«Las Fotocopias: Entre Devaluación y Modernización, un Negocio en Evolución»
La pandemia aceleró la digitalización que derivó en la caída de sus ventas. Pero los trabajadores gráficos son optimistas y destacan las relaciones duraderas con los clientes.
En una recorrida por comercios de impresión gráfica, NORTE relevó los desafíos y el panorama a futuro de este oficio. Sus protagonistas destacaron que la digitalización, impulsada por la pandemia, significó «una marcada caída en ventas». Por otro lado mencionaron la dificultad para adaptarse al encarecimiento de los insumos y también destacaron las relaciones duraderas con la clientela.
La relación entre las imprentas ubicadas frente a la UNNE y las carreras de Arquitectura y Diseño gráfico es muy estrecha. En ese sentido Abigail Morales, estudiante del primer año de Diseño Gráfico, ejemplificó: «En esta carrera, y particularmente en primer año, nos piden muchas impresiones en opalina (papel fotográfico), filminas, u hojas de 200 o 300 gramos, las cuales son muy caras. Por ejemplo una hoja de opalina A3 me sale 700 pesos».Previous


Luego la joven amplió: «Mensualmente tenemos gastos de 5000 pesos en fotocopias aproximadamente. Si tenemos en cuenta que somos 600 ingresantes que todos los miércoles necesitamos 4 o 5 hojas de opalina (a 700 pesos cada una y a 600 pesos al por mayor) lo que obtenemos es un importante gasto». Sin embargo, Abigail resaltó que «por suerte las imprentas ofrecen descuentos al por mayor que podemos aprovechar si nos organizamos entre estudiantes».
En Vía Mail Dos conversamos con Andrés Oviedo.
«Hoy una impresora de las que tenemos acá cuesta alrededor de 2 millones de pesos, más los costos de alquiler, de luz y de otros insumos que diariamente aumentan ¿Cómo hacemos para reponer esta inversión con la copia a 20 pesos la unidad?», se preguntó.
Entre las dificultades que deben sortear, el trabajador explicó: «La tinta por ejemplo tuvo incrementos de más de 200% de principio de año hasta acá. Hubo meses que tuvimos que viajar hasta Paraguay porque no se conseguía tinta por ningún lado, o no la querían vender. De momentos fue realmente muy complicado sostener esto».