Los precios de las comidas callejeras sufren un fuerte impacto alcista en el consumo.

Familias que se ganan el sustento con las parrillas en la vía pública acusaron el golpe. Y si bien no perdieron el respaldo de sus clientes, no pudieron frenar la caída de sus ventas.

La disparada del dólar tras la última devaluación de nuestra moneda se trasladó a un sinfín de productos de la economía. Entre ellos el costo del carbón y la carne vacuna, insumos esenciales para una parrilla callejera que da sustento a familias de la economía popular.

«En casa somos nosotros dos nomás y por eso nos alcanza. Pero se hace muy difícil cuando los precios saltan de un día para el otro», plantearon sobre el momento que viven Aurelio y Juana.

«Ahora la carne cuesta entre 3500 y 4000 pesos por kilo en las carnicerías. Si sumamos el costo de las bolsas de carbón, el traslado y el trabajo de cocinar, hoy no podemos cobrar debajo de 5000 pesos el kilo de asado», explicó Alejandro Esquivel cómo sobrelleva la crisis.

El panorama se repite calcado en otra parrilla visitada por NORTE en una recorrida por estos puestos callejeros.

«Si antes de la devaluación vendíamos 130 pollos por día hoy llegamos a 80 ó 90 con mucho esfuerzo» Alejandro Esquivel.

«La caja de pollos número 9 ya cuesta 17.000 pesos, más las bolsas de carbón a 500 pesos cada una (usan 15 de ellas por jornada) y los gastos de traslado no podemos vender el pollo asado a menos de 2500 pesos cada uno». Así coincidieron en su explicación Aurelio Mercado y Juana Monzón en la parrilla próxima al predio ferial de la Sociedad Rural del Chaco de avenidas Mac Lean y Alvear.