La Feria Franca resiste la sequía en una ciudad que demanda producción local

La Feria Franca de Presidencia Roque Sáenz Peña desde hace poco más de 21 años provee
de alimentos frescos a una comunidad que «se acostumbró», para bien, a abastecerse de lo que producen los horticultores del departamento de Comandante Fernández.

SÁENZ PEÑA (Agencia). En agosto la Feria cumplirá 22 años de presencia en la segunda ciudad del Chaco, conteniendo actualmente a huerteros que venden cada sábado desde las 6.30, lo que producen, en el galpón propio que poseen en el barrio San Martín, avenida 2 esquina 45. La oferta de cada mostrador, con la repetida secuencia de años secos, está «muy disminuida», pero los quinteros resisten «y cada sábado se lleva lo que se puede para atender al cliente».

La Feria Franca de Sáenz Peña tiene casi 22 años de vigencia, y son las familias Liva, Ferrera, Soto-Ybarra, Ledesma, Chamorro, Cisneros y Cerezo las que proveen el mercado que tiene alta demanda del consumidor local.

NI LA PANDEMIA LOS FRENÓ

La pandemia no los frenó y, como chaqueños que son, llevan sobre sus espaldas ciclos de sequía y veranos con «soles que queman todo», pero ya tienen la tierra preparada para aprovechar las esperadas lluvias que, si La Niña se retira, se irán regularizando. Como chaqueños aguerridos que son, la esperanza de tener una buena racha de producción no la pierden.

«En la actualidad somos siete las familias que participamos en la Feria Franca y, por ejemplo, el último sábado estuvimos solamente cinco porque dos de los productores no pudieron asistir por falta de mercadería», indicó Nancy Soto, quien preside y defiende orgullosa el trabajo de la Feria Franca de Sáenz Peña.

VENDER LO QUE DA LA TIERRA

La mujer, junto a su esposo, Fabián Ibarra, trabajan la tierra para vender lo que producen cada fin de semana, como lo hacen cada uno de los hortelanos que tienen demanda de sus productos, pero cuentan con una muy limitada oferta por efecto de la sequía.

«En mi caso, solamente pude poner sobre el mostrador dos o tres productos porque no hay nada en las chacras», acotó, reflejando lo que es la realidad de un sector que ofrece buena mercadería, pero que carece de la infraestructura necesaria para garantizar continuidad y cantidad a un consumidor que demanda.

Los feriantes cada sábado venden lo que producen en su propio galpón del barrio San Martín, “aunque la oferta actual es muy limitada por la sequía”.

TENAZ RESISTENCIA

El productor de la zona sabe de contratiempos, de sequías e inundaciones, y le cuesta plantearse la idea de dejar la actividad, «por eso se aguanta aunque los números no cierren y las frágiles economías se resientan en cada campaña». Los pronósticos del tiempo prometen que en las próximas semanas el ciclo de lluvias restablecerá el perfil de humedad, aunque el Chaco en invierno es «naturalmente seco».

Los predios de las quintas de las siete familias de la Feria Franca están preparados esperando las lluvias, y los últimos chaparrones esporádicos y localizados aportaron para que en algunas chacras se comience con la siembra. «Los 40 milímetros de la semana pasada sirvieron para el riego de lo que estaba sembrado, en nuestro caso esperando que emerja la acelga que había sido implantada, mientras que la rúcula y el zapallito que sobrevivieron al sol y la falta de agua, revivieron», mencionó el matrimonio quintero de Soto e Ybarra.

«Los chaparrones ayudan pero no permiten almacenar agua en los reservorios», acotaron los hortelanos que, en algunos casos, tienen sistemas de riego que estaban inutilizados por la carencia de agua en las represas y tanques.

Un puñado de pequeños labradores de la tierra

SÁENZ PEÑA (Agencia). Los productores que, a pesar de todos los sinsabores siguen produciendo para la Feria Franca, son las familias Liva, Ferrera, Soto-Ybarra, Ledesma, Chamorro, Cisneros y Cerezo.

Las dificultades son muchas, pero los huerteros del departamento de Comandante Fernández resisten sabiendo que cada sábado los clientes esperan la apertura de los portones del galpón para proveerse de lo que necesitan de verduras, carnes, panes y otros productos elaborados por «nuestra gente de campo».