La lucha por el agua en el Chaco: la crisis hídrica que ahoga al interior

Sáenz Peña, 24 de marzo de 2025
En el corazón del Chaco, donde las lluvias recientes trajeron un respiro a la zona central, el interior rural sigue gritando por agua. La crisis hídrica, que se arrastra como una sombra desde hace 90 días, no da tregua a los productores agropecuarios ni a los habitantes de las zonas más castigadas. Napas secas, ríos que ya no desbordan y soluciones improvisadas marcan el día a día de una región donde el recurso más vital se convierte en lujo. “Trabajamos todo un día para nada, la napa estaba seca”, cuenta Alfredo Ricardo Billa, un especialista en perforaciones que pelea contra la sequía junto a los productores. ¿Hasta cuándo podrán resistir? Te lo contamos todo y queremos saber: ¿qué harías vos en su lugar?
Napas vacías y desesperación en el campo
La falta de agua no es un problema nuevo, pero en los últimos meses se volvió insostenible. Alfredo Billa, con años de experiencia buscando soluciones subterráneas, describe una realidad cruda: “En Castelli hicimos tres perforaciones y no salió nada. La napa está seca, desapareció”. Lo que antes era una fuente segura para la agricultura y la ganadería hoy es un recuerdo. El desborde del río Bermejo, que hasta el 2000 recargaba las napas, dejó de ocurrir. “Hace más de 20 años que no hay inundaciones. Las entradas a las compuertas están obstruidas, sucias, cerradas”, dice Billa, apuntando a un abandono que agrava la crisis.
La indignación crece cuando señala la inacción oficial: “Nadie hace nada. Las entidades que deberían regular o buscar soluciones, para mí, no saben mucho”. En X, los productores alzan la voz. @CampoChaco posteó: “Sin agua no hay vida, y el gobierno mirando para otro lado”. @GanaderoSP sumó: “20 años sin el Bermejo, ¿y nadie limpia las compuertas? Vergüenza”. La bronca es palpable, y el silencio de las autoridades, ensordecedor.
Soluciones al borde del colapso
Sin respuestas oficiales, los productores improvisan como pueden. Billa cuenta cómo armó una pileta en un riacho seco para salvar a la hacienda: “Usamos un quebracho blanco caído, postes que había y una lona de 6 pies. Así los animales tienen algo para tomar”. Es un parche, un alivio momentáneo que no resuelve el fondo del problema. “Esto no es sostenible”, admite. La disparidad regional no ayuda: mientras zonas como Presidencia de la Plaza resisten mejor, al sur de la Ruta 16 el panorama es desolador. “La gente acarrea agua porque no hay otra. No sé cómo se arreglan”, relata.
Un futuro incierto
La crisis hídrica no solo amenaza la producción –el corazón económico del interior chaqueño–, sino la vida misma de sus habitantes. Sin napas, con ríos que no llegan y una infraestructura colapsada, el campo se seca y la paciencia se agota. “Si no llueve fuerte o no se hace algo con el Bermejo, esto va a empeorar”, advierte Billa. En las redes, @ChacoRural lanzó: “Sin agua no hay cosecha, sin cosecha no hay plata. ¿Quién responde?”. Otros, como @ProductorOk, piden acción: “Necesitamos obras, no promesas”.
¡Tu turno! ¿Qué pensás?
¿Es la crisis hídrica un problema que el gobierno debería priorizar ya? ¿Qué harías vos para salvar el agua en el campo? Dejanos tu comentario y votá en nuestra encuesta:
¿Qué solución ves para la crisis hídrica en Chaco?
- Obras urgentes en el río Bermejo
- Más perforaciones y apoyo a productores
- Que el gobierno declare la emergencia hídrica
- No hay solución a corto plazo