política entre el oficialismo y la oposición, y se perfila como otra pulseada institucional de alto voltaje en la recta hacia las elecciones nacionales del 26 de octubre, las cuales serán determinantes para Javier Milei porque si los resultados los favorecen reforzará su poder parlamentario para avanzar con las leyes que quiere impulsar.
