«La Marihuana: ¿Buena prensa o daño y adicción?»
El profesional, muy reconocido en el chaco por su labor, también encendió el alerta por el consumo sin controles de aceite de cannabis.
El médico pediatra y especialista en adicciones Salvador E. Cuño advirtió que pese a que el consumo de marihuana viene siendo avalado socialmente, se trata de todos modos de una droga nociva que genera dependencia y que habitualmente es la puerta de entrada a consumos más problemáticos aún. Y expresó su preocupación por la expansión del consumo de aceite de cannabis, generalmente producido de manera casera y sin controles adecuados que verifiquen los procesos de producción y sus condiciones.

En un escrito elaborado para NORTE, el especialista recuerda, con intención pedagógica, que la marihuana «se obtiene de una planta llamada cannabis sativa, que proviene de Asia, y cuyo componente activo es el tetrahidrocannabinol (THC), con comprobada acción toxica en el cerebro».
Cuño señala que la marihuana «es reconocida socialmente como «droga blanda»», pero advierte de inmediato que «eso es falso, ya que la realidad indica que la cannabis es una droga de abuso que genera efectos deletéreos muy importantes sobre la salud del individuo. Es la sustancia que junto con el alcohol «inicia» el recorrido del uso, abuso y posterior dependencia».
MAYOR PODER DE DAÑO
«Si bien años atrás la concentración de principios activos THC no superaba el 7% u 8 %, actualmente y con la manipulación genética, existen plantas transgénicas que poseen concentraciones mayores al 18% o 20 %, lo cual las hace particularmente adictivas», apunta el doctor Cuño.
A ello sumó que un grupo de estudio conducido en la Universidad de Cagliari, en Italia, por el doctor Gaetano Di Chiara, en 1997, «comprobó que el síndrome de abstinencia a la marihuana se encuentra enmascarado» y que «luego de consumirla la droga se deposita en el tejido graso y tarda aproximadamente 30 días en eliminarse lentamente del cuerpo, y además gran parte de ella se reabsorbe por el riñón, por lo cual el efecto perdura en el tiempo».
Cuño no duda en advertir que la marihuana «te torna distraído, te altera la noción del tiempo, la percepción y el sentido de la realidad; te dificulta el pensamiento y la concentración, y por lo tanto te afecta la memoria».
«Altera tu vida social, provocando irritabilidad, insomnio y debilidad. Aparece la típica falta de motivación, la fatiga y la apatía. Te aíslas de tus afectos (la familia y tus amigos) y dejas de realizar actividades diarias (la escuela, el trabajo y el deporte). Esto se llama amotivación», explicó.
El especialista mencionó que además «el uso frecuente reduce el impulso sexual y ocasiona daños en la función reproductiva, además reduce los reflejos, el equilibrio y la coordinación motriz, poniendo en peligro tu vida cuando manejas un vehículo».
EL ACEITE
En cuanto al aceite de cannabis, tan popularizado en los últimos años, Cuño resalta que debe usarse bajo prescripción médica. «Se han demostrado efectos favorables únicamente en la epilepsia refractaria con aceite de cannabis que contenga Canabidiol CBD; en el resto de las patologías utilizadas fue variable y con efecto paliativo. Muchas de las enfermedades tratadas con el aceite de cannabis pueden ser medicadas con fármacos de laboratorios científicos, debidamente controlados y evitar los riesgos de la adicción», dice.
En ese punto citó que un estudio realizado en 2022 en la Universidad de Córdoba, sobre el uso de aceite de cannabis, demostró que el 92% de las personas iniciaron el consumo sin prescripción médica y generalmente buscando otras alternativas terapéuticas.
Además expresó su preocupación porque la producción casera de aceite de cannabis «no tiene ningún control científico de sus componentes y valoración terapéutica de sus resultados», lo que está certificado por investigaciones. «La planta de marihuana tiene más de 500 sustancias químicas y 100 productos llamados cannabinoides, por lo cual se requiere de un laboratorio adecuado para poder separar la fracción CBD, requerida como única terapéutica. La fabricación casera de aceite no es adecuada científicamente para su uso», plantea.
El uso prolongado afecta la salud mental, cognitiva y física
El consumo prolongado de marihuana puede impactar en la salud a largo plazo. Puede afectar la memoria y la función cognitiva; puede aumentar el riesgo de trastornos psiquiátricos, como la ansiedad, la depresión y la psicosis. Las personas con predisposición genética a enfermedades mentales pueden ser más vulnerables a estos efectos.

El uso crónico también puede llevar a la dependencia física y psicológica. Al dejar de consumir marihuana algunas personas pueden experimentar síntomas de abstinencia, como irritabilidad, insomnio y cambios de apetito. Fumar marihuana puede dañar los pulmones y aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias crónicas. También puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, entre otros efectos.
Cada vez a menor edad: «Tenemos niños de 8 y 9 años que la consumen»
Haciendo historia, el doctor Salvador Cuño citó que el uso de la marihuana con fines «recreativos» se remonta a la antigüedad, aparece ya en documentos de la dinastía Nung (China) 2400 años antes de Cristo. Se difundió como elemento terapéutico a mediados del siglo XIX. «Al finalizar el siglo XIX la marihuana fue reemplazada por medicamentos verdaderamente eficaces y que no producían los efectos psicoactivos y adictivos de la misma», apuntó.
Actualmente, dijo, «lamentablemente la edad de inicio del consumo de las drogas en general, y de la marihuana en particular, ha bajado, y tenemos niños de 8 y 9 años que la están utilizando».
El humo de la marihuana contiene elementos cancerígenos (benzopireno), que son 50 veces más poderosos que el tabaco. Produce enfermedades cardio-pulmonares, cáncer de pulmón y desencadena psicosis y esquizofrenia (en personas predispuestas).
«Se debería cuidar la salud de la población, dictando leyes que controlen la elaboración y producción de aceite de cannabis casero, para garantizar la calidad y efecto terapéutico. Se debería consumir únicamente los productos elaborados por laboratorios habilitados a tal fin, que se encuentran en varias provincias del país. Se debería derogar la ley 27.350 (Reprocann) que autoriza la plantación de marihuana y fabricación casera del aceite, que brega por la salud de la población y trata de evitar el comercio ilegal del estupefaciente», propuso.