La Producción de Hidrógeno a Base de Etanol: Una Oportunidad para Tucumán

La producción de hidrógeno a partir de etanol, conocido como «hidrógeno verde», se perfila como una alternativa prometedora y sostenible en el sector energético. Esta tecnología, que ya está siendo desarrollada y probada en países como Brasil, podría posicionar a Tucumán como un líder en la transición energética en Argentina.
Potencial del Hidrógeno Verde
El asesor privado Franco Fogliata ha destacado el potencial del hidrógeno verde derivado de la biomasa como un motor clave en la transición energética. Este tipo de hidrógeno se obtiene a partir de etanol, un combustible renovable y limpio, lo que lo hace una opción más segura y menos costosa en comparación con el hidrógeno derivado del metano o del agua de mar.
Desarrollo Científico en Argentina
En Argentina, investigadores del CONICET han desarrollado un proceso para obtener hidrógeno a partir de etanol en su planta piloto en San Miguel, Buenos Aires. Los científicos Miguel Laborde y Ernesto Quiles han diseñado una técnica que permite separar el hidrógeno puro del etanol para alimentar pilas de combustible, que pueden ser utilizadas en motores, incluso en automóviles.
Ventajas del Etanol
Una de las grandes ventajas del etanol es que es líquido, lo que facilita su transporte y manipulación sin riesgos. Puede cargarse como cualquier otro combustible y alimentar directamente las celdas en un motor. Esto resulta en vehículos sin emisión de gases de efecto invernadero, ya que del escape solo saldría agua en lugar de dióxido de carbono. En Brasil, estas celdas ya son conocidas como «baterías líquidas».
Eficiencia y Consumo
Según los datos citados por Fogliata, los autos propulsados por estas celdas consumen apenas 3.6 kilos de hidrógeno cada 100 kilómetros, mientras que un vehículo convencional requiere unos 13.3 litros de nafta para el mismo recorrido. Esto representa una eficiencia 3.7 veces superior.
Alcohol de Segunda Generación
El desarrollo del «alcohol de segunda generación», es decir, el etanol derivado de residuos agrícolas como la malhoja de caña, está avanzando en países como Estados Unidos y Brasil. Esta técnica amplía el potencial de producción sin competir con alimentos ni recursos productivos. Además, el subproducto de este proceso, el «gas de síntesis», permite generar insumos clave para diversas industrias, como plásticos, agroquímicos, textiles, cosméticos y pinturas.
Inversiones y Proyectos en Brasil
En Brasil, la empresa Unicem SA está construyendo la planta industrial más grande del mundo para la producción de hidrógeno verde a partir de etanol en el Estado de Bahía, con una inversión de USD 120 millones. Se espera que esta planta alcance una capacidad de producción de 10,000 toneladas anuales de hidrógeno y 60,000 de amoníaco verde.
Además, en mayo de este año se inauguró en San Pablo una planta piloto pionera, impulsada por la Universidad del Estado junto con el respaldo de empresas como Shell, Toyota, Hyundai, Raízen y Marcopolo, con una inversión conjunta de USD 9 millones. Esta planta producirá 100 kilos de hidrógeno por día para abastecer tres ómnibus y dos automóviles eléctricos.
Oportunidad para Tucumán
Tucumán, como principal generador de bioetanol del país a partir de la caña de azúcar, tiene una oportunidad estratégica para sumarse a la nueva economía del hidrógeno. Con recursos naturales disponibles, experiencia industrial en la producción de etanol y un marco legal vigente, la provincia está en una posición privilegiada para liderar el desarrollo energético verde en el país y la región.
Conclusión
La producción de hidrógeno a base de etanol representa una oportunidad histórica para Tucumán. Siguiendo el modelo brasileño, la provincia puede capitalizar este salto tecnológico y posicionarse como un líder en la transición energética. El bioetanol se perfila como un catalizador esencial en esta transformación, con ventajas en infraestructura, eficiencia y sustentabilidad.