La baja de la inflación coincide con la mayor caída en el poder de compra de las familias: un éxito estadístico con alto costo social

En mayo de 2025, la inflación en Argentina alcanzó su nivel más bajo en cinco años, con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 1,5% mensual, según datos del INDEC. Este logro, celebrado por el gobierno de Javier Milei como un hito en su política de desinflación, contrasta con una realidad económica que golpea a las familias argentinas: el poder de compra de los hogares se encuentra en su peor momento en décadas, con una caída interanual del 26% en el salario real respecto a los mejores años del siglo XXI (2015, 2013 y 2017), según el economista Dany Schteingart de Fundar. Mientras el gobierno destaca los números en una planilla, las encuestas reflejan un creciente malestar social: 8 de cada 10 argentinos han cambiado sus hábitos de consumo debido a la crisis, y el 46% admite no llegar a fin de mes.
Desinflación a cualquier costo: los pilares de una estrategia controvertida
La desaceleración inflacionaria, que llevó el IPC de un 12% mensual heredado de la gestión de Sergio Massa a un 1,5% en mayo de 2025, es el resultado de una combinación de medidas económicas de alto impacto social. Sin embargo, estas políticas, lejos de basarse en un ajuste monetario puro como pregona el gobierno, se sustentan en un esquema que incluye:
- Congelamiento del tipo de cambio mediante endeudamiento: El gobierno ha mantenido un dólar “barato” a costa de préstamos internacionales, como los 20 mil millones de dólares del FMI en marzo de 2025, que evitaron una espiral inflacionaria tras un salto al 3,7% mensual cuando las reservas escasearon. Según Eco Go, esta estrategia podría enfrentar problemas tras las elecciones legislativas de octubre, cuando la presión sobre el dólar podría reavivar los precios.
- Contención de paritarias: La decisión oficial de no homologar aumentos salariales por encima de la inflación ha resultado en una pérdida significativa del poder adquisitivo. Los salarios reales en 2024 fueron comparables a los de 1948, un 13% menores que en 1970 y un 26% inferiores a los de los mejores años del siglo XXI, según Fundar.
- Recesión económica: La caída en la actividad económica, con una baja del 3% interanual en las ventas de supermercados reportada por privados y un derrumbe en el comercio minorista según la CAME, refleja el impacto de la recesión inducida por el ajuste. Esto ha llevado al cierre de empresas y a una contracción del consumo.
- Metodología obsoleta del IPC: La canasta del INDEC, diseñada en 2004, subestima el peso de los servicios (como transporte, prepagas y tarifas), que en 2025 subieron un 70% interanual, frente a un 30% en bienes como alimentos. Esto genera una percepción de inflación más baja que la sentida por las familias, cuya estructura de gastos ha cambiado significativamente en las últimas dos décadas.
El economista Miguel Boggiano, asesor del gobierno, reconoció en la red social X que la prioridad de Milei es bajar la inflación “sin importar los daños colaterales”. Su mensaje, que destaca la no emisión monetaria y el sacrificio de acumular reservas, refleja la estrategia oficial de priorizar indicadores macroeconómicos por sobre el bienestar inmediato de la población.
El bolsillo no miente: encuestas revelan el impacto social
A pesar de la desinflación, las familias argentinas enfrentan una crisis de poder adquisitivo sin precedentes. Dos encuestas recientes, realizadas por Fixer y Management & Fit, muestran el deterioro económico:
- Fixer: El porcentaje de hogares que “no llegan a fin de mes” creció del 34% en enero de 2025 al 46% en mayo, mientras que aquellos que “llegan justos” bajaron del 54% al 52%. Además, el 49% de los encuestados admitió haber restringido gastos en el último mes, frente al 40% en enero.
- Management & Fit: Aunque la intención de voto a Milei crece, el 51,8% de los encuestados reporta “algunas o muchas dificultades” para cubrir gastos mensuales. La inflación sigue siendo la principal preocupación, mencionada por el 20,8% de los consultados, un aumento desde el 16,8% en marzo.
Otros estudios, como los de Poliarquía, Zubán Córdoba y la Universidad Di Tella, coinciden en que la percepción de la inflación supera el 4% mensual, más del doble de lo reportado por el INDEC, generando tensiones con el gobierno. A pesar de reconocer la baja inflacionaria como positiva, la mayoría de los argentinos sostiene que “la plata no alcanza”.
Servicios y salarios: el peso de los costos fijos
El aumento desproporcionado de los servicios, con subas del 70% interanual frente al 30% de los alimentos, ha transformado los costos fijos (transporte, prepagas, tarifas, colegios) en una carga insostenible para los hogares. Este desbalance no es adecuadamente captado por el IPC del INDEC, que otorga mayor peso a alimentos y bebidas, desfasados de los patrones de consumo actuales.
Por otro lado, la política de contención salarial ha profundizado la crisis. Las paritarias, lejos de recuperar el poder adquisitivo, han quedado rezagadas frente a los precios, especialmente en un contexto donde las jubilaciones también han perdido terreno. Como señala Emmanuel Álvarez Agis, exviceministro de Economía, “en Argentina la inflación puede llegar a cero y, de todos modos, la plata no alcanzará”. Este fenómeno recuerda la crisis de 2001, cuando el gobierno de Fernando de la Rúa enfrentó una deflación del -1,5% en medio de un colapso económico.
Un éxito estadístico con alto costo social
El gobierno de Milei celebra la desinflación como un logro clave, pero el costo social es innegable. La recesión, el endeudamiento para sostener el dólar y la falta de actualización en la medición del IPC han generado una estabilidad precaria que no se traduce en mejoras tangibles para las familias. La consultora Eco Go advierte que este esquema podría colapsar tras las elecciones de octubre, cuando la presión sobre el tipo de cambio podría disparar nuevamente los precios.
La desconexión entre los indicadores oficiales y la realidad cotidiana plantea un desafío para la política económica. ¿Cómo puede el gobierno equilibrar la estabilidad macroeconómica con la recuperación del poder adquisitivo? ¿Qué medidas podrían aliviar la presión sobre los hogares argentinos? Invitamos a los lectores a compartir sus experiencias y propuestas en los comentarios, para enriquecer el debate sobre una crisis que afecta a millones.
Fuentes:
- Artículo de Página/12 por Leandro Renou, 13 de junio de 2025.
- Informes de Fixer, Management & Fit, Poliarquía, Zubán Córdoba, Universidad Di Tella, Eco Go, y Fundar.
- Datos del INDEC sobre inflación y consumo.
- Reportes de CAME sobre ventas minoristas.