Nuevo Colapso en la Red de Extra Alta Tensión Afecta al NEA y Gran Parte del País

El lunes 10 de febrero, a las 18:07, un nuevo colapso en la red de extra alta tensión de 500 kV dejó a gran parte del país, incluido el Nordeste Argentino (NEA), sin suministro eléctrico. La interrupción se produjo en el marco de una ola de calor y una alta demanda energética, provocando una pérdida de 2000 MW en varias regiones.
Según informó CAMMESA, el colapso se originó por la salida de servicio de la línea de extra alta tensión “Rincón Santa María – Garabí”, lo que provocó la pérdida de la energía importada desde Brasil para abastecer la demanda interna. Esto afectó el funcionamiento del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), con pérdidas de demanda en áreas como la Metropolitana, Nordeste, Noroeste, Litoral, Centro y Cuyo.
Impacto en el Sistema Chaqueño
En el Chaco, se registraron cortes en líneas de varias localidades, incluidas Charata, San Martín, Castelli, Villa Ángela, Plaza, Las Breñas, Villa Berthet, La Escondida y el área metropolitana de Gran Resistencia. Sin embargo, los inconvenientes fueron solucionados rápidamente, y las líneas fueron repuestas en servicio.
Otros Colapsos Previos al Gran Corte
Antes del colapso principal de la línea de 500 kV, ya se habían producido tres episodios de caída en la demanda energética. El primero ocurrió a las 13:56, con una reducción de 1176 MW en la región. A las 15:01, se registró un segundo inconveniente con una pérdida de 130 MW en el NEA, seguido de un tercer colapso a las 15:52, que generó una reducción de 61 MW en la misma zona.
¿Qué Está Causando los Colapsos?
Estos colapsos y las caídas en la demanda reflejan la presión que está ejerciendo la ola de calor sobre el sistema eléctrico nacional. Con temperaturas extremas y una elevada demanda por la utilización de aire acondicionado y sistemas de refrigeración, el Sistema Interconectado Nacional está experimentando dificultades para garantizar un suministro estable. La falta de capacidad de respuesta ante picos de demanda, junto con la dependencia de la importación de energía, está mostrando la vulnerabilidad de la infraestructura en momentos críticos.
En las próximas horas, las autoridades deberán evaluar si el sistema es capaz de soportar la creciente demanda, y si se están implementando medidas para fortalecer la red eléctrica ante futuros colapsos.