Le secuestraron una camioneta, quedó en la comisaría pero desapareció todo

El caso involucra a la seccional primera y cuestionan que las cámaras de seguridad no tienen registros. Robos y roturas.

Un caso gravísimo tuvo lugar dentro del ámbito de la Comisaría Primera de Resistencia. Una familia se acercó a NORTE para denunciar una gran cantidad de herramientas, piezas y repuestos robados de su camioneta. No sólo eso, también rompieron partes dentro del habitáculo del vehículo.

Lo insólito es que los apuntados como responsables de los robos y daños son los mismos policías, aquellos (justamente) responsables de la seguridad de la comunidad.

Julián (43 años) y Yolanda Sánchez (63 años) son dos hermanos que residen en Resistencia. El 14 de agosto en la madrugada le prestaron su camioneta (una Volkswagen Amarok 2016) a un conocido para que traslade a su pareja a su domicilio, pero un control policial iba a cambiarles la noche.

Como el conductor no tenía la cédula y dio positivo a alcoholemia, llamaron a Julián para hacerse cargo de la situación. Ya entrada la mañana, con Julián en la Comisaría Primera, un policía le manifestó que debían secuestrar el móvil a pedido de una jueza: ‘No entendemos el motivo, pero bueno, accedimos y entregué la llave‘.

De esta manera, le secuestraron la camioneta en la Comisaría, no en el lugar donde fue el control: ‘Creemos que los secuestros deben ser en el lugar del hecho, ahí hubo un primer mal paso‘, dijo Julián a este medio.

Desde ese día comenzaron las idas y vueltas burocráticas para la devolución del vehículo, que recién iba a poder ser rescatado por la familia el 7 de septiembre, 25 días después.

‘Cuando fuimos a la Comisaría a retirar el vehículo, nos dijeron que lo removieron a un depósito de autos secuestrados atrás de la Alcaidía, pero nos querían hacer firmar en el momento la entrega y darnos la llave, como si ya nos estaban entregando. Nos negamos y pedimos que nos acompañe un oficial a buscar el móvil‘, relató el damnificado.

Cuando fueron a buscar la camioneta al depósito policial, les habían robado las herramientas, repuestos, baterías y dañado la rejilla del aire acondicionado.

‘Ahí empezamos a notar que venía rara la mano. Cuando llegamos a buscar el móvil. Abrimos la camioneta y notamos que la bolsa de herramientas de la camioneta estaba vacía, que desaparecieron dos baterías que teníamos, y que nos pusieron una que parece la de una moto. Tampoco estaban unos repuestos que nos costó un montón conseguir. Además rompieron las rejillas del aire acondicionado. Faltaban el gato y la llave cruz originales que teníamos‘, detalló.

‘Queremos que alguien se haga cargo. Cuando fuimos a reclamar en la Policía, nos dijeron ’haga la denuncia si quieren’, como si no les importara nada. Ya mandamos carta documento al jefe de la Comisaría, Jorge Esquivel, y aún no tuvimos repuesta. Queremos que alguien dé la cara por lo que nos robaron y rompieron dentro de la Comisaría y hasta el momento en que retiramos el móvil‘, dijo Julián, quien agregó que ‘llamativamente no hay grabaciones de las cámaras de seguridad de los robos‘.

‘Cómo puede ser que en una comisaría, el lugar donde uno piensa que mejor resguardado estará algo, terminen siendo robadas todas las cosas. Y encima soportar el destrato de la fuerza, y que nadie se haga cargo‘, concluyó Julián. La familia calcula que, a costos del 19 de septiembre, los elementos robados y dañados sumaban un total de $263.504,91. Por ahora, esperan que prime el sentido común.