La Muerte de Enzo Pittau Reaviva el Debate sobre la Ley de Desfibriladores

La trágica muerte de Enzo Pittau, un futbolista que falleció en la cancha de fútbol de Machagai debido a un paro cardiorrespiratorio, ha reabierto el debate sobre la necesidad de contar con desfibriladores en espacios públicos y deportivos. Este lamentable suceso ha puesto de manifiesto la urgencia de actuar rápidamente para salvar vidas en situaciones de emergencia cardíaca.

Una Ley Pendiente

En noviembre de 2019, el Parlamento provincial sancionó una normativa que establece la obligatoriedad de instalar y poner en funcionamiento Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) en todos los establecimientos públicos y estatales donde circulen o permanezcan 100 o más personas, así como en aquellos lugares donde se desarrollen actividades físicas o deportivas. Esta ley, que implica una adhesión a una norma nacional, fue reglamentada el mismo año, pero desde entonces nunca se dictó el decreto reglamentario necesario para su aplicación.

La autoridad de aplicación es el Ministerio de Salud, y la ley también establece la necesidad de capacitar al personal encargado de los desfibriladores, promoviendo la formación en técnicas de Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCP). Sin embargo, desde su sanción, el Estado provincial no ha avanzado en su implementación práctica, y las instituciones, salvo los establecimientos sanitarios, no han realizado inversiones preventivas en este sentido.

El Factor Económico

La ausencia de desfibriladores no se limita solo a los clubes de fútbol. En el ámbito deportivo en general, el factor económico surge como el principal obstáculo, excepto en competencias de rugby, cuyas instituciones cuentan con más fondos. El costo de estos equipos varía, y en Resistencia se pueden conseguir por un valor que oscila entre los 2,8 millones y los 3,9 millones de pesos. Pero no solo se trata de contar con el equipo, sino también de garantizar su correcta manipulación. La otra parte de la ley, que establece la formación para actuar ante una emergencia, tampoco se cumple.

Una Comparación Reveladora

La falta de cumplimiento de la ley también se da a nivel nacional. Especialistas señalan que «se controlan los matafuegos, pero no los desfibriladores. Y según datos oficiales, una de cada 1200 muertes es por incendio, mientras que una de cada cinco es por un evento cardíaco. Es 200 veces más probable morirte del corazón que en un incendio». La ley establece que deben disponer de desfibriladores los espacios públicos y privados con alta circulación de personas, pero en la práctica, esto no se cumple.

La Necesidad de Actuar

La muerte de Enzo Pittau es un recordatorio trágico de la importancia de contar con equipos de emergencia como los desfibriladores en lugares de alta concurrencia y actividad física. La capacidad de respuesta rápida en situaciones de emergencia cardíaca puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Es crucial que las autoridades y las instituciones tomen medidas concretas para implementar la ley y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.

Preguntas para la Reflexión y el Debate:

  1. ¿Cómo puede la comunidad apoyar la implementación de la ley de desfibriladores en espacios públicos y deportivos?
  2. ¿Qué medidas pueden tomar las instituciones para superar el obstáculo económico y adquirir estos equipos vitales?
  3. ¿De qué manera puede la formación en RCP y el uso de desfibriladores mejorar la capacidad de respuesta en emergencias cardíacas?
  4. ¿Qué papel juegan las autoridades en la aplicación y cumplimiento de leyes que buscan proteger la salud pública?
  5. ¿Cómo pueden los ciudadanos presionar para que se cumplan las leyes que garantizan su seguridad y bienestar?

La muerte de Enzo Pittau es un llamado de atención sobre la necesidad de actuar y garantizar que se cumplan las leyes diseñadas para proteger la vida de las personas. Es hora de tomar medidas concretas y asegurar que tragedias como esta no se repitan.