Organizaciones proteccionistas reiteran su solicitud de establecer una fiscalía animal.
Se manifestaron para renovar una demanda latente que ponga el maltrato en la agenda de las preocupaciones de la justicia.
Muchas veces quienes ocupan cargos en cualquier poder hablan de que se debe «escuchar las demandas ciudadanas y adaptarlas a las instituciones». En algunas oportunidades las frases toman cuerpo, se materializan e implican un mejor acceso para quien la precise, otra veces queda en una declaración y las injusticias e iniquidades se mantienen firmes.
En materia animal, hubo avances pero para las organizaciones proteccionistas quedan a mitad de camino. Hay sentencias sobre tenencia compartida, cuando la familia se disuelve, pero en materia de maltrato y hasta crímenes todo sabe a poco.
El caso de Renato, el perro que fue asesinado en un robo se mediatizó, pero existen cientos de hechos similares con un patrón de conducta de parte de la Justicia: el desinterés, por lo que colectivos protectores de animales tomaron lo ocurrido para renovar el pedido de un Poder Judicial más amigable con los animales.
«Hace un año me reuní con la Procuraduría para solicitarle la creación de una fiscalía especial, algo que no es muy complejo, solo un grupo de personas calificadas o que se capaciten en la materia y que atiendan estas denuncias», expresó Francisco Belle, abogado y activista por los derechos de los animales.
El letrado señaló que se observaron cambios en la Justicia con el correr de los años que llevaron a que se establezcan espacios específicos que llevarían a darle seriedad y celeridad a delitos o infracciones constantes.
Así, indicó que en los últimos años se establecieron fiscalías para abordar cuestiones de género, el microtráfico de drogas y la más reciente la de delitos informáticos.
DESINTERÉS
«En la misma comisaría nos marcan que pueden tomarse las denuncias pero una vez que se remiten a la Justicia se archivan al poco tiempo», agrega Belle que ocurre como regla ante estas situaciones.
También apunta a los operadores judiciales y pone la lupa en la Justicia de Faltas atento a que la crueldad animal es un delito que en caso de que el acusado sea considerado culpable, no es una pena de cumplimiento efectivo, es decir no quedará detenido.
«En Barranqueras el Juzgado de Faltas directamente te dice que no actuará ante casos de maltrato animal y nos pasó hace poco tiempo en el Juzgado del barrio Güiraldes que se comprobó que una persona usó un carro tirado por un caballo para trasladar 20 postes de madera y lo que hicieron fue devolverle el equino al maltratador», lamentó. No solo la Justicia ordinaria está en deuda, también lo que hace a legislaciones locales sobre carros tirados por caballo, que se había marcado su prohibición, pero se los ve en cualquier punto de Resistencia.
